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Análisis 12 de marzo de 2024

Por Mariela Villasante (*)

Como sabemos, el 7 de octubre de 2023 la organización palestina Hamás (Movimiento de resistencia islámica), que gobierna la Franja de Gaza desde 2007, realizó un vasto y brutal ataque contra civiles israelíes [1,200 muertos, 240 rehenes]. El Estado de Israel inició entonces un ciclo de represalias extremadamente violento con el fin de “destruir a Hamás en Gaza”. Para conseguir este objetivo incoherente con las referencias internacionales de reglamento de conflictos, el gobierno de “unión nacional” de Netanyahu ordenó al ejército israelí bombardear Gaza y entrar en ese territorio donde sobrevivían 2,3 millones de palestinos sometidos al bloqueo total desde 2007. Es decir, desde hace 15 años. Precisemos que Israel había ocupado Gaza entre 1967 y 2005, con presencia militar y 7 mil colonos; pero en 2007 el triunfo electoral de Hamás, rival político del partido Fatah de la Autoridad palestina —fundada por Yasser Arafat (1929-2004), líder histórico del movimiento palestino— trajo consigo la decisión israelí de imponer un bloqueo sin precedentes para los habitantes de Gaza. La guerra actual se enmarca en ese contexto de asfixia de la sociedad palestina y de la emergencia de tendencias de violencia extrema en el seno de Hamás, representado por su grupo militar Al-Qassam, responsable de los ataques de octubre. Actualmente, cinco meses después, Gaza ha sido prácticamente destruida, más de 31 mil palestinos han muerto bajo las bombas, y lo que queda es un campo de ruinas y de desolación. Israel ha bombardeado hospitales, escuelas, universidades, mezquitas, inmuebles de residencia y locales administrativos, todo el patrimonio cultural, y rechaza la entrada de ayuda humanitaria, una estrategia totalmente contraria a las normas del derecho internacional humanitario que el Estado de Israel no respeta en lo absoluto. Tanto Hamás como Israel perpetran crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra (Villasante, Revista Ideele n° 311[i]).

En esta nota abordo las denuncias presentadas ante la Corte Internacional de Justicia [CIJ] de la ONU, contra el Estado de Israel. En efecto, en diciembre de 2023, Sudáfrica ha acusado a Israel de perpetrar un “genocidio” contra los habitantes de Gaza; las audiencias sobre este caso tuvieron lugar en enero de 2023. Por otro lado, en diciembre de 2022, la Asamblea general de la ONU solicitó a la CIJ aportar un dictamen jurídico sobre la ocupación de los territorios palestinos por Israel desde 1967. Las audiencias de este caso tuvieron lugar entre el 19 y el 26 de febrero en La Haya (Países Bajos). Antes de abordar esos procesos expongo el contexto de la guerra actual, la posición de la comunidad internacional y aquella de las Naciones Unidas.  

El contexto y la evolución de la guerra de Israel contra Palestina (Gaza y Cisjordania)

Se estima que más de 31 mil palestinos de Gaza, sobre todo mujeres y niños, han fallecido bajo las bombas y las armas israelíes obtenidas en gran parte de Estados Unidos y también de Alemania y Canadá. En cinco meses 31 mil personas, en su inmensa mayoría no combatientes, han muerto en Gaza, una cifra trágica que es casi la misma que se ha registrado entre los soldados de Ucrania después de dos años de guerra contra el ejército ruso que intenta anexar ese país. Cuando en febrero de 2021 el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ordenó la invasión militar a Ucrania para “reunificar Rusia”, los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), la Unión Europea y los Estados Unidos, empezaron un apoyo masivo, en armas y en financiamiento, al gobierno del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky contra la agresión rusa, que continua hasta el presente.

En cambio, la nueva guerra de Israel contra Gaza/Palestina, la más brutal jamás registrada, tiene diferencias importantes. En efecto, el gobierno israelí dirigido por Benjamin Netanyahu es el más ultraderechista y ultrarreligioso de la historia de Israel y sus políticas antidemocráticas implicaron protestas masivas durante el año 2023. En ese marco, el ataque de Hamás del 7 de octubre desató una ola brutal de represalias militares, llamada “doctrina Dahiyé” [el empleo de una ‘fuerza desproporcionada’, ya utilizada contra el Hezbollah libanés en 2006] de parte del gobierno israelí. El coronel Yogev Bar-Shesht declaraba el 4 de noviembre: “quien quiera que regrese aquí no encontrará nada, solo una tierra arrasada. Ninguna casa, nada de agricultura, nada. No tienen ningún futuro aquí.” (Le Monde del 6 de marzo de 2024[ii]). La estrategia destructora es clara.

La posición de la comunidad internacional ha cambiado radicalmente. Al inicio, siguiendo la tradicional posición diplomática de Estados Unidos, la mayoría de los 27 países de la Unión Europea y el Reino Unido, la comunidad internacional aportó su “solidaridad” a Israel. Como muchos analistas han expresado, se usó “un doble rasero”: el mundo demócrata apoya a Ucrania contra la agresión rusa, y hasta hace poco apoyaba también a Israel porque se trata de un país creado para “compensar” la Shoah, la destrucción de judíos de Europa bajo el régimen de Hitler. Recordemos que la creación del Estado de Israel en 1948 en Palestina, controlada por el Reino Unido, se fundó sobre la idea mitológica que considera que ese territorio, “Israel”, fue “otorgado por Dios” al “pueblo judío; Shlomo Sand, historiador israelí, lo explica con detalle en su libro La invención del pueblo judío (2011 [2008]). En efecto, los sionistas europeos que llevaron a cabo el plan de “retorno a Israel” desde los años 1910, no se preocuparon nunca en considerar que desde hacia siglos, ese territorio era el hogar ancestral del pueblo palestino — ex provincia romana, luego otomana, y bajo mandato británico entre 1922 y 1947 (Naciones Unidas, La cuestión palestina[iii])— y que fundar un Estado moderno en una zona ocupada por otro pueblo era ilícito y contrario a las normas internacionales. ¿Por qué se reconoció la creación del Estado de Israel en 1948? Porque de esa manera se podía “indemnizar a los “judíos” por la destrucción [Shoah] que sufrieron en Alemania nazi. Israel fue fundado como Estado expulsando a cientos de miles de palestinos de sus territorios, época que ellos llaman la Nakba, la ‘catastrofe’[iv].

Mapa de la evolución de los territorios de Palestina y de Israel entre 1947 y el presente (Research Gate)

Desde hace 75 años la guerra es una constante en este territorio, y la creación de un Estado palestino había desaparecido de las agendas internacionales, en particular de los países árabes vecinos y lejanos que condenaron siempre la ocupación ilegal de Palestina. El terrible atentado de Hamás del 7 de octubre de 2023 ha puesto la cuestión palestina en el primer rango de conflictos en el Oriente Medio, con repercusiones en todo el mundo, sobre todo en Estados Unidos y Europa occidental, donde residen miles de palestinos, de árabes y de judíos. Para la comunidad internacional e incluso para muchos israelíes, ha sido siempre difícil diferenciar la adhesión a la religión hebrea y musulmana, y la ideología política sionista de Israel. Se suponía que “todos los judíos son sionistas” y “todos los árabes musulmanes son anti-sionistas”. En segundo lugar, se ha confundido siempre el antisionismo con el antisemitismo, lo cual es un craso error.

• Las atrocidades perpetradas por el ejército de Israel en Gaza han transformado y esclarecido por vez primera en la historia verdades antiguas: todos los judíos no son sionistas, al contrario, como explican miles de judíos norteamericanos, la creación del Estado de Israel es contrario a la profecía según la cual es el Mesías quien deberá crear un Estado hebreo, no un grupo de sionistas europeos. Por lo cual ellos consideran que Israel no debió nunca ser reconocido como Estado, y aportan su solidaridad al pueblo palestino (SwissInfo 15 de octubre de 2023[i]). Además, desde el inicio de la guerra decenas de miles de norteamericanos y europeos manifiestan su respaldo al pueblo palestino[ii]. En fin, el ataque de Hamás no fue “antisemita”, los árabes y los judíos son pueblos lingüísticamente semitas, fue un ataque extremista y cruel contra los israelíes.

• En segundo lugar, los ataques israelíes a civiles palestinos han hecho cambiar de posición a muchos Estados, incluyendo a Estados Unidos. El presidente Biden ha intentado por todos los medios de influenciar una tregua que permita el retorno de los rehenes capturados por Hamás, la normalización de la ayuda humanitaria que el gobierno de Netanyahu se niega a conceder, sin obtener resultados. Por lo cual desde febrero de este año la posición de las potencias occidentales, fundada sobre informes de Naciones Unidas y otras fuentes intachables, reprochan y critican la violencia desproporcionada de Israel contra los palestinos de Gaza y las violencias de los colonos israelíes contra los palestinos de Cisjordania. El gobierno de “unión nacional” israelí está en vías de implosión, el 5 de marzo la vicepresidenta Kamala Harris ha recibido al exgeneral Benny Gantz [centro-derecha], miembro del gobierno, en la Casa Blanca y rival político de Netanyahu (El País del 5 de marzo de 2024[iii]). Lo cual implica que el gobierno actual empieza a desmoronarse y que habrá elecciones pronto, como lo exigen miles de israelíes de Tel Aviv.

Las denuncias internacionales contra las atrocidades de Israel contra los Palestinos de Gaza

Numerosos informes de Naciones Unidas y de la prensa palestina, árabe e internacional demuestran que Israel está llevando a cabo una empresa de destrucción masiva —eliminacionista diría Daniel Goldhagen, 2009— de Gaza y de sus habitantes. Esta estrategia concierne la memoria, con la “profanación de cementerios a escala industrial”, y también el futuro, con la destrucción de universidades. Todas las tentativas para inducir al gobierno de Netanyahu a negociar una solución política a la guerra han fracasado. Israel rechaza incluso que la ayuda humanitaria de urgencia entre a Gaza desde Egipto. Por ello, a inicios de marzo comenzaron a realizarse envíos de alimentos por avión; lo cual prueba la “impotencia” de la comunidad internacional ante la “intransigencia israelí” (Le Monde del 6 de marzo). En fin, las negociaciones han sido influenciadas negativamente por un hecho trágico, el 25 de febrero el ejército israelí abrió el fuego contra palestinos de Gaza que trataban de recuperar alimentos lanzados por aviones, matando por lo menos 112 personas (United Nations Human Rights, 5 de marzo de 2024[iv]).

La posición de las Naciones Unidas

Desde el inicio de los ataques de civiles en Gaza, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, ha condenado el ataque de Hamás contra los israelíes y ha denunciado las atrocidades del Estado de Israel contra la población de Gaza. Ello le ha valido respuestas poco diplomáticas y agresivas de parte del gobierno israelí. El 27 de octubre de 2023 la Asamblea general de la ONU adoptó, una Resolución sobre la protección de civiles y las obligaciones jurídicas y humanitarias, aprobada por una mayoría de 120 Estados. Pero la Resolución se quedó en letra muerta. Sin embargo, los informes continuaron. Así, por ejemplo, el 2 de noviembre de 2023, siete Relatores especiales de Naciones Unidas publicaron un comunicado en el cual se inquietan de un “riesgo de genocidio en Gaza” y una “catástrofe humanitaria” y piden a Israel y a sus aliados aceptar “un alto al fuego inmediato”. Los bombardeos a campos de refugiados fueron calificados de “violación flagrante del derecho internacional” (Naciones Unidas, 2 de noviembre de 2023[v]).

2: Antonio Guterres, 55° Sesión del Consejo de Derechos Humanos, Ginebra 7 de febrero (ONU Info)

El 7 de febrero de 2024, en el marco de la 55° Sesión del Consejo de Derechos Humanos, en Ginebra, Antonio Guterres declaró que “nuestro mundo ha entrado en una era de caos, deplorando las divisiones sin precedentes del Consejo de seguridad, incapaz de actuar ante los “conflictos terribles” que se multiplican, en Gaza, en Ucrania, en Sudan, en Congo, en Birmania, en Yemen. Sobre la guerra en Gaza, Guterres ha advertido a Israel sobre un eventual asalto terrestre a Rafah, donde sobreviven un millón y medio de palestinos expulsados del norte de Gaza, y ha pedido una vez más un cese del fuego inmediato y la liberación de todos los rehenes. Ha propuesto también que en la “Reunión sobre el futuro”, prevista en septiembre de 2024 en New York, el Consejo de seguridad de la ONU sea totalmente restructurado; así como el sistema financiero internacional y que se cree una entidad internacional que prepare los choques mundiales complejos que afronta el planeta. Guterres recalcó que “la paz es la vía a seguir para salir de las crisis actuales” (ONU Info, 7 de febrero de 2024[i]).

