Ir al contenido principal Ir al menú principal Ir al pie de página
Notas informativas 26 de noviembre de 2019

Difundimos el artículo (en español) «10 maneras de mejorar la igualdad de género en las Naciones Unidas» publicada por la organización Inter-Parliament Union. En la redacción del texto participó Elizabeth Salmón, Presidenta del Comité Asesor del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y Directora Ejecutiva de IDEHPUCP.  El equipo estuvo conformado además por:  Caitlin Kraft-Buchman, CEO / Fundadora de Women@theTable, Martin Chungong, Secretario General del Inter-Parliamentary Union  y Alejandra Vicente, Miembro de la Secretaría para la campaña GQUAL.


La igualdad de género es vital para lograr la realización de los derechos humanos de todos y todas; sin esta no hay esperanza de lograr los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible. Hasta el momento ningún país ha logrado alcanzar la completa igualdad de género. En lo referido a la participación de las mujeres en parlamentos, globalmente, seguimos debajo del 25 por ciento; conforme al ritmo actual de progreso, tomará otra mitad de siglo alcanzar la igualdad de género.

El Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y sus mecanismos y órganos de tratados son el corazón del marco de referencia internacional de los derechos humanos, que se supone debe promover la igualdad de género alrededor del mundo. Sin embargo, el número de mujeres que participan actualmente en los órganos de tratados de Naciones Unidas es extremadamente bajo. Si ni siquiera estos órganos pueden garantizar la igualdad de género, ¿qué instituciones pueden hacerlo? Para que las personas respeten la legitimidad de estos órganos responsables de defender los derechos humanos alrededor de todo el mundo, los mismos deben mostrar liderazgo en esta materia.

En el Consejo de Derechos Humanos las expertas mujeres están sobrerrepresentadas en los paneles y mandatos que se centran en los derechos de las mujeres y los niños, y están subrepresentadas en los foros sobre seguridad y tortura.

En el reciente panel anual sobre integración de género del Consejo de Derechos Humanos propusimos 10 maneras de lograr la igualdad de género en Naciones Unidas– incluyendo  en el Consejo de Derechos Humanos y los órganos de tratados. Resaltamos la necesidad de pensamiento innovador que conduzca a la igualdad de género, pero, más que todo, necesitamos cambios estructurales sencillos como la revisión de las reglas de nominación y del proceso de elección de puestos y la promoción de un ambiente habilitante que lleve a la igualdad. Las 10 recomendaciones que se presentan a continuación han sido satisfactoriamente implementadas por otras organizaciones internacionales:

  1. Institucionalizar en la mayor medida posible las medidas destinadas a asegurar la igualdad de género, de modo que se puedan lograr cambios estructurales.
  2. Adoptar directrices claras que establezcan inequívocamente la igualdad de género como criterio para nominar y elegir candidatos.
  3. Establecer procedimientos formales, abiertos y transparentes para seleccionar y nominar candidatos; esto incluye hacer de la igualdad de género un objetivo específico en el proceso electoral.
  4. Formular listas cortas de candidatos nominados con equilibrio de género. Al presentar nominaciones para puestos internacionales, los Estados miembros deberán considerar la posibilidad de nominar a un mínimo de dos personas -una mujer y un hombre-, cuando sea apropiado teniendo en cuenta el proceso de elección. Los países deberán considerar la paridad de género como un objetivo al votar para elegir estos puestos.
  5. Aplicar medidas transitorias especiales con objetivos de paridad de género claramente definidos. Esto podría incluir la alternancia obligatoria entre géneros para cualquier mandato de Procedimientos Especiales, y también dar prioridad a la elección de mujeres en puestos donde han estado subrepresentadas históricamente.
  6. Lanzar una política de diversidad e inclusión que establezca objetivos obligatorios, por ejemplo: lograr el equilibrio de género para 2020.
  7. Realizar seguimiento, recopilar información y presentar informes públicos anuales sobre equilibrio de género. Después de todo, no se puede corregir lo que no se puede ver. Producir una declaración anual que establezca objetivos y pasos medibles para implementar la política de diversidad e inclusión, junto con un informe de progreso, lo cual garantizará la divulgación completa de las estadísticas de diversidad e inclusión.
  8. Brindar apoyo en el cuidado familiar a las personas elegidas con el fin de alentar a aquellos que tienen la responsabilidad familiar principal -especialmente a las mujeres- a postular a los puestos.
  9. Alentar expresamente las solicitudes de los candidatos de una amplia gama de disciplinas (por ejemplo, científicos sociales) y con diversos conocimientos especializados en la materia, experiencia no tradicional y otras habilidades valiosas.
  10. Aplicar las mejores prácticas establecidas en el International Gender Champions’ Gender Responsive Assemblies Toolkit, que se basa en las mejores prácticas innovadoras y aplicadas ya por otras organizaciones internacionales.

¿Por qué estamos tan preocupados?

En el Consejo de Derechos Humanos las expertas mujeres están sobrerrepresentadas en los paneles y mandatos que se centran en los derechos de las mujeres y los niños, y están subrepresentadas en los foros sobre seguridad y tortura. Respecto a los Procedimientos Especiales de Naciones Unidas, solo 36 de los 80 puestos disponibles estaban ocupados por mujeres hasta julio de 2019. Además, de 56 Mandatos Especiales, 15 nunca han sido ocupados por mujeres, incluyendo mandatos sobre el derecho a la salud, sobre tortura y sobre libertad de expresión. Recomendamos que, en las próximas elecciones a Procedimientos Especiales, se elija a mujeres para posiciones nunca ocupadas por mujeres.

De los 10 órganos de tratados, solo el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer y el Comité de los Derechos del Niño, así como el Subcomité para la Prevención de la Tortura, tienen 50 por ciento o más de mujeres. A pesar de que hay menciones específicas a la importancia del balance de género en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, el Comité, hasta junio de 2018, tuvo solo una mujer entre sus 18 miembros (después de una fuerte campaña pública, actualmente seis miembros son mujeres). Parte de la subrepresentación se puede explicar por la falta de transparencia y el intercambio de votos en los procesos de nominación y elección de los órganos creados en virtud de los tratados

Adicionalmente, la información sobre igualdad de género en los foros de Naciones Unidas, incluso aquella referida a las delegaciones que asisten a las sesiones del Consejo de Derechos Humanos, no está clara. Sabemos con certeza que la divulgación de información es un primer paso para lograr avances.

Necesitamos que las organizaciones internacionales prediquen con el ejemplo. Así, la Unión Interparlamentaria ha estado monitoreando la participación de las mujeres en sus Asambleas y compartiendo la información públicamente. Para lograr avances, ha establecido varios incentivos y sanciones para sus miembros a fin de garantizar la igualdad de género en su estructura de gobernanza y en las delegaciones. En la Asamblea más reciente de la Unión Interparlamentaria de octubre de 2019, en Belgrado, Serbia, la Organización adoptó enmiendas para reforzar las medidas existentes. A partir de ahora, las delegaciones compuestas por miembros de un solo sexo tendrán reducidos sus derechos de voto en el Consejo Directivo de tres votos a uno solo, mientras que, bajo las reglas anteriores, las delegaciones de un solo sexo tenían dos votos. Además, se restringirá el número de delegados que un parlamento tiene derecho a enviar a una Asamblea, si los parlamentos envían delegaciones de un solo sexo a dos Asambleas consecutivas en lugar de tres. Este paso muestra que donde hay voluntad política todo es posible.

Pueden leer la versión en inglés aquí.