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Análisis 27 de agosto de 2024

Por Mario R. Cépeda Cáceres (*)

Este 28 de agosto se conmemora un aniversario más de la entrega del Informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, el documento más extenso e importante sobre la violencia que vivió el Perú entre 1980 y 2000. Si bien en las últimas dos décadas se han producido numerosos trabajos e investigaciones que han ampliado nuestra comprensión sobre los últimos años del siglo pasado, incluso poniendo al debate algunas aproximaciones metodológicas y conclusiones del Informe final, aun el campo de la memoria y la justicia transicional en el Perú sigue presenta retos y vacíos que es necesarios atender. En esa línea, presento a continuación algunas ideas sobre el espacio que ocupan las organizaciones de víctimas en las reflexiones académicas y el compromiso que la academia ha de asumir.

La pertinencia de esta cuestión es evidente cuando hablamos sobre las memorias y trayectorias institucionales de las víctimas del conflicto armado interno. Es cierto que trabajos como los de Iris Jave[1], Mercedes Crisóstomo[2], Joseph Feldman[3] y Heder Soto[4], entre otros, se han aproximado de manera compleja a la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú (ANFASEP), pero aún queda mucho por entender sobre otras organizaciones de víctimas en el país. ANFASEP destaca sobre las demás organizaciones de víctimas de la guerra interna no solo por su trayectoria de más de cuarenta años, sino también por su reputación ganada a lo largo de dichas décadas gracias al esfuerzo de sus socias —la gran mayoría de ellas mujeres de origen campesino quechuahablante. No obstante, la trayectoria institucional de ANFASEP se aproxima más a lo que se podría considerar un modelo ideal que la experiencia habitual de la mayoría de las organizaciones. Cuando nos aproximamos al campo de los estudios sobre organizaciones de víctimas en el Perú, como lo han señalado Iris Jave y Gianfranco Silva[5], encontramos una amplia diversidad de trayectorias en la construcción de liderazgos, procesos de institucionalización, capacidad organizativa y de incidencia política. De esta manera, realidades como las de la ANFASEP no pueden ser identificadas con las de otras organizaciones como la Asociación Nacional de Familiares de Asesinados, Desaparecidos, Ejecutados Extrajudicialmente, Desplazados y Torturados (ANFADET) o la de la Federación Regional de Afectados Victimas por la Violencia Política de Huancavelica (FRAVIPH), tan solo por mencionar algunas de las organizaciones con las que el IDEHPUCP trabaja de manera articulada.

Dentro de esta diversidad de trayectorias, es importante destacar los conocimientos adquiridos y formulados por cada una de las organizaciones de víctimas, pues no se trata de colectividades de sujetos pasivos frente a su situación. Por el contrario, con mayor o menor medida, poseen capacidad de agencia para transformar la realidad que los circunda. En ese sentido, propongo que, desde un enfoque comprometido de la academia, resulta fundamental reconocer no solo las desigualdades, sino también los procesos de desarrollo de saberes que las organizaciones han desarrollado tanto de manera orgánica como acompañadas. De esta manera, dejaremos de replicar patrones de conocimiento vertical, estigmatizantes y revictimizantes, y construir conjuntamente estrategias de colaboración y mutuo aprendizaje. Por lo tanto, la labor de la academia no es asumir la voz de las organizaciones o tampoco representarlas como sujetos extraños, abyectos o pasivos.

Planteo, también, que el trabajo comprometido no se debe dar solamente desde la academia, sino también desde las propias organizaciones. En este caso, la noción de compromiso no se limita a su propia lucha por verdad, justicia y reparación, sino que abarca la tarea de construir vínculos con sus pares, con otras organizaciones desde su diversidad. En las últimas semanas, junto a diversas organizaciones, hemos podido acompañar desde el IDEHPUCP un proceso de encuentro e intercambio de saberes en el cual la ANFASEP pudo compartir su propia trayectoria, logros, aprendizaje y desafíos con organizaciones en procesos de consolidación de Huancavelica. Esta experiencia tuvo como particularidad el ser un trabajo de acompañamiento y articulación entre la academia, una organización de víctimas consolidada y otras en proceso de institucionalización en el cual se hace evidente la agencia de las propias organizaciones y sus miembros, rebatiendo mitos y estigmas como el de la víctima pasiva o sin conocimiento.

Por lo tanto, si bien no podemos hablar de un panorama homogéneo entre las organizaciones de víctimas en el país, si se puede destacar sus diversos procesos de aprendizaje y desarrollo de conocimientos. Asimismo, podemos resaltar la necesidad de una academia reflexiva y comprometida que acompañe a las organizaciones, que vaya más allá de sentidos comunes e imaginarios y propicie el ejercicio pleno de la ciudadanía. Solo de esta manera se podrá garantizar no solo una comprensión más amplia y profunda sobre el proceso transicional peruano, sino también una reflexión académica basada en derechos que atienda los vacíos teóricos y prácticos subsistentes sobre el lugar de las organizaciones de víctimas el día de hoy y sus diversos procesos de  consolidación, articulación o, incluso, precarización.

(*) Antropólogo. Docente del Departamento de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP); investigador del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la PUCP (IDEHPUCP). mario.cepeda@pucp.edu.pe


[1] Jave, I. (Ed.). (2020). Museo de la memoria «Para que no se repita» de la ANFASEP: guía para el recorrido. Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, Instituto de Democracia y Derechos Humanos, Dirección Académica de Responsabilidad Social; Universidad Nacional Mayor de San Marcos, Fondo Editorial; Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú. https://idehpucp.pucp.edu.pe/publicaciones/museo-de-la-memoria-para-que-no-se-repita-de-la-anfasep-guia-de-recorrido/

[2] Crisóstomo Meza, M. A. (2019). Memories between eras: ANFASEP’s leaders before and after Peru’s internal armed conflict (V. J. Furio, Trans.). In K. M. Wilson (Ed.), Latin American perspectives: Politics, society, and culture in postconflict Peru (pp. 1280-142). Thousand Oaks: Sage.

[3] Feldman, J. P. (2012). Exhibiting conflict: History and politics at the Museo de la Memoria de ANFASEP in Ayacucho, Peru. Anthropological Quarterly, 85(2), 487-518.

[4] Soto Quispe, H. (Coord.). (2007). ¿Hasta cuándo tu silencio? : testimonios de dolor y coraje. Ayacucho: ANFASEP. http://archivos.memoria.website/ANFASEP_HastaCuandoTuSilencio_Web.pdf

[5] Jave, I., & Silva Caillaux, G. (2024). Transformaciones en los liderazgos de organizaciones de la sociedad civil en Perú y Colombia. Lima:  Ford Foundation; Instituto de Democracia y Derechos Humanos (IDEHPUCP). https://idehpucp.pucp.edu.pe/publicaciones/transformaciones-en-los-liderazgos-de-organizacionesde-la-sociedad-civil-en-peru-y-colombia/