Edición N° 40 02/10/2023 Ponencia

La reconciliación requiere construir un país diferente

Augusto Castro

Por: Augusto Castro

Filósofo y docente PUCP.

 

Ponencia pronunciada el 1 de septiembre de 2023 por Augusto Castro, filósofo y docente de la PUCP, en el la mesa de cierre «Actualidad y vigencia del Informe Final de la CVR»

 

¿El diagnóstico de la CVR sirve para entender la crisis actual? ¿Este diagnóstico sigue vigente para los derechos humanos y para entender la sociedad, la política y la cultura? Mi respuesta es que, a pesar de que el Informe de la CVR tiene un contexto y un momento distinto a este, hay cosas comunes porque finalmente estamos en el mismo país. Tampoco es que hayamos cambiado tanto; somos más o menos la misma gente. La gente joven felizmente no lo vivió, pero de alguna manera somos parte de la herencia de lo que se discutió en ese momento.

Augusto Castro exponiendo sus ideas en el conversatorio «Actualidad y vigencia del Informe Final de la CVR».

Me puse a revisar algunas cosas de la Comisión de la Verdad y, en particular, pensando si realmente había que recoger una parte que podría servirnos para ahora, porque la información sobre la guerra, los tipos de tortura, la discusión sobre qué es la verdad, entre otros, podrían ser temas interesantes, pero no para lo que significaba esta mesa. Entonces pensé que el último tomo, la cuarta parte del Informe, es el tema que precisamente estaba engarzado con los problemas que tenemos porque trata de las recomendaciones, la reconciliación, las exigencias de determinadas garantías en el Estado en términos de reformas institucionales y todo lo que es la política de reparaciones. Todo eso está en ese tomo. Lógicamente, esa es parte de lo que discutimos y da pie a muchas de las preguntas que nos hacemos durante tantos años y ahora en esta mesa.

La reconciliación es el esfuerzo por reconstruir el acuerdo político que se ha roto. Ese es un tema totalmente distinto a la coyuntura de hoy”


Quiero recordarles la idea de la reconciliación. La reconciliación exige una definición, porque pareciera que es simplemente darse una mano, abrazarse, decirse «Ya, hermano, pasó todo». Efectivamente, esa fue la idea cuando se le puso el nombre de Comisión de la Verdad, y Toledo añadió Reconciliación. Recordemos que colocó entre los comisionados a un militar, con la idea de que la CVR tenía que llegar a un acuerdo, pero lo más importante era la reconciliación. Eso nos llevó a trabajar el tema con mucha profundidad.

La reconciliación es el esfuerzo por reconstruir el acuerdo político que se ha roto. Ese es un tema totalmente distinto a la coyuntura de hoy. En la época de la guerra con Sendero Luminoso, lo que estaba roto era el acuerdo político que daba sustento al Estado, por eso había guerra y si algo expresa esta es precisamente división, y, por lo tanto, restablecer la unidad de los peruanos significaba poner nuevos elementos para ello. Pero ¿sobre qué base se da la reconciliación?, ¿sobre bases emocionales? Se basa centralmente en la justicia, en las reparaciones; «reconcilio» significa re-junto, re-uno, re-construyo el pacto social. Ese es el sentido de la reconciliación. Y si queremos evaluar, el Perú nunca ha estado reconciliado; siempre hemos estado divididos, siempre hemos sido discriminadores de unos y de otros. Efectivamente, la reconciliación suponía y supone imaginar un país diferente.

En el contexto de la Comisión, en el que se veía y escuchaba tanta pena, tristeza y desgracia, el equipo con el que trabajamos los temas relativos a la reconciliación propuso una idea que tenía como rótulo: «Del dolor a la propuesta». Nuestra idea era: «Hay que reconocer todo lo que ha pasado, pero ¿cuál es la propuesta?, ¿cuál es la alternativa?, ¿qué es lo que tenemos que hacer?». Y eso es la reconciliación, la cual no se ha desarrollado en términos generales de una manera feliz en estos veinte años.