En fin, el Comisionado general de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA), Philippe Lazzarini, lamenta la campaña de Israel contra su organismo, acusado de “favorecer a los terroristas de Hamás”, y ha declarado que le “sorprende la deshumanización y la falta de empatía ante el sufrimiento de los palestinos” (El País, 7 de marzo de 2024[ii]).

Sudáfrica contra Israel por “genocidio” ante la Corte Internacional de Justicia

• El 29 de diciembre de 2023, Sudáfrica —que sufrió un régimen de apartheid entre 1948 y 1991 y que es una antigua aliada de Palestina— presentó una denuncia contra Israel por “genocidio” ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ), tribunal de la ONU encargado de solucionar los diferendos entre los Estados (CIJ 29 de diciembre[iii]). Recordemos que esta instancia fue creada en 1945 y está compuesta de quince jueces elegidos por un mandato de 9 años, con sede en La Haya y es presidida por la abogada norteamericana Joan Donoghue[iv]. Días antes, el 21 de noviembre, Pretoria suspendió sus relaciones diplomáticas con Tel-Aviv para protestar contra los ataques israelíes en la banda de Gaza, calificados de “actos de genocidio”. La denuncia es apoyada por 60 Estados, entre los cuales los 57 países de la Organización de la cooperación islámica (OCI), y 3 países latinoamericanos: Colombia, Bolivia y Brasil. Israel y su aliado Estados Unidos, han juzgado esta denuncia “sin fundamento”; el Reino Unido y Alemania la han criticado, y los países de la Unión Europea no ha manifestado su opinión (Naciones Unidas, 9 de enero de 2024[v]).

3: Miembros del equipo jurídico de Sudáfrica en la CIJ, 11 de enero de 2024 (ONU Info)

Los días 11 y 12 de enero tuvo lugar una Audiencia Pública en La Haya para examinar las medidas solicitadas por Sudáfrica. Pretoria demandó a la CIJ ordenar a Israel de cesar de matar y causar graves daños mentales y físicos al pueblo palestino de Gaza, de cesar de imponer deliberadamente condiciones de vida destinadas a llevar a su destrucción física como pueblo y permitir el acceso libre de la ayuda humanitaria. Además, Pretoria invocó sus “derechos y obligaciones” a fin de prevenir el genocidio y “proteger los palestinos de Gaza de la destrucción”. Esos derechos y obligaciones se ejercen en el marco de la Convención de 1948 de Naciones Unidas sobre la prevención y la represión del crimen de genocidio. Esta obligación, y la prohibición de perpetrar genocidios son consideradas normas de derecho humanitario internacional y se imponen a todos los Estados, que formen o no parte de los 153 países (incluyendo a Israel) que han ratificado dicha convención. Si las medidas solicitadas por Sudáfrica para hacer cesar las hostilidades son adoptadas por la CIJ son vinculantes jurídicamente. En otras palabras, Israel estará obligado a respetarlas (Naciones Unidas, 9 de enero). Esta denuncia es distinta de otra demanda que concierne Israel y Palestina, como veremos más adelante; dicho proceso fue objeto de Audiencias públicas entre el 19 y el 26 de febrero de 2024.

Por su parte, Israel “rechazó con asco la difamación” y reprochó a África del Sur realizar una “operación barata ante la CIJ”. El jefe del Consejo de seguridad israelí, Tzachi Hanegbi, declaró a la prensa que “el Estado de Israel es signatario de la Convención desde hace décadas”, y que “responderán y rechazarán esta demanda ridícula”, “la alegación infundada según la cual Israel no tiene derecho de defenderse es una vergüenza y esperamos que todos los países civilizados se unirán a nuestra posición.” (Naciones Unidas, 9 de enero). Una posición negacionista. Recordemos que las decisiones de la CIJ son vinculantes en el plano legal, y tienen una fuerte dimensión simbólica. Sin embargo, aun cuando la CIJ no disponga de medios coercitivos de hacer respetar sus veredictos, hay un mecanismo si un país rechaza una decisión: demandar al Consejo de seguridad votar una Resolución.

