Por Mariella Villasante (*)
(En la foto: Palestinos en Jabalia, al norte de Gaza, después de un bombardeo israelí, 10 de noviembre de 2024 – AFP)
La guerra que libra Israel contra los palestinos de la Franja de Gaza y los Territorios ocupados de Cisjordania, Golán y Jerusalén continúa produciendo muerte, hambruna y destrucción cotidianas sobre todo entre los civiles desarmados. Desde el 8 de octubre de 2023 hasta la fecha, 43,736 palestinos han sido asesinados por el ejército israelí en la Franja Gaza y 102,347 han sido heridos sobre un total estimado a 2,1 millones de personas. En Cisjordania han muerto 736 palestinos y se estima que 5,500 fueron heridos. En contraste, 368 soldados israelíes han fallecido en combates y 2,394 han sido heridos (Statista Research Departement, 5 noviembre 2024).
En esta breve nota expongo los principales resultados de los informes de la ONU del 8 y del 14 de noviembre, en los cuales se considera que Israel está perpetrando un genocidio contra los palestinos de Gaza, que utiliza el hambre como arma de guerra; además, el desdén de las autoridades israelíes hacia la ONU y otras agencias internacionales demuestra que Israel no respeta las reglas de la guerra establecidas en 1949. La comunidad internacional se muestra incapaz de poner fin a esta guerra contra civiles, en mayoría niños y mujeres; y, por su parte, los dirigentes de Hamás que provocaron este ciclo de violencia extrema exhiben una total indolencia ante la destrucción progresiva de Gaza y del pueblo palestino que atraviesa una segunda Nakba (catástrofe), después de su expulsión en 1948 (Villasante 2018[1]).
Esta situación es inédita en la historia contemporánea y nos permite observar la situación paradójica y sumamente compleja de un Estado que nació para compensar el “sentimiento de culpa” de los países occidentales después de la Shoah [destrucción de los judíos de Europa], gracias a los votos recogidos en la ONU[2], aun cuando ello haya implicado la ocupación de territorios palestinos y la instalación de una administración colonial y segregacionista en sus tierras[3]. La guerra masiva de Israel contra los palestinos que empezó el 7 de octubre de 2023 y su extrema violencia ha llevado a que la Corte Internacional de Justicia, alto tribunal de Naciones Unidas, declare que la ocupación de territorios y asentamientos palestinos por parte de Israel es ilegal. Además, se ha relanzado el plan de repartición de los territorios que respete el orden internacional. No obstante, el principal obstáculo para obtener el alto al fuego y la creación de un Estado palestino —único medio de conseguir la paz durable— es el apoyo de los aliados de Israel que siguen librando armas para atacar a los palestinos, siempre con el pretexto de la lucha contra Hamás. En realidad, Israel pretende ocupar todos los territorios palestinos y eliminar a la población, olvidando que sus ancestros y parientes judíos fueron perseguidos y eliminados masivamente en Europa.
Principales resultados de los Informes sobre la guerra de Israel contra Palestina
El 8 de noviembre de 2024, Volker Turk [Austria], el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU ha publicado un Informe sobre la situación humanitaria en Gaza que cubre 6 meses, del 1ro de noviembre de 2023 hasta el 30 de abril de 2024[4]. En una declaración sintética[5], el Alto Comisionado Volker Turkdeclaró que 70% de las víctimas mortales de los ataques de Israel en la Franja de Gaza son niños y mujeres. Las violaciones del derecho humanitario perpetradas por Israel desde el 7 de octubre de 2023 no tienen precedentes en la historia moderna. Los crímenes contra la humanidad y los crímenes de guerra han sido denunciados constantemente por esta oficina de Naciones Unidas que exige justicia ante estas graves violaciones de la ley internacional. El Informe explicita las acciones de las fuerzas armadas israelíes sobre los desplazamientos forzados, los ataques a hospitales, a los periodistas; también se reporta el uso de fósforo blanco, cuyo uso es prohibido por la ONU. Turk concluye afirmando que los Estados tienen la obligación de actuar para prevenir estos actos, en particular solicitando la intervención de la Corte Penal Internacional (CPI) para ejercer el derecho internacional en cortes nacionales y admitir demandas de extradición de los responsables de los crímenes.
• La ONU ha estudiado los datos de 8,119 sobre un total de 34,500 personas que fueron asesinadas durante los primeros 6 meses de la guerra. De acuerdo con Ravina Shamdasani, portavoz del Alto Comisionario, la alta proporción de niños y de mujeres entre los muertos es la prueba de “una violación sistemática de los principios fundamentales del derecho humanitario internacional, sobre todo la distinción entre los ‘objetivos’ y la proporcionalidad.” Sobre los decesos verificados, 3,588 eran de niños y 2,036 de mujeres. La ONU considera que “ello es representativo de la repartición del número total de muertos. Una proporción que es además similar a la que ha sido expuesta por las autoridades de Gaza.” (Franceinfo y AFP, 8 de noviembre). Según este Informe, “el comportamiento de las fuerzas israelíes ha provocado un número sin precedentes de muertos, de heridos, de hambruna y de enfermedades.” Y condena “las faltas ilegales y persistentes” del gobierno israelí para favorecer el acceso de la ayuda humanitaria, la destrucción de infraestructuras y los desplazamientos repetidos de la población de Gaza. El informe detalla las violaciones del derecho penal internacional que pueden ser calificadas de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad (Franceinfo y AFP, 8 de noviembre).
• El 14 de noviembre[6] la ONU publicó otro informe que considera que los métodos de guerra utilizados por Israel en Gaza “corresponden a las características de un genocidio”. No es la primera vez que la ONU utiliza este término. Recordemos que en marzