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Notas informativas 27 de mayo de 2014

La investigación examina la relación entre violencia y poder político, a partir de la comparación entre el caso de la sociedad peruana con otros casos en América Latina y en el mundo, a partir del caso de la violencia senderista en el pueblo asháninka, el grupo amazónico más importante del país. 

La hipótesis central del trabajo señala que Sendero Luminoso sojuzgó a miles de integrantes de este pueblo indígena en los valles de los río Ene y Tambo, dividiéndolos en dos bandos e instalando campos de trabajo y reeducación. Como resultado de estas acciones armadas, miles de ashaninka murieron o fueron desplazados. Sin embargo, la reconstrucción de la memoria al interior de este grupo ha sido ambivalente, pues no se reconoce la división que se produjo dentro de las comunidades y se prefiere el silencio en actividades públicas para no reabrir las heridas producidas durante el conflicto.

Esta situación implica que la memoria sobre el conflicto sea evocada dentro de las familias, en particular por las mujeres – quienes adquirieron, luego del periodo de violencia, un rol central en sus comunidades – y por aquellos hombres que nunca tuvieron contactos con Sendero Luminoso. Al mismo tiempo, se presentan situaciones de dificil convivencia entre víctimas y perpetradores, así como secuelas psicosociales del periodo (violencia doméstica, alcoholismo, matrimonios precoces, suicidios) combinadas con situaciones de conflicto social comunes en esta zona del país. La visión de inclusión con el resto del país se traslada a la enseñanza del idioma castellano, acceso a la la educación, al mercado y a los servicios estatales, así como la elección de miembros de esta etnia como autoridades locales.

Tambien se presenta un documento que resume la labor de Luzmila Chiricente, importante dirigente asháninka, quien ha colaborado con la buena marcha de las investigaciones de la doctora Villasante.