• El 26 de enero la CIJ ha publicado un premier veredicto (CIJ 26 enero de 2024[vi]), y ha ordenado a Israel que tome inmediatamente las medidas para garantizar que su ejército no viole la Convención sobre el genocidio. Además, ha pedido a Israel que permita entrar la ayuda humanitaria necesaria; pero no ha ordenado cesar las operaciones militares. La denuncia por genocidio está siendo examinada y se espera un veredicto dentro de seis meses (Naciones Unidas, 25 de enero de 2024[vii]).

• El 6 de marzo, Sudáfrica ha presentado una nueva denuncia ante la CIJ (CIJ 6 de marzo de 2024[viii]) la situación “terrorífica” e “indescriptible” pues la hambruna se ha instalado en Gaza, “por lo menos 15 niños palestinos, muchos de ellos bebés, han fallecido de hambre la semana pasada (…) muertes que han podido evitarse”. África del Sur ha pedido a la CIJ actuar de inmediato, sin convocar nuevas audiencias, y ha denunciado el menosprecio de Israel a la resolución del 26 de enero, en particular la orden que La Haya había impuesto a Israel de garantizar el acceso a la ayuda humanitaria. Israel ha rechazado el procedimiento afirmando que su ofensiva contra Gaza es un acto de “defensa legítima”. En el marco de la hambruna que están sufriendo todos los palestinos de Gaza, Pretoria demanda a la CIJ que ordene a Israel y a Hamás cesar los combates, liberar los rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos, y solicita también que se ordene a los 153 Estados que han firmado la Convención contra el genocidio “abstenerse de toda acción armada o de apoyo que podría atentar contra el derecho de los Palestinos de ser protegidos de genocidio” (Le Monde, 7 de marzo de 2024[ix]).

Las denuncias de 49 Estados contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia

En diciembre de 2022, la Asamblea general de la ONU pidió a la CIJ aportar un dictamen jurídico sobre la ocupación de los territorios palestinos por Israel desde 1967. Con mucho retraso, probablemente porque la cuestión Palestina no era una prioridad para la CIJ en aquel entonces, la CIJ organizó las audiencias sobre este caso, en medio de la guerra actual, entre el 19 y el 26 de febrero de 2024.

• Según la resolución adoptada en 2022 por 87 Estados, con 53 abstenciones y 26 votos en contra, los jueces son llamados a sacar las “consecuencias jurídicas de la violación por Israel del derecho de los Palestinos a la autodeterminación, de su ocupación [territorial], de su colonización [en Cisjordania] y de su anexión prolongada del territorio palestino desde 1967.” En otras palabras, los jueces de la CIJ deben definir la legalidad de la ocupación israelí de Palestina. Precisemos que esta demanda no es nueva, varios informes del Alto Comisario de los derechos humanos de la ONU han estimado que está ocupación es ilegal “a causa de su permanencia y de las políticas de anexión de facto del gobierno israelí”. No obstante, ningún juez ha confirmado está “ilegalidad” en el marco de las normas internacionales de justicia (Le Monde, 17 de febrero de 2024[x]).

Durante ocho días de audiencias, 49 Estados y tres organizaciones internacionales (la Unión africana, la Liga árabe y la Organización para la cooperación islámica) han presentado sus argumentos ante los jueces de la CIJ, bajo la presidencia del juez Nawaf Salam.  Las dos preguntas de la ONU a la CIJ fueron: ¿Cuáles son las consecuencias jurídicas de la violación persistente de Israel del derecho del pueblo palestino a la autodeterminación, de su ocupación, de su colonización y de su anexión desde 1967? ¿Qué repercusiones tienen las políticas y prácticas de Israel en el estatuto jurídico de la ocupación y cuáles son las consecuencias jurídicas para todos los Estados y las Naciones Unidas? (ONU Info, 22 de febrero de 2024[xi]). Todas las exposiciones fueron filmadas y representan un importante archivo de derecho internacional humanitario (CIJ 19-26 febrero de 2024[xii]).

