Por Kathy Subirana (*)
La organización civil Más Igualdad Perú ha publicado un revelador estudio sobre la salud mental de las personas LGBT+ en el país. Con una metodología sólida y datos significativos, el informe arroja luz sobre una problemática urgente y poco atendida. Entre los conceptos clave destaca el llamado “estrés de las minorías”, acuñado por el psicólogo Ilan Meyer, que describe cómo los grupos marginalizados enfrentan, además de los desafíos cotidianos, una carga emocional adicional debido a la discriminación y el estigma.
En un contexto como el peruano, donde los prejuicios hacia la comunidad LGBT+ son una realidad persistente, este estrés afecta profundamente la salud mental. No se trata solo de episodios de violencia o discriminación, sino también de la constante expectativa de rechazo o agresión, lo que genera una “hipervigilancia” que impacta todos los aspectos de la vida diaria.
Por ejemplo, muchas personas trans carecen de documentos que reflejen su identidad, enfrentando interrogatorios, miradas de desconfianza y obstáculos al realizar trámites básicos, viajar o acceder a servicios. Estas experiencias recurrentes contribuyen al desgaste emocional y al desarrollo de diagnósticos clínicos como ansiedad, depresión y desregulación emocional. Según el informe, el 38 % de las personas encuestadas reportó haber recibido diagnósticos de salud mental, siendo las personas trans las más afectadas.
El estudio también explora el vínculo entre el estrés de las minorías y las prácticas de conversión, métodos ineficaces y dañinos que intentan “corregir” la orientación sexual o identidad de género. Es muy alarmante que, 1 de cada 4 encuestados indicó haber sido sometido a estas prácticas, ya sea de manera obligada (15 %) o voluntaria (11 %), impulsados por el miedo a la infelicidad o el temor a decepcionar a sus familias.
Entre las recomendaciones del informe se incluyen políticas públicas basadas en un enfoque afirmativo en la atención de salud mental, servicios libres de discriminación y el avance en el reconocimiento legal de derechos, como la ley de identidad de género y el matrimonio igualitario. Asimismo, subraya la necesidad de campañas educativas para erradicar el estigma y promover la inclusión. Estos y otros datos se muestran en el resumen ejecutivo al que se puede acceder en este enlace.
Sin embargo, el panorama político actual plantea desafíos, con autoridades poco comprometidas con los derechos humanos. Frente a esto, iniciativas como “Empresas Presente” de la organización Presente, buscan garantizar entornos laborales inclusivos y ofrecer recursos educativos para docentes y familias. Estas acciones demuestran que, aunque el Estado esté ausente, el sector privado y la sociedad civil pueden jugar un rol crucial en la construcción de una sociedad más justa.
El informe de Más Igualdad Perú es un recordatorio contundente de que la salud mental de las personas LGBT+ no puede esperar más. Es tarea de todos —gobierno, empresas y ciudadanos— actuar para reducir el impacto del estrés de las minorías y garantizar un trato digno y equitativo para todos.
(*) Encargada de prensa del IDEHPUCP.