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Reseñas 25 de enero de 2022

En el año 2018, la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 24 de enero como el Día Internacional de la Educación para celebrar y promover el rol que esta tiene en la paz y el desarrollo. En la actualidad, 262 millones de niños y jóvenes no han sido escolarizados, y se encuentran en una situación de desventaja y vulnerabilidad. En efecto, la educación no solo es un derecho fundamental, sino también un recurso indispensable para que los individuos puedan defender el resto de sus derechos. Por esa razón, el Centro de Documentación (CENDOC) pone a su disposición una lista de cinco libros y artículos sobre educación en derechos humanos, y su importancia para el desarrollo de todo sujeto.


Magendzo, A. 2003. Pedagogía crítica y educación en derechos humanos. Paulo Freire. Revista de Pedagogía. 

En el presente artículo, Abraham Magendzo desarrolla las relaciones existentes entre la Educación en Derechos Humanos y la conocida Pedagogía Crítica. Siguiendo el trabajo iniciado por Paulo Freire, reconoce la naturaleza ética y política de la educación. En esta línea, el autor enfatiza en la importancia de crear “una conciencia crítica en el estudiante” (2003: 21). De esta manera, para que todas las personas se vuelvan conscientes de que son sujetos de derecho, la pedagogía crítica debe ser interdisciplinaria, reflexionar sobre las relaciones entre la periferia y los centros de poder, y rechazar la distinción entre cultura superior y cultura popular. Con ello, la educación se vuelve un elemento fundamental para la liberación, ya que permite al estudiante desarrollar una perspectiva crítica. En este contexto, la acción pedagógica se vuelve una herramienta para prevenir posibles violaciones de derechos humanos.


El conflicto armado interno en el Perú dejó 70 mil muertos, el 75% de los cuales provenían de zonas rurales quechua o aymara-hablantes. La discriminación por el color de piel, la condición económica y la identidad cultural fueron decisivos para la vida de miles de peruanos durante dichos años. Por esa razón, Ariel Zylberman propone que “toda discriminación es una vulneración suprema de los derechos humanos” (2008) y, por ende, que solo una educación intercultural puede “frenar la violencia desencadenada por la discriminación y falta de tolerancia” (2008). Desde esta óptica, el libro brinda una introducción a los derechos humanos, intercultural y educación; resalta los principales derechos que la educación intercultural pone en práctica; y, finalmente, realiza recomendaciones para su actualización.


Como se señaló en la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos (Viena, 1993), “la educación, la capacitación y la información pública en derechos humanos es esencial para promover y lograr relaciones armoniosas entre las comunidades y para impulsar la comprensión mutua, la tolerancia y la paz” (1999: 9).  De esta manera, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) encargó al Instituto Interamericano de Derechos Humanos la generación de insumos para que los educadores se capaciten en la enseñanza en derechos humanos y adquiera recursos que promuevan el aprendizaje. Por lo cual, el libro no solamente desarrolla conceptos fundamentales como la dignidad, libertad igualdad y justicia, sino que también propone soluciones y recomendaciones desde una perspectiva práctica para afrontar la vulnerabilidad que afrontan grupos sociales como las mujeres, los niños, discapacitados, etc. El Manual fue revisado por un grupo de especialistas con experiencia previa en el campo y sus contenidos fueron sometidos a validación en talleres realizados en El Salvador y Honduras.


 En el presente artículo, Beltrán plantea la necesidad de entender la labor educativa superior desde su rol catalizador de la personalidad humana, el cual se sustenta en el “fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales” (208). En ese sentido, se sostiene que una educación en Derechos Humanos no posee un rol subsidiario, sino que es el centro desde donde puede gravitar toda la praxis educativa. Para ello se debe empezar por un reconocimiento de la personalidad humana como construida, es decir, como sujeta a una multitud de factores (sociedad, lengua, sexo, etc.) que moldean su voluntad. No obstante, no se trata de afirmar que los hombres estén completamente sujetados y desconocer la posibilidad de la acción individual. Por ello, el autor subraya también el factor decisivo que obtiene la acción individual como agente motivador de cambio social. De allí que Beltrán afirme que su propuesta busca poner al centro a la acción del sujeto al “buscar construir un conocimiento que sea determinante para la acción” (210).


Aunque el libro del teórico brasileño fue publicado por primera vez en el año 1968, su contenido continúa vigente para la búsqueda de una sociedad más justa y democrática para todos. Este propone que el estado actual del mundo presenta una situación dicotómica que genera opresores y oprimidos y que vulnera los derechos de los menos favorecidos. Según Freire, el sistema educativo reproduce la estructura social que favorece a los opresores y sus intereses. Frente a ello, y a partir de situaciones concretas, Freire propone una educación problematizadora como práctica de la libertad que forme conciencia crítica. Así, la pedagogía humanista permite que los propios oprimidos sean conscientes de su opresión y se comprometan con la transformación de la sociedad que la permite.


El Centro de Documentación del Idehpucp (CENDOC) se encuentra disponible para investigadorxs y alumnxs de la PUCP, así como también para todo el público en general, a fin de contribuir a la formación de una cultura de respeto a los derechos humanos. En virtud al Decreto de Estado de Emergencia Nacional, el CENDOC se encuentra cerrado. Si tuviera alguna consulta sobre los servicios que ofrecemos, sírvase a escribir al siguiente correo: l.mancilla@pucp.edu.pe