Cécile Blouin, investigadora del IDEHPUCP y especialista en Movilidad Humana, opinó sobre el cierre de fronteras como medida del Estado peruano para frenar el avance del COVID-19, en una entrevista para Ideele Radio.
Este cierre de fronteras no puede ser total, en el sentido de que tiene, el Estado peruano, que seguir garantizando un derecho principal que es el derecho al asilo. Eso significa que las personas que necesitan protección internacional, porque no pueden recibir protección de su Estado o bien por persecución o una situación generalizada de graves violaciones a los Derechos Humanos o perturbación del orden público, pueden buscar asilo en el Perú y este tiene que recibirlos, es decir, no las puede rechazar en la frontera o devolver a su país de origen. Eso nos plantea limitaciones bastante importantes que recordar, más allá del Estado de Emergencia y de la intervención de las fuerzas militares desde el día sábado en la frontera norte. Lo otro que hay que comentar, en algunos estados de la región, debido a la situación de la pandemia y la falta de respuesta del Estado, también se pueden incrementar y acelerar flujos de personas que buscan, justamente proteger su vida frente a la pandemia. Estas situaciones son complejas y, por eso, la respuesta tiene que ser integral y tiene que incluir medidas en las zonas de frontera con personal de salud, funcionarios capacitados y no solamente una respuesta militar en zonas de frontera que pongan en peligro la seguridad, en su sentido más amplio, de todas las personas y estrategias más prácticas son los corredores humanitarios que se están promoviendo en algunas circunstancias como estas, excepcionales, donde las personas, por ejemplo, necesitan transitar de un país a otro por motivos excepcionales como la búsqueda de protección o que buscan retornar a su país. Como es el caso de personas venezolanas en Colombia.
