Ir al contenido principal Ir al menú principal Ir al pie de página
Notas informativas 21 de abril de 2014

Esta actividad representa un enorme desafío educativo y democrático: construir un currículo participativo con la comunidad educativa (docentes, padres de familia y alumnos) que refleje la historia local, el impacto de la violencia y las lecciones aprendidas. Esa es la esencia del proyecto “Construcción de la paz, memoria, jóvenes y oportunidades educativas 2012-2015” que nuestro Instituto viene desarrollando con el apoyo de la organización MISEREOR y que cuenta con tres componentes de intervención: investigación, incidencia (Memoria en la escuela) y formación en tres regiones del país (Junín, Ayacucho y Puno)

El taller realizado, que contó con la participación de Mario Cépeda (antropólogo), forma parte del componente de incidencia: Memoria en la escuela. Dicho componente se desarrolla en tres escuelas públicas de las provincias de Mazamari, Huancasancos y Azángaro, en Junín, Ayacucho y Puno respectivamente. El componente de Investigación, consistió en un estudio etnográfico a profundidad a cargo de las antropólogas María Eugenia Ulfe y Vera Lucía Ríos, el cual concluyó que:

En un país con memorias en disputa, la escuela se convierte en un terreno importante donde se llevan a cabo estas confrontaciones. Primordialmente porque es a través de esta institución que se transmiten los relatos históricos. En el material revisado y en el trabajo de campo se evidencia que la memoria de Sendero Luminoso y de las violaciones sistemáticas de nuestras Fuerzas Armadas que describe el Informe final continúan siendo problemáticos temas para tratarse en el aula, asimismo los involucramientos de la población.

Con ese insumo y mediante una serie de dinámicas participativas, los docentes lograron vincular sus historias personales durante las décadas de 1980 y 1990 con la narrativa mayor recogida por la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR); de esta manera, se buscaba construir un nexo entre la experiencia particular y el metadiscurso articulado por la CVR, el cual, muchas veces, puede parecer distante y confuso; respecto a las escuelas que forman parte del proyecto, Ulfe y Ríos mencionan que “el Informe final de la CVR (2003) opera como una memoria hegemónica que se ha instalado con un discurso dicotómico víctima-perpetrador, blanco o negro. Esta memoria está instalada en muchos espacios de nuestra sociedad. En el sector educativo esta mirada dicotómica y excluyente no permite que se desarrolle una reflexión crítica”. Así, los docentes de las áreas de Comunicación, Educación Religiosa, Educación Intercultural Bilingüe y Ciencias Sociales del nivel secundario, acompañados por el subdirector de la institución, profundizaron en su conocimiento sobre el conflicto armado interno (CAI), el enfoque de derechos humanos y memoria histórica.

Además, el taller logró que los participantes rompan barreras —o resistencias— como el estigma a tratar tópicos vinculados al conflicto armado interno, el temor a la llamada “Ley de Apología al Terrorismo” y discursos que buscan reducir el impacto de ideologías violentistas en el sistema democrático. Al finalizar el segundo día, los docentes mostraron su conformidad con los temas abordados y las dinámicas utilizadas, comprometiéndose a elaborar una versión colaborativa que sirva como insumo para la propuesta pedagógica final.

El distrito de Mazamari forma parte del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM), región que ha permanecido en estado de emergencia por más de veinte años, debido a las conexiones que una facción del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso mantiene con el narcotráfico. Así, Mazamari se ha constituido en la puerta de entrada para las operaciones aerotransportadas del Ejército y la Policía Nacional del Perú debido a que cuenta con el único aeropuerto de la provincia. Así, la vida en el distrito transcurre entre el fortalecimiento de la industria cafetalera y del cacao y los constantes vuelos en helicópteros que entran y salen del aeropuerto. Es en este escenario que los niños de la Aldea del Niño conviven con un tipo de violencia que ha sido normalizada y que, luego de catorce años, no ha terminado. Por esta razón, resulta de vital importancia fortalecer la formación de los jóvenes en una cultura de paz y respeto a los derechos humanos que permita generar nuevas posibilidades de desarrollo y contribuya al proceso de reconciliación nacional.

El taller con docentes cuenta con la aprobación de Dirección de Formación Continua de la Pontificia Universidad Católica del Perú, por lo que los participantes obtendrán un certificado a nombre de la universidad en la elaboración de propuestas pedagógicas sobre memoria histórica en la educación básica regular. Esta certificación es sumamente importante, no solo porque institucionaliza la fase formativa del proyecto, si no también, porque otorga a los docentes nuevas herramientas que pueden ser utilizadas en su desarrollo profesional y que les permita fortalecer su hoja de vida en la carrera pública magisterial. En ese sentido, el IDEHPUCP viene trabajando de la mano con otras unidades de la universidad para el fortalecimiento e institucionalización de sus labores que permita generar cambios más profundos en las zonas donde desarrolla sus proyectos.

El proyecto Construcción de la paz, memoria, jóvenes y oportunidades educativas 2012-2015 destaca la necesidad de promover un debate público sobre la etapa postconflicto que vive el país, las consecuencias del período de violencia y cómo es fundamental procesar y enfrentar los desafíos de la memoria; a partir del diálogo público con diversos actores, de la formación de capacidades dirigidas a promotores y actividades de derechos humanos; así como contribuir a introducir institucionalmente en la escuela pública la enseñanza de la memoria histórica.

Escribe: Mario Cépeda, investigador del IDEHPUCP

(Abril de 2014)