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23 de julio de 2018

La semana pasada se presentó en el Ministerio público el primer informe de la Oficina de Análisis Estratégico contra la Criminalidad de esta entidad dedicado exclusivamente a la trata de personas. Frente a tan poca producción de datos sobre el tema en el país cabe señalar algunos alcances del informe, en especial los relacionados con las características de las víctimas de la trata de personas.

El informe nos permite tener una idea más cercana a la “realidad registrada”, es decir una realidad siempre insuficiente y parcial a la hora de establecer cuál es el universo total de víctimas, tomando en cuenta el sub-registro de denuncias. Según el Observatorio de Criminalidad del Ministerio Público entre 2009 y 2017 hubo 5707 denuncias que corresponden a un total de 7463 víctimas. Para el 2017 son 1433 denuncias por trata de personas. Las regiones que registran mayor incidencia de denuncias por trata de personas para 2017 son Madre de Dios, Tacna y Tumbes. El informe, al igual que otros anteriores y que la tendencia a nivel internacional, confirma que el más del 85% de las víctimas son mujeres y que en 50% de los casos las víctimas son niños, niñas y adolescentes. Los niños son especialmente afectados por la trata de personas ya que en 2017 del total de hombres víctimas de trata de personas el 75% tenía menos de 18 años.

Una variable interesante y poca visibilizada hasta la fecha es el número de víctimas extranjeras. Casi el 11% de las víctimas identificadas entre 2014 y 2017 son extranjeras mientras que en más de un 20% de los casos no se reporta la nacionalidad. Este dato es particularmente delicado y amerita mayor atención de parte de las autoridades encargadas del registro para establecer, por lo menos si estas personas son peruanas o extranjeras, y en ese último caso, determinar la nacionalidad o la ausencia de una. Por otro lado, cabe resaltar que en 2015 y 2016 fueron identificadas más de 60 víctimas extranjeras mientras que en el 2017 solo fueron 18. Es necesario contar con un análisis para explicar estas diferencias en los números, por ejemplo con el número de operativos de la policía nacional. En cuanto a las nacionalidades reportadas, en 2016 las nacionalidades colombianas y ecuatorianas eran predominantes con 28 y 23 víctimas respectivamente mientras que en 2017 las víctimas colombianas siguen siendo las más numerosas seguidas de las filipinas mientras que no se reporta víctimas ecuatorianas. En cuanto a las víctimas venezolanas se reporta una víctima el 2015 y dos en 2016 y 2017 respectivamente. Es necesario entender y profundizar el vínculo entre migración y trata para poder identificar víctimas extranjeras en general y, en especial venezolana. Otro punto es que si bien el informe detalla los datos estadísticos sobre las finalidades de la trata no se desglosa estas por nacionalidad de la víctima lo cual impide relacionar la finalidad con la nacionalidad y, así afinar el análisis.

En cuanto a las finalidades de la trata de personas, en 2017 casi el 60% de casos son de explotación sexual, seguida por la explotación laboral (20%), la mendicidad (8%), la explotación doméstica (7%), y la venta de niños (3%) mientras que en 3% de los casos la finalidad no es identificada. En este punto, el mismo informe sostiene que esta data puede aparecer sesgada tomando en cuenta que existe un sub-registro de algunas finalidades tales como la explotación laboral. Sobre esta finalidad si bien no se cuenta todavía con datos sobre explotación laboral y su particular incidencia con colectivos migrantes y en particular, personas venezolana, de acuerdo a la última información presentada por la Organización Internacional para las Migraciones el 20.2% de las personas migrantes venezolanas encuestadas en Lima que han desempeñado alguna actividad laboral en Lima Metropolitana ha recibido menos de lo acordado y el 8.5% no ha recibido ningún pago. Estos datos reflejan una particular vulnerabilidad de esta población a situaciones de explotación.

Hoy se conmemora del Día Mundial contra la Trata de Personas es importante conocer y entender esta aproximación desde los datos estadísticos que produce el Estado peruano. Por un lado, esta realidad registrada es la única fuente de información confiable con la cual se puede trabajar una política pública pensada desde y para las víctimas y, por otro lado, sabiendo que es una realidad parcial y hasta sesgada debe llevarse a cabo una labor de cuestionamiento y reflexión alrededor de ella para otra vez construir y, quizás aún más reconstruir una política pensada desde y para las víctimas.

* Escribe: Cécile Blouin, investigadora senior y responsable de la línea de Movilidad Humana del Idehpucp. 


[1]Oficina de Análisis Estratégico contra la Criminalidad del Ministerio Público 2018 Informe de análisis 01 La respuesta del Ministerio Público frente a la trata de personas Evidencia de mercados, uso de tecnología y delitos conexos. Página 140 Lima: Ministerio Público

[2] Como lo indica el informe en 2017 12 regiones registran una incidencia de más de 5 denuncias por 100,00 habitantes.

[3] Organización Internacional para las Migraciones Monitoreo de Flujo de Migración Venezolana en el Perú DTM Ronda 3 Julio 2018 http://www.globaldtm.info/es/peru/