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Reseñas 21 de septiembre de 2021

La necesidad de hacer memoria de las épocas de violencia nos sitúa ante la obligación de representar simbólicamente aquello que no es posible decir. En esa búsqueda, las huellas materiales del pasado —como fotografías, ropas, artefactos, etc.— obtienen un valor testimonial que legitiman lo vivido y lo vuelven presente. Mediante la representación de la ausencia, dichos objetos logran interpelarnos individual y colectivamente, como ciudadanos y como nación. De este modo, las iniciativas y estrategias creativas llevadas a cabo en Latinoamérica son dispositivos de resistencia pues son ejecutadas por sujetos políticos que ponen su cuerpo para visibilizar luchas y demandas comunes que, de otra forma, podrían caer en el olvido o negación. Adicionalmente, estos modos de hacer memoria donde lo político colinda con lo artístico replantean la figura predominante del arte hegemónico, así como el papel de las y los artistas en los escenarios sociales. A continuación, el Centro de Documentación del Idehpucp (CENDOC) pone a disposición cinco publicaciones que estudian el rol de las imágenes y las prácticas creativas como huellas del pasado.


Georges Didi-Huberman. Imágenes pese a todo: Memoria visual del Holocausto. Barcelona: Paidós, 2004.

Durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi creó «Escuadras Especiales» compuestas por detenidos judíos para realizar trabajos forzados en las cámaras de gas. Estos no podían tener ningún contacto con los demás prisioneros ni, mucho menos, con el mundo exterior, pues su sola presencia era prueba del horror vivido allí. En vista de la ausencia de huellas que confirmen su existencia, algunos de estos prisioneros dejaron enterrados en los bordes de los crematorios mensajes que fueron sacados a la luz mucho después. A partir de cuatro fotografías tomadas por prisioneros del Sonderkommando de Auschwitz-Birkenau durante los años 1943 y 1944, en el presente libro Didi-Huberman analiza la pertinencia de las imágenes en la construcción de las narrativas históricas y su condición testimonial. Asimismo, siguiendo la línea planteada por Hannah Arendt y Primo Levi, el autor enfatiza en el carácter inefable del horror y la posición intermedia de la imagen entre el discurso y el silencio, que le permite ilustrar lo indecible.


Camila Sastre. Así fue cómo pasó. Nadie nos ha contado. Análisis de artefactos visuales del museo «Para que no se repita» de ANFASEP de la ciudad de Ayacucho. Memoria y Sociedad 20 (40), 2016.

El presente artículo analiza los objetos exhibidos en el museo «Para que no se repita» de ANFASEP (Ayacucho) a partir de las características socioculturales de las víctimas de la violencia. Camila Sastre hace uso de las reflexiones en torno al carácter social de las memorias realizadas por el sociólogo Maurice Halbwachs, para quien las memorias deben ser reconstruidas a partir de procesos socio-comunicativos que se enmarcan en un contexto histórico particular. De esta manera, la autora repasa el nacimiento de esta iniciativa de memoria y los objetivos internos que tuvieron las socias de ANFASEP durante el proceso de elaboración. Como se evidencia en la muestra a través de las representaciones realistas, existe una inquietud constante por dar evidencia de su situación como víctimas de la violencia y su derecho a reparación. Elementos como la réplica de la sala de torturas o la soga utilizada para matar legitiman sus testimonios y «lo concreto de su dolor». En esa línea, es posible constatar la “necesidad de contrarrestar la constante negación de sus experiencias, por parte del Estado y buena parte de la sociedad peruana” (2016: 36).


Ana Longoni, Gustavo Bruzzone (Comp.). El Siluetazo. Buenos Aires: Adriana Hidalgo, 2008.

