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Nacional 7 de junio de 2013

¿Cuál es la primera reacción que le genera la decisión del gobierno de negarle el indulto humanitario al expresidente Fujimori?

Creo que se ha actuado correctamente. En primer lugar, desde el punto de vista formal, la comisión encargada de analizar la situación no ha encontrado razones suficientes para que este sea otorgado. En segundo lugar, porque los crímenes que está purgando el señor Fujimori no son cualquier tipo de violación de la ley sino crímenes que internacionalmente, y aquí el Perú debe reconocer su respeto por la normatividad internacional, han sido declarados imprescriptibles y que no deben quedar impunes como en el caso de la violación de derechos humanos. Creo además que así como el señor Fujimori no era simplemente Alberto Fujimori cuando gobernaba sino el Presidente de la República, ahora en la prisión ya no es más el señor Alberto Fujimori, sino, desde un punto paradigmático, ético e histórico, una persona que ejerció mal el poder. De algún modo la decisión simboliza la aplicación de la justicia en nuestra patria. La decisión funciona como un símbolo de que en el Perú la justicia se ha cumplido por lo menos en lo que respecta a autoridades y sus responsabilidades.

¿Cree como sostiene la Comisión de Gracias Presidenciales que las pruebas presentadas eran insuficientes?

Se han dado claras pruebas que el enjuiciamiento al señor Fujimori se trabajó con integridad, inteligencia y real sentido de la justicia y de aplicación de la ley. Además el señor Fujimori tiene una condición de prisionero que ojalá muchas personas que no están en prisión pudieran tener. No es en absoluto un régimen perverso el que se le aplica, es una persona que puede pintar, tiene visitas, cultiva sus rosas, y recibe tratamiento médico todas las veces que lo necesita. Hay que tener en cuenta que hay muchas personas en el país que por delitos menos graves se encuentran muy enfermos en prisión y no reciben el indulto.

¿Cuál es la lección para el país que nos deja esta decisión?

Es un paso adelante que hay que aplaudir. Se trata de una decisión consecuente con lo que el señor Humala predicó, incluso antes de ser presidente, relacionada con la denuncia de un gobierno corrupto que se caracterizó, como lo evidenció el Informe de la CVR, por el atropello de una manera abierta y sin ningún remordimiento de los derechos humanos. Hay que tener en cuenta además una cosa fundamental: indulto significa perdonar; pero cómo perdonar a una persona que no pidió nunca disculpas. De haberle otorgado el indulto el señor Fujimori bien hubiera podido este decir que se reconoció su inocencia.

¿Se ha impuesto la justicia al cálculo político en este caso?

Es un signo muy positivo que no se haya utilizado esto como una especie de moneda de intercambio en negociaciones políticas. Porque algunas personas pensaban, felizmente equivocadas, que a través del indulto el gobierno podía jugar a ganar apoyo para eventuales candidaturas futuras. El gobierno ha actuado con valentía y madurez y ha dado una lección no solo de política sino también de ética.

¿Por qué cree que se esperó tanto para tomar la decisión?

El tiempo resulta irrelevante, la prueba es que en estos momentos la comisión que ha estudiado el caso ha visto que no se encuentra en un estado precario de salud. Es decir, si el gobierno se hubiera pronunciado antes, negándole el indulto, hubiera actuado incluso con mayor fundamento que ahora. Aquí no contaba el tiempo sino la maniobra y se ha visto que a pesar de que el tiempo ha avanzado que el señor no está peor.

¿Qué se nos viene tomando en cuenta que el fujimorismo es una agrupación importante dentro del panorama político peruano?

El presidente Humala hubiera pecado de ingenuo si le otorgaba el indulto por cálculo político al señor Fujimori porque con la trayectoria que tiene el fujimorismo nada le aseguraba que este fuera a honrar ningún pacto o algo por el estilo. En segundo lugar, no van a ser más oposición de la aquella que ya está haciendo. Es decir, se ven actitudes desaforadas de dirigentes fujimoristas -la señora Martha Chávez, la señora Carmen Lozada de Gamboa- que indican que no es la serenidad una de sus virtudes. La reacción vendrá con un poco más de intensidad, pero finalmente tendrán que aceptar las cosas tal y como se vienen dando. No hay que olvidar tampoco que dentro del mismo fujimorismo han comenzado a darse una serie de cismas que algunos incluso han llegado a plantear que se expresa en un distanciamiento entre Keiko y Kenji Fujimori.

¿Cree que el fujimorismo insistirá con la petición?

Este es un pronunciamiento que cierra el asunto y lo cierra porque no es solo la salud del señor Fujimori, que se ha demostrado no es mala, lo que está en cuestión; sino sobre todo se trata de respetar un principio que afirma que no hay impunidad para violaciones de derechos humanos en el Perú.

¿Cuánto vale esta decisión con relación a los familiares de las víctimas inocentes del periodo fujimorista?

Vale mucho desde el punto de vista simbólico, más allá de que todavía hay una deuda muy grande que pagar en el terreno judicial a través de la sanción a los responsables. El hecho de que alguien que haya sido Presidente de la República esté en prisión y no se le haya permitido el indulto, porque no está en la situación de ser indultado y además porque no ha pedido perdón por lo que ha hecho, es una especie de bálsamo que no cura pero que sí hará sentirse a los familiares de las víctimas de alguna manera escuchados, aunque con demora y con problemas, pero escuchados.

Entrevista de Miguel Sánchez para Punto Edu