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Notas informativas 26 de julio de 2013

De acuerdo con este documento, el conflicto colombiano deja un saldo de 220,000 muertos entre 1958 y 2012. El 81.5% de las víctimas eran civiles. De cada diez colombianos asesinados, tres perdieron la vida durante el conflicto. La mayor parte de víctimas mortales corresponde a asesinatos selectivos.

Otras cifras situan la magnitud de lo ocurrido: 25,007 desaparecidos, 6,000 niños víctimas de reclutamiento forzado, 27,403 secuestrados, 10,000 personas con amputaciones por acción de minas antipersonales y cerca de 5 millones de desplazados.

Según Gonzalo Sánchez, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, «las cifras que nosotros ahora oficializamos van más allá de los registros que tenían las propias víctimas. Uno va sumando cifras y todos son récords ignominiosos».

El informe establece cuatro etapas distintas en el conflicto, así como los grados de responsabilidad de cada uno de los actores armados. Sobre los actos de violencia en general, el documento remarca que «la violencia es producto de acciones intencionales que se inscriben mayoritariamente en estrategias políticas y militares, y se asientan sobre complejas alianzas y dinámicas sociales». Se recogen las voces de las víctimas en dos de los seis capítulos de este documento.

Finalmente, el texto señala 30 recomendaciones de políticas públicas para afrontar el legado del conflicto. Actualmente, el Estado colombiano y las denominadas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) sostienen conversaciones de paz en Cuba para poner fin a un conflicto que ha durado cinco décadas.