Durante la III Marcha de la Resistencia convocada por las Madres de Plaza de Mayo el 21 de septiembre de 1983, se pegó en los muros de Buenos Aires siluetas a escala natural simulando los miles de desaparecidos durante la dictadura militar (1976-1983). Si bien esta práctica artístico-política, conocida como El Siluetazo, fue iniciativa de tres artistas visuales (Rodolfo Aguerreberry, Julio Flores y Guillermo Kexel), fue ejecutada de manera colectiva recibiendo aportes de las Madres, las Abuelas de Plaza de Mayo, organismos de derechos humanos, entre otros. A partir de este hecho, el presente libro recoge documentos, testimonios y análisis de autores muy diversos que buscan contribuir desde diferentes registros a la construcción de una memoria múltiple. De este modo, la primera parte contiene el documento de la propuesta original presentado a las Madres de Plaza de Mayo y documentos periodísticos que permiten leer el impacto que tuvo. La segunda parte problematiza el carácter fronterizo de la iniciativa entre «hecho político» y «obra de arte», y el poder de las imágenes en la construcción de denuncias y memorias. Por último, la tercera parte revisa el legado de las siluetas en las prácticas visuales vinculadas al movimiento de derechos humanos como, por ejemplo, los escraches.


María Laura Rosa, Soledad Novoa Donoso (Eds.). Compartir el mundo. La experiencia de las mujeres y el arte. Ediciones Metales Pesados, 2017.

La progresiva integración de las mujeres latinoamericanas al ámbito artístico durante los siglos XIX y XX permitió que estas formaran parte de la construcción de imágenes nacionales. Asimismo, les abrió la posibilidad de intervenir en procesos sociales y políticos desde donde pudieron reivindicar el espacio consignado a las mujeres. Por esta razón, el presente libro ahonda en las condiciones de formación de las artistas mujeres de Brasil, Argentina y Chile, y su incursión en los espacios artísticos dentro y fuera de la Academia. Asimismo, evidencia la influencia de los movimientos feministas en dichos espacios y el contexto dictatorial en el que se encontraban las artistas latinoamericanas durante la última mitad del siglo XX. En esa línea, las autoras enfatizan el rol activo que ocuparon las mujeres en la escena política y los sentidos simbólicos creados por estas a través del arte. En el cual, “lo estético se vuelve herramienta de resistencia, desafiando y desestabilizando los regímenes de significado que la dictadura había impuesto a los sujetos, a la calle y -en particular- a las mujeres y su rol social” (2017).


Roberta Rodrigues. El don de ver. Representación, discurso y activismo en imágenes comprometiendo la mirada en el espacio público. Actas del I Seminario Internacional de Investigación en Arte y Cultura Visual. Universidad de la República, Comisión Sectorial de Investigación Científica, Instituto “Escuela Nacional de Bellas Artes”, 2017.

El presente artículo corresponde a la ponencia de la investigadora Roberta Rodrigues presentada en el marco del I Seminario Internacional de Investigación en Arte y Cultura Visual (Uruguay). En este, la autora analiza el poder de representación de las imágenes y su capacidad de motivar reflexiones alrededor de nosotros y nuestro mundo: como productoras de sentido y narrativas compartidas. Adicionalmente, Rodrigues profundiza en las intervenciones visuales como forma de activismo donde estas retienen una memoria incómoda que cuestiona la oficial y, sobre todo, hace patente un reclamo político-simbólico. En efecto, la ocupación del espacio público por parte de estas imágenes revela las relaciones de poder que afectan este espacio y, por ende, son propuestas de enunciación política.


El Centro de Documentación del Idehpucp (CENDOC) se encuentra disponible para investigadorxs y alumnxs de la PUCP, así como también para todo el público en general, a fin de contribuir a la formación de una cultura de respeto a los derechos humanos. En virtud al Decreto de Estado de Emergencia Nacional, el CENDOC se encuentra cerrado. Si tuviera alguna consulta sobre los servicios que ofrecemos, sírvase a escribir al siguiente correo: l.mancilla@pucp.edu.pe

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