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Durante las décadas de los ochenta y noventa, los países de América Latina lograron avances importantes en la construcción de sistemas políticos con los criterios mínimos para ser catalogados como democracias. Dejando atrás periodos violencia, autoritarismo y conflictos internos, se propiciaron contextos transicionales en los que se reconstruyeron entramados legales que habilitaron la transferencia pacífica de gobiernos mediante elecciones, y se pusieron en marcha iniciativas para la búsqueda de verdad y justicia. Sin embargo, en los últimos años, los déficits de estas democracias se han acrecentado y el avance del autoritarismo es cada vez mayor. Todo ello configura ya un patrón de estancamiento. Así, se superponen hoy las necesidades de preservación de la democracia y las tareas todavía inacabadas en materia de justicia, derechos de las víctimas de crímenes y violaciones de derechos humanos, políticas de memoria y otras.

El objetivo de la Línea de Investigación de Democracia y sociedades posconflicto es producir conocimiento especializado e interdisciplinario sobre los diversos aspectos, tendencias, desafíos y oportunidades de los sistemas democráticos en un contexto de sociedades posconflicto. Las actividades de la línea se enmarcan en los siguientes ejes temáticos: