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Opinión 5 de agosto de 2025

Por Valeria Reyes (*)

El concepto de “punto de no retorno” es utilizado en diferentes contextos para hacer referencia al momento a partir del cual se torna imposible revertir una determinada situación o volver atrás, con lo que esta deviene irremediable. Por ejemplo, en el marco de la emergencia climática, desde la ciencia se ha sostenido que la humanidad se encuentra en camino a un punto de no retorno, el cual se alcanzará cuando la temperatura global promedio se ubique entre 1.5°C y 2°C por encima de sus márgenes preindustriales. Cuando ello ocurra, iniciará un derretimiento de hielo a gran escala que elevará el nivel del mar al punto de tornar inviable la vida humana en el largo plazo. Incluso si más adelante la temperatura cayera por debajo de los índices mencionados, los efectos son ya irreversibles. Se trata de un verdadero punto de no retorno[1].

Hoy, la guerra que libra Israel en Gaza ha alcanzado un punto de no retorno.

El conflicto entre israelíes y palestinos es incluso anterior a la fundación del Estado de Israel el 14 de mayo de 1948. Se remonta, en realidad, a noviembre de 1947, cuando la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución 181, proponiendo la partición de Palestina en tres entidades: un Estado judío, uno árabe, y una zona bajo control internacional. A partir de ese momento y hasta antes de la terminación del Mandato Británico en Palestina en mayo de 1948, entre 250 000 y 300 000 palestinos huyeron o fueron forzados a marchar al exilio como consecuencia del plan de partición[2]. Desde aquel entonces, la historia del conflicto en Oriente Medio ha estado colmada de graves episodios de violencia y de atroces violaciones a los derechos humanos.

Un nuevo capítulo inició, sin duda alguna, en octubre de 2023, luego de que Hamás lanzara un ataque armado contra Israel y tomara como rehenes a más de 200 personas civiles, muchas de las cuales continúan privadas de su libertad y enfrentando condiciones inhumanas incluso hasta la fecha. Sin embargo, tal como anunció Benjamín Netanyahu en el corto margen posterior al ataque de Hamás, Israel ha adoptado “severas” represalias, las cuales han superado cualquier límite ético, jurídico, político y, sobre todo, humano.

Los elementos de hecho y de Derecho para afirmar que Israel viene implementando una estrategia genocida en contra de la población de Gaza son reales, numeros y suficientes. Por más que existan aún resistencias para calificarlo como tal, hoy el mundo entero observa a través de las redes sociales y en tiempo real la perpetración de un genocidio. Uno, además, que se desarrolla en un contexto de extrema polarización, de tolerancia a los discursos de odio y de manipulación de la realidad a través de las herramientas de la tecnología y la inteligencia artificial. Todas ellas, variables que sirvan quizá para explicar el estado de adormecimiento e inacción que existe frente al uso del hambre como arma de guerra en contra de miles de niños, mujeres y personas mayores.

El Derecho Internacional ha definido al delito de genocidio como un conjunto de actos perpetrados con la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal[3]. Dentro de esos actos se encuentran, entre otros, matar a los miembros del grupo, provocarles lesiones graves a su integridad física o mental, o someterlos intencionalmente a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial. Cada uno de estos actos coincide con los agravios perpetrados en Gaza, pero es el último de ellos en el que se enfoca especialmente esta breve nota.

De acuerdo con Naciones Unidas, en la actualidad, la producción de alimentos es suficiente para alimentar a todas las personas a nivel global.[4] Sin embargo, circunstancias como los fenómenos climáticos extremos, las desaceleraciones y recesiones económicas, la desigualdad, o los conflictos armados son causa de inseguridad alimentaria y malnutrición mundialmente[5]. De hecho, el Derecho Internacional Humanitario en respuesta a las amenazas que los conflictos suponen para la seguridad alimentaria, contiene disposiciones específicas que prohíben a las partes enfrentadas impedir a la población civil el acceso a alimentos, o dirigir ataques contra zonas de producción y reservas de agua que comprometan la supervivencia de la población civil.[6]

En su informe “Anatomía de un genocidio” de 2024, Francesca Albanese, Relatora Especial de Naciones Unidas sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados desde 1967, daba cuenta de la grave inseguridad alimentaria que sufrían los residentes de Gaza a diciembre de 2023[7]. En el documento, Albanese relataba la situación de los palestinos en el norte de Gaza que se veían forzados a ingerir comida para animales y hierba para asegurarse un sustento, aunque incluso estas medidas desesperadas habían resultado insuficientes para evitar el incremento de muertes por inanición. De igual manera, la Relatora se refería a información obtenida por Naciones Unidas en los primeros meses del 2024 documentando ataques contra palestinos durante la distribución de alimentos en puntos de ayuda humanitaria. En opinión de Albanese – que comparto – estos repetidos episodios eran reflejo de la intención israelí de generar condiciones que conllevaran a la destrucción física del pueblo palestino, específicamente en los términos planteados por la Convención contra el Genocidio.

La situación descrita desde el 2023, se ha agravado profundamente hasta la actualidad. El 29 de julio de este año, siete relatores especiales de Naciones Unidas acusaron a Israel de “utilizar la sed como un arma para matar palestinos”, destacando que el recorte de agua y alimentos es “un arma silenciosa, pero letal, que mata principalmente a niños y bebés”[8]. Pocos días atrás, la organización “Médicos sin Fronteras” declaraba, en el mismo sentido, que en Gaza no existía una simple hambre, sino un sometimiento deliberado de la población a la hambruna, orquestado por las autoridades israelís como mecanismo de combate y de presión.[9] Según Amnistía Internacional, citando datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA), en solo los primeros seis meses del 2025, al menos 18 741 niños han sido hospitalizados – en un sistema de salud gravemente deteriorado por la guerra – por desnutrición severa.[10] Y, aunque Israel afirma haber habilitado un sistema de distribución de ayuda humanitaria en Gaza gestionado por la Gaza Humanitarian Foundation (GHF), existe numerosa información que revela que desde mayo de 2025, al menos 1 373 palestinos han sido asesinados por militares israelís mientras buscaban comida en los puntos de distribución de la GHF, con 105 víctimas mortales en tan solo dos días (30 y 31 de julio).[11]

Tal vez estas cifras suenen poco elocuentes si se les contrasta con los abrumadores dígitos que día a día se difunden en relación con la crisis de derechos humanos en Medio Oriente. Sin embargo, hace pocos días, la CNN publicó un repositorio visual denominado “In pictures: Starvation in Gaza” (“En imágenes: la hambruna en Gaza”) que resume con fotografías y videos lo que desde hace tantos meses se viene alertando: Israel usa el hambre como arma genocida en Gaza. Y, si hay para quienes es posible leer datos y números sin sentirse afectado, creo que es imposible mirar esas imágenes y no dejarse interpelar. Mi conclusión es que, como anticipaba al inicio de esta nota, la situación en Gaza ha alcanzado un punto de no retorno. Un escenario con consecuencias absolutamente irreversibles, imposibles de reparar. Un contexto en el que todos los valores que creíamos nos vinculaban como humanidad han quedado anulados por completo. Un fracaso catastrófico frente al que nada se puede hacer ya.

Quizás el objetivo más inmediato sea tan solo evitar más muertes y sufrimiento, pero hasta un deber tan mínimo parece verdaderamente inalcanzable en estos días. Sin duda, la materialización misma del concepto de punto de no retorno.

(*) Coordinadora del área Académica y de Investigaciones del IDEHPUCP.


[1] IPCC. (2021). Climate Change 2021: The Physical Science Basis. Contribution of Working Group I to the Sixth Assessment Report of the Intergovernmental Panel on Climate Change (capítulo 9, sección 9.4.2). Cambridge University Press. doi:10.1017/9781009157896

[2] Kahhat, F., & Sánchez-Aizcorbe, R. (2025). Para entender el conflicto palestino-israelí. Crítica. PP. 61-62

[3] Véase al respecto: Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio (artículo 2) y Estatuto de Roma (artículo 6).

[5] FAO, IFAD, UNICEF, WFP y OMS. The State of Food Security and Nutrition in the World (SOFI 2024–2025) p. vii https://openknowledge.fao.org/server/api/core/bitstreams/d5be2ffc-f191-411c-9fee-bb737411576d/content

[6] Véase por ejemplo los artículos 23, 55 y 59 del IV Convenio de Ginebra de 1949, y el artículo 54 del Protocolo Adicional I a los Convenios de Ginebra.

[7] Albanese, F. (2024). Anatomy of a Genocide: Report of the Special Rapporteur on the situation of human rights in the Palestinian territories occupied since 1967. United Nations Human Rights Council. Párr. 41

[8] UN Experts. Press Release. “Thirst as a weapon”: UN experts condemn Israel’s deliberate dehydration and starvation of the Palestinian people”. https://www.ohchr.org/en/press-releases/2025/07/thirst-weapon-un-experts-condemn-israels-deliberate-dehydration-and

[9] MSF. Press Release. “MSF finds one in four young children and pregnant women malnourished at Gaza facilities” https://www.msf.org/msf-finds-1-4-young-children-and-pregnant-women-malnourished-gaza-facilities

[10] Amnesty International. “Gaza: Evidence points to Israel’s continued use of starvation to inflict genocide against Palestinians” https://www.amnesty.org/en/latest/news/2025/07/gaza-evidence-points-to-israels-continued-use-of-starvation-to-inflict-genocide-against-palestinians/

[11] OHCHR. “Killings of Palestinians seeking food in Gaza continue as starvation deepens” https://reliefweb.int/report/occupied-palestinian-territory/killings-palestinians-seeking-food-gaza-continue-starvation-deepens-enar y, HRW. Gaza: Israeli Killings of Palestinians Seeking Food Are War Crimes https://www.hrw.org/news/2025/08/01/gaza-israeli-killings-of-palestinians-seeking-food-are-war-crimes