Compartimos la entrevista realizada por la radio francesa RTS a Cécile Blouin, investigadora del IDEHPUCP, respecto a la situación de los y las migrantes venezolanos y venezolanas en América Latina.
Traducción al español:
Entrevistador: La situación de los migrantes venezolanos es muy difícil en Colombia, pero también en otras partes de Ecuador o Perú, por ejemplo. Investigadora de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Cécile Blouin es especialista en estos temas de migración, ha trabajado mucho en el destino de estos refugiados. Hoy [¿quién?] Le preguntó si una mayoría quería regresar al país.
Cécile Blouin: Es una minoría de personas quien decide regresar, desde Colombia, desde Ecuador y desde Perú. Hay que comprender que el retorno en cada proceso migratorio tiene un costo y es un proceso complejo. Además, debemos pensar: el retorno ¿para qué? ¿Dónde podrán alojarse las personas en Venezuela? ¿Cómo serán recibidos en Venezuela? En Venezuela los y las retornados deben cumplir una cuarentena obligatoria y muy estricta. Además, hay un cierre de fronteras en los 3 países que mencioné. Es decir, si deciden regresar a Venezuela desde Perú, todavía tiene que pasar por Ecuador y Colombia y no hay aperturas de fronteras. Entonces eso también significa: que no hay transportes y que los caminos son complicados.
Entrevistadora: y precisamente, ¿cuáles son estas condiciones de vida? Me imagino que son muy difíciles. ¿Cuáles son las opciones para aquellos venezolanos que deciden quedarse? ¿Se benefician de la asistencia de las autoridades, la población? ¿Cuáles son sus condiciones?
CB: Las condiciones de vida de esta población son muy complicadas, en realidad ya eran complicadas antes de la pandemia. Para darle una idea, aproximadamente el 90% de la población venezolana que vive en Perú no tiene un contrato de trabajo, por lo que trabaja en el sector informal. Con el confinamiento y las medidas tomadas contra la COVID, la situación es muy compleja, especialmente al principio del confinamiento cuando no había posibilidad de trabajar. En el sector informal, era realmente imposible. Luego, hace aproximadamente tres semanas, se permitieron algunos trabajos, por lo que ahora hay, por ejemplo, servicios de entrega a domicilio que están permitidos, desde restaurantes, desde tiendas, así que aquí vemos que hay mucha gente venezolana que trabaja en este sector. Otro sector que obviamente se ha desarrollado es todo el sector funerario, y también tenemos una gran proporción de venezolanos que trabajan en este sector, en sectores particularmente peligrosos. En una de las funerarias más grandes de Lima, el 85% de los empleados son venezolanos. Entonces, están buscando a toda costa, obviamente, poder sobrevivir, porque con la pandemia, con las medidas, no pueden pagar el alquiler, no pueden comer. En su pregunta, me estaba hablando sobre programas estatales, políticas que el estado ha tomado. En el caso de Perú, todas estas políticas son para la población nacional. Por lo tanto, existen realmente dificultades y es por eso que regresar es una opción y la otra, obviamente, es de trabajar en el sector informal de todos modos.
Entrevistadora: sector que los pone en competencia con los peruanos, ya que muchos peruanos trabajan en el sector informal.
CB: Sí, el 70% de la población trabaja en este sector. Es una cifra impresionante. La crisis COVID realmente ha resaltado esta situación, situación particularmente grave, porque los subsidios tampoco llegan a los peruanos ya que existen muchas dificultades para alcanzar estos subsidios.
Entrevistadora: ¿Y qué le dicen los venezolanos que sigue para su investigación sobre este retorno? ¿Le dicen que esta es la última opción quizás? ¿Para encontrar un techo? ¿Qué le dicen sobre esta idea de retorno?
CB: El retorno, si puede verse como una esperanza pero también puede verse como no tener opción, finalmente. Hay personas que se encontraron en la calle, que fueron desalojadas de sus hogares por rentas no pagadas, no pudieron pagar el alquiler, por lo que realmente se encuentran sin nada. Otras buscaron techo en albergues privadas en los cuales tampoco hay capacidad. Entonces tenemos situaciones realmente complicadas. También hay personas solteras que se dicen: «Al menos en Venezuela tengo una casa, tengo una familia, por lo que podría estar mejor”. Esa es quizás una suerte de esperanza. También debe comprenderse que esto no es necesariamente un retorno definitivo: las personas migrantes no necesariamente estén pensando en regresar y quedarse en Venezuela. Están pensando en regresar hasta que las cosas se mejoren y tal vez irse, no necesariamente a Perú, sino en otro país de la región.
