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Notas informativas 23 de junio de 2011

En 1991 se desató un conflicto armado en la región de los Balcanes que se extendió hasta el 2001 y afectó a todo el territorio de la ex Yugoslavia. Durante ese período se llevaron a cabo diversos actos de genocidio por parte de las fuerzas armadas serbias, las cuales buscaron la predominancia de su etnia, mediante la eliminación, principalmente, de croatas y musulmanes. Dada la magnitud de esta guerra y la atrocidad de los crímenes cometidos, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas decidió crear en 1993 un tribunal penal de carácter internacional competente para juzgar únicamente los crímenes cometidos por los principales responsables del conflicto. Este fue, sin duda, un gran hito en la historia de la lucha contra la impunidad en el ámbito internacional. De esta manera, mediante la Resolución 827 del Consejo de Seguridad, se estableció el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY). Después de casi dieciocho años desde el inicio de su mandato, el TPIY ha imputado y ordenado el arresto de 161 personas, de las cuales sólo dos se encontraban libres. Una de ellas, Ratko Mladic, ex general del ejército yugoslavo, fue finalmente arrestada el 26 de mayo de este año, después de haber permanecido en la clandestinidad por más de 15 años.

El general Ratko Mladic encabezó el ejército yugoslavo durante la guerra de los Balcanes y fue acusado de haber planificado la masacre de aproximadamente 8.000 hombres y niños musulmanes en el pueblo de Srebrenica en 1995, considerada la más terrible en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, fue acusado de haber participado en el bombardeo a la ciudad de Sarajevo en 1992 y de haber tomado como rehenes a miembros de los cuerpos de mantenimiento de paz de las Naciones Unidas.

Las ejecuciones masivas alrededor de Srebrenica se convirtieron en el sello macabro de Mladic. Si bien Srebrenica no fue el primer acto de brutalidad por parte del general, si fue el último. Poco tiempo después de la masacre, los ataques aéreos de la OTAN revirtieron el curso de la guerra y cinco meses después Mladic se convirtió en fugitivo. Ese mismo año, el TPIY imputó a Mladic la comisión de tres crímenes internacionales: genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra, ordenando su arresto.

Los cargos de genocidio se refieren a los atroces actos de limpieza étnica contra musulmanes y croatas, planificados y llevados a cabo por Mladic y su ejército; los cargos de lesa humanidad abarcan los asesinatos, persecuciones y atentados contra la integridad personal de la población civil en el contexto del conflicto armado. Finalmente, los cargos de crímenes de guerra se refieren a violaciones a las leyes y costumbres de la guerra y a infracciones graves a los Convenios de Ginebra de 1949. Después de una larga espera, el pasado 31 de mayo, Mladic fue transportado a La Haya para ser juzgado, luego de que fuera rechazada la apelación presentada por sus abogados contra la orden de extradición. Dicha apelación se basó en motivos de salud, pues según sus abogados, el ex general se encontraba física y mentalmente indispuesto para encarar un juicio. En su primera aparición ante la corte, el 3 de Junio, Mladic rechazó los cargos que le fueron imputados, calificándolos como “desagradables” y “monstruosos”, mostrándose indignado por las acusaciones.

Es necesario destacar que el arresto de Mladic ha marcado un punto fundamental en el esfuerzo de Serbia por librarse de su estatus de nación paria y, a la vez, ha logrado eliminar uno de los grandes obstáculos que le impiden la tan buscada incorporación a la Unión Europea. Como coloquialmente diríamos, el arresto “le ganó por puesta de mano” a un informe del TPIY que se esperaba que fuera severamente crítico respecto a los esfuerzos realizados por Serbia para capturar a Mladic. Esto podría llevarnos a pensar que el arresto se encuentra estrechamente vinculado con los intereses políticos de Serbia, pues durante 15 años no se realizó ningún esfuerzo para poner a Mladic en manos de la justicia.

Durante la conferencia de prensa realizada por el TPIY en La Haya, una de las principales interrogantes que surgió entre los periodistas se refirió al estado de salud de Mladic y cómo podría influir en el desarrollo del proceso e, incluso, en el establecimiento del mismo. Sin embargo, el representante del TPIY aseguró que se tomarán las medidas adecuadas para salvaguardar la salud del reo, pero que definitivamente tendrá que enfrentarse a la justicia. Esto es, sin duda, un tema importante, pues la salud no debe ser una excusa para evadir responsabilidad y devenir en impunidad.

(*) Miembro del Área Académica del IDEHPUCPFoto: El País (España)