4: Rawan Sulaiman, Riyad Al-Maliki y Riyad Mansur en la CIJ, 19 de febrero de 2024 (Reuters)

El ministro de relaciones exteriores de Palestina, Riyad Al-Maliki, declaró: “no es solamente histórico para nuestro pueblo y nuestra causa justa, es histórico para el derecho y la justicia internacional.” El Estado de Israel no se presentó ante la CIJ pues rechazó el juicio y, antes del 7 de octubre de 2023, envió un texto denunciando “una distorsión de la historia del conflicto” y reprochando a los dirigentes palestinos el no aceptar las ofertas de resolución del conflicto y el establecimiento de un Estado palestino al lado de Israel”. Después del inicio de la guerra, el gobierno de Netanyahu rechaza la propuesta de dos Estados palestino e israelí, que sus aliados occidentales (Estados Unidos, Reino Unido, Canadá) se esfuerzan en resucitar. Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Hungría y las islas Fiji se oponen a toda intervención de la CIJ y de la ONU en general en el conflicto israelí-palestino, y enviaron sus representantes a las audiencias para defender la posición de Israel (Le Monde, 17 de febrero).

• En las audiencias ante la CIJ, la gran mayoría de Estados han acusado Israel de obstruir la autodeterminación de los palestinos. Las delegaciones fueron recibidas por Riyad Al-Maliki, la embajadora de la Palestina en los Países Bajos, Rawan Sulaiman, y el embajador ante la ONU Riyad Mansur. La argumentación presentada por Riyad Al-Maliki ha sido muy emotiva y conmovedora:

“Me presento ante ustedes mientras 2,3 millones de palestinos en Gaza, la mitad de ellos niños, son asediados y bombardeados, asesinados y masacrados, hambrientos y desplazados ; mientras más de 3,5 millones de palestinos de Cisjordania y Jerusalén Este son sometidos a la colonización de su territorio y a la violencia racista que la permite; mientras 1,7 millones de palestinos en Israel son tratados como ciudadanos de segunda clase y extranjeros no bienvenidos en su tierra ancestral; y mientras a 7 millones de refugiados palestinos se les sigue negando el derecho a regresar a sus hogares.”

Luego pidió “el fin de la impunidad de Israel, un imperativo moral, político y legal”. Los sucesivos gobiernos de Israel han dejado a los palestinos sólo tres opciones: desplazamiento, sometimiento o muerte. Estas son las opciones: limpieza étnica, apartheid o genocidio. Pero nuestro pueblo está aquí para quedarse y no va a renunciar a sus derechos.” (ONU Info, 22 de febrero).

Asimismo, Al-Maliki, declaró: “¿qué significa el derecho humanitario internacional para los niños palestinos de Gaza hoy día? No ha podido protegerlos, ni su infancia, ni sus familias y su comunidad.” Luego expuso, mostrando fotos impactantes, la lenta agonía del pueblo palestino, con una identidad cultural que data del siglo VI antes de nuestra era, que ha sido ocupado y brutalizado desde 1948, cuando los británicos abandonaron el país que estaba bajo su dominación a los sionistas, que expulsaron más de 700 mil palestinos para ocupar sus tierras. Los británicos afirmaron que el conflicto “no es el asunto de la comunidad internacional, sino más bien del ‘orden del mundo’ establecido después de la Segunda Guerra Mundial” (Le Monde del 27 de febrero[xiii]).

Los analistas consideran que el veredicto final dependerá de los jueces, aunque podemos considerar que van a reconocer la ilegalidad de la ocupación de los territorios palestinos. Pero no están definidas las consecuencias de dicha ilegalidad. Los Palestinos y la gran mayoría de Estados que los apoyan (entre ellos Francia, Alemania, España, Brasil, Colombia, Chile, Cuba y Bolivia) han pedido que se declare “el retiro inmediato, incondicional y unilateral” de Israel de los territorios ocupados. Por su parte, Phoebe Okawa, representante de Namibia, ha afirmado que Palestina está bajo dominación militar de Israel y los gobernantes están en posición de debilidad, por lo cual es necesario que se cambie de marco jurídico, dejando de lado a los Estados que no tienen objetividad, implícitamente los Estados Unidos, y que la negociación se realice en el marco de la ONU. En efecto, en su argumentación, Riyad Al-Maliki ha recordado que, desde la creación del Estado de Israel, la Palestina se ha confrontado al veto de los Estados Unidos.

El término “autodeterminación” ha sido citado por la mayoría de juristas en las audiencias, seguido por los términos “apartheid” y “colonización”. Muchos Estados han denunciado en efecto la voluntad de adquisición de tierras palestinas por la fuerza [en Cisjordania sobre todo]. Rossa Fanning, procurador de Irlanda, ha afirmado que “la expansión de las colonias demuestra que Israel está comprometido en un proceso de anexión de Palestina desde hace décadas”.