Se discutió muchas veces cuáles eran los componentes exitosos de un proceso de reconciliación y se señalaron nueve: un país multiétnico, pluricultural, multilingüe y multiconfesional, eso significa un país reconciliado; significa también atención del Estado al campesinado, no solamente a cualquier otra clase, sino al campesinado; además, un país con memoria histórica que conozca su verdad, que se reconcilia; un país que revalora a la mujer. Igualmente es importante tener en cuenta la reconciliación y construcción de ciudadanía, no hay posibilidades de reconciliarse si no hay ciudadanía en el país; tampoco hay posibilidad de reconciliación si no hay cultura democrática; no hay posibilidades de reconciliación sin una educación en valores —vale decir, práctica ética y formar a los muchachos en esa perspectiva—; no hay reconciliación sin políticas de reparación; y, por supuesto, no hay reconciliación sin el fortalecimiento del Estado de derecho. Eso señala el documento. Todo está desarrollado en las páginas del Informe, con testimonios de la gente.

No se puede permitir que nadie camine impune después de haber matado gente”


Eso se hizo sobre la base de los 17 000 testimonios que recogimos de lo que la gente había pensado como futuro para el país. Esto me parece importante y yo les diré personalmente que a veces siento mucha frustración, porque ese es el proyecto político para construir un país nuevo, decente, porque la Comisión de la Verdad trabajó en la cloaca de este país, en medio de toda la miseria humana que había, vimos cosas horrendas; para eso no construimos este Estado. La pregunta era cómo construir un proyecto político diferente. Había muchísimas propuestas, por supuesto, y estas no se acabaron. La idea era, entonces, trabajar en esas perspectivas y, de alguna manera, construir elementos nuevos.

Sendero Luminoso quería un acuerdo político para no sufrir cárcel, por supuesto que eso no es reconciliación; tampoco decir «Ya se acabó la guerra; entonces, empate», o que los militares que habían cometido crímenes simplemente dijeran «Ah, no, como ganamos, entonces todos pasamos piola». El que viola los derechos humanos, la vida humana, va preso. Esa es la base de la reconciliación, porque no se puede permitir que nadie camine impune después de haber matado gente.

Foto final del conversatorio «Actualidad y vigencia del Informe Final de la CVR. ¿Cuáles son los desafíos que nos trae en un contexto como el de ahora?» De izquierda a derecha se encuentran Javier Torres, Patricia Salas, Eduardo Vega, Sofía Macher y Augusto Castro.

Entonces, allí aprendimos también una nueva manera de mirar a la derecha y a la izquierda. Si alguien dice que es de izquierda pero mata, no puede ser justificable. Entre las reformas institucionales, ustedes pueden ver que hay una reforma general: el país debe renunciar a la violencia en asuntos de política. Nadie puede matar por ideas, ni por posiciones; nadie tiene ese derecho porque estamos en un Estado y en una sociedad democrática donde cada quien puede tener todas las ideas que quiera.

¿Cómo enfrentar los acontecimientos que han acaecido ahora? Si mantengo el criterio de que nadie tiene derecho a matar a nadie, no se justifica ninguna de las muertes ocurridas en enero y febrero. No hay que ir más allá. Ni el Estado, ni la policía, ni el Ejército tienen derecho a matar a nadie. ¿Cómo es posible que enseñemos en Teoría del Estado que su presencia garantiza los derechos y la vida de las personas mientras está matando a la gente? Eso es una contradicción. No se necesita ser cristiano, ni católico, ni de ninguna religión; es un principio de conducta y de vida. Yo creo que esos temas no están lo suficientemente planteados en nuestra vida cotidiana, y la discriminación sigue, expresada en el maltrato a la mujer, hacia las regiones, por mencionar algunos. Creo que hay que entender que la CVR fue, nuevamente, el intento de retomar el proyecto viejo que busca construir una nueva sociedad. Por supuesto, creo que somos conscientes de que hay sectores en esta sociedad que son opuestos a eso.

Estas protestas no se acabaron en enero y febrero. Van a seguir. Entonces, se supone que hay que democratizar este país, construir nuevas perspectivas sin abandonar los hitos de lucha y las experiencias que hemos tenido. La CVR es un punto importante en lo que significa la construcción del país, y yo creo que siempre será un tema de referencia para los problemas de hoy, pues considero que tiene un espíritu que no debemos abandonar.