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Notas informativas 15 de noviembre de 2010

Un elemento fundamental de esa concepción dinámica del lugar de la memoria debe ser el proceso por el cual éste se llega a constituir. Crear un espacio para la rememoración de la violencia es, por fuerza, una actividad distinta de otros proyectos museográficos, pues implica la puesta en acto de un amplio diálogo con la sociedad en general, y en particular con los sectores que, por haber sido los más afectados por la violencia armada, tienen un particular interés en conocer la manera como el país recordará en el futuro ese periodo.

«Invocar la diversidad no puede significar una concesión al relativismo respecto de los hechos fundamentales del periodo de la subversión terrorista y la actividad contrasubversiva del Estado»

La memoria, se suele decir, es diversa, y más que diversa, es heterogénea y proteica. Toma diversas formas, es cambiante. Diversas circunstancias sociales impactan en el recuerdo individual y colectivo y producen en él reverberaciones diferentes. Esa diversidad no atañe principalmente a los hechos sino a lo que ellos significan para los diversos grupos sociales. Por esa razón, abrir el proyecto de creación de un lugar de memoria a las voces públicas no es únicamente una tarea para asegurar que el resultado sea legítimo y aceptado; también es una condición para su solvencia técnica y profesional.

Ahora bien, invocar la diversidad no puede significar una concesión al relativismo respecto de los hechos fundamentales del periodo de la subversión terrorista y la actividad contrasubversiva del Estado. El lugar de memoria no puede ser un espacio para apaciguar recelos institucionales ni para ceder al cinismo de quienes iniciaron la violencia armada. La Comisión de la Verdad y Reconciliación comprobó, sobre la base de 17 mil testimonios, que las organizaciones subversivas y las fuerzas estatales cometieron crímenes masivos que en algunos casos alcanzan el rango de delitos contra la humanidad. Ese hecho es la piedra angular de la perspectiva que debe presidir la política de la memoria en el Perú: una perspectiva humanitaria, que es la que animó a la exposición fotográfica Yuyanapaq, la cual, conviene recordarlo, fue el origen del actual proyecto para la creación de un lugar oficial de memoria.(*) Director de Investigaciones del IDEHPUCPArtículo publicado en el semanario Punto Edu de nuestra Universidad (Año 6 N° 198. Del 15 al 21 de noviembre del 2010). Descargar Punto Edu Nº 198