El apartheid ha sido denunciado por los Estados de África del Sur, Namibia, Indonesia, Túnez e Irlanda, entre otros. En efecto, en los territorios ocupados los colonos israelíes tienen derechos que los palestinos no tienen. Según varios informes de la ONU, en Cisjordania viven más de 700 mil israelíes, entre los cuales 230 mil en Jerusalén Este, lo cual viola las Convenciones de Ginebra que prohíben al ocupante modificar la demografía de un territorio ocupado (ONU Info, 22 de febrero, Le Monde del 27 de febrero).

El tema de las “reparaciones” ha sido evocado por los Palestinos que han reclamado que el veredicto sea “preciso y detallado”. Además, el embajador de Líbano en los Países Bajos ha afirmado que, si la ocupación es declarada ilegal, Israel debe retirarse de Palestina y también reparar: “restituir tierras, campos de cultura, y bienes inmobiliarios despojados”. El representante de Francia, Allan Pellet, ha solicitado, además, reparaciones e indemnizaciones por los daños provocados por Israel. Egipto, Bolivia, Colombia, Cuba y Brasil también evocaron las reparaciones “conformes al derecho internacional”; además Brasil, Bolivia y Colombia han apoyado la denuncia de África del Sur contra Israel por “genocidio” (ONU Info, 22 de febrero).

La declaración de la ilegalidad de la ocupación israelí tendrá también consecuencias sobre los Estados; según Philippe Sands, jurista representante de Palestina, “todos los Estados miembros de la ONU deben respetar el derecho internacional y poner fin a la presencia israelí en Palestina”; es decir, Israel no debe recibir “ninguna ayuda, ningún financiamiento, ninguna arma, nada.” (Le Monde del 27 de febrero). En fin, el 8 de marzo, Volker Türk, el Alto Comisariado de Naciones Unidas a los derechos humanos, ha declarado que la expansión de colonias israelíes en los territorios ocupados es un “crímen de guerra” (France 24, 8 de marzo). Las conclusiones de la CIJ fueron publicadas el 26 de febrero con todas las informaciones de las Audiencias[xiv].

Reflexiones finales

• Las denuncias presentadas ante la CIJ, la más alta jurisdicción de justicia de las Naciones Unidas por África del Sur y por los 49 Estados y tres organizaciones internacionales (Unión africana, Liga árabe y Organización para la cooperación islámica), que apoyan la causa Palestina, marcan un precedente histórico de suma importancia que no podrá ser relegado en el contexto de violencia extrema actual contra el pueblo palestino. Es siempre dramático constatar que las verdades profundas, los dramas negados durante decenas de años, se reconocen con demasiada frecuencia, en contextos trágicos de violencia. No obstante, nadie esperaba que la ‘cuestión palestina’ debía llegar al extremo de la destrucción de Gaza y de la muerte de más de 31 mil palestinos bajo las bombas israelíes para que un tercio de Estados del mundo asuma la defensa de las reivindicaciones de Palestina desde 1948. En ese marco, debe quedar claro que las denuncias contra Israel no son “antisemitas”, como lo afirma la propaganda israelí. Lo que está en juego es la violencia extrema de un Estado contra una población sometida que no dispone de un ejército para defenderse y que ha recurrido a métodos extremistas contra el ocupante. Ante el calificativo de “terrorismo palestino” el gran escritor de origen palestino, profesor en Columbia University, Edward Said ha estimado que hay que tomar en cuenta siempre, sin hipocresía, el “terrorismo sionista” y el derecho a la autodeterminación del pueblo palestino (The Question of Palestine, 1979[xv]).

• La guerra en Gaza ha develado que, en el mundo multipolar actual, los Estados Unidos, gran aliado de Israel y gran proveedor de sus armas, han perdido su influencia en Oriente Medio. Los llamados del presidente Biden al gobierno de Netanyahu para que controle sus represalias desproporcionadas contra Gaza no son escuchadas. Peor aún, el gobierno israelí se niega a permitir la entrada de ayuda humanitaria. Hace unos días el gobierno israelí ha anunciado que Hamás debe liberar a todos los rehenes antes del 10 de marzo, fecha de inicio del ayuno musulmán de un mes, el Ramadán. De otro modo, el asalto previsto por tierra a Rafah será lanzado. Todas las negociaciones de tregua entre Hamás e Israel, con la intermediación de Qatar, Egipto, Estados Unidos y la Unión europea, han fracasado hasta el momento.

• Ante el desastre humanitario en Gaza, países vecinos como Jordania y Egipto, así como Francia, España, Estados Unidos y Reino Unido, están organizando lanzamientos aéreos de alimentos, medicinas y carpas. Biden acaba de anunciar la construcción de un puerto efímero para que la ayuda sea enviada en barcos a partir de Chipre (Le Monde del 7 de marzo). Pero por fortuna, un corredor marítimo ya está instalándose desde el sábado 9 de marzo con apoyo de la Unión Europea y de dos ONG españolas. No obstante, la situación seguirá siendo cruel e inhumana hasta que un cese del fuego sea efectivo, ante el peligro de que la guerra se extienda a los países árabes vecinos en las cuatro semanas de Ramadán, periodo santo en islam, que ahora empiezan.

(*) Investigadora asociada al IDEHPUCP


[i] ONU Info, 7 de febrero, La paix est la raison d’être de l’ONU, https://news.un.org/fr/story/2024/02/1142987

[iv] Véase: Cour internationale de Justice, https://www.icj-cij.org/fr/cour

[v] Naciones Unidas, Centre regional d’information pour l’Europe occidental, 9 de enero, https://unric.org/fr/cour-internationale-de-justice-la-plainte-sud-africaine-contre-israel-pour-genocide-a-gaza/

[vi] CIJ, Application of the Convencion on the Prevention and Punishment of the Crime of Genocide in the Gaza strip, https://www.icj-cij.org/sites/default/files/case-related/192/192-20240126-ord-01-00-en.pdf

[vii] Naciones Unidas, Centre regional d’information pour l’Europe occidental, 25 de enero, Plainte pour « génocide » à Gaza : la justice internationale rend un 1er verdict, https://unric.org/fr/gaza-la-justice-internationale-se-prononce-sur-la-plainte-pour-genocide/#:~:text=Plus%20de%2022%20100%20personnes,de%20la%20Santé%20du%20Hamás.

[xi] ONU Info, 22 de febrero de 2024, Territoires palestiniens occupés: 1ers jours d’audience internationale de Justice, https://news.un.org/fr/story/2024/02/1143417

[xv] Véase su entrevista sobre Palestina de 1988 : https://www.youtube.com/watch?v=7g1ooTNkMQ4


[i] Swissinfo.ch, La comunidad judía de New York fracturada por la guerra, https://www.swissinfo.ch/spa/la-comunidad-jud%C3%ADa-de-nueva-york-fracturada-ante-la-guerra/48892682

[ii] El 25 de febrero el joven soldado Aaron Bushnell, se incineró delante de la embajada de Israel en Washington en protesta contra el genocidio perpetrado por Israel contra Palestina, véase Le Monde, 4 de marzo, https://www.lemonde.fr/en/international/article/2024/03/04/the-self-immolation-of-aaron-bushnell-an-extreme-protest-for-palestine-in-washington_6581762_4.html Las manifestaciones de apoyo a Palestina son globales, véase: https://youtu.be/0NFzWSSY2Mg?si=8RByI6_OIcoO0zMW

[iii] El País , 5 de marzo, La vicepresidenta de estados Unidos se reúne con Benny Gantz, rival político de Netanyahu, https://elpais.com/internacional/2024-03-05/la-vicepresidenta-de-estados-unidos-se-reune-con-benny-gantz-rival-politico-de-netanyahu.html#

[v] Naciones Unidas, Gaza/Israel: “Risque grave de génocide”, https://unric.org/fr/gaza-israel-risque-grave-de-genocide-rapporteurs-de-lonu/


[i] Villasante, Crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra de Hamás y de Israel contra civiles desarmados, Revista Ideele n° 311, 4 de diciembre de 2023, https://www.revistaideele.com/2023/12/04/crimenes-de-lesa-humanidad-y-crimenes-de-guerra-de-Hamás-y-de-israelcontra-civiles-desarmados/

[iii] Naciones Unidas, La cuestión palestina, https://www.un.org/unispal/es/history/

[iv] Véase el documental “Palestine 1920: The Other Side of the Palestinian Story, Al Jazeera, https://www.youtube.com/watch?v=QUCeQt8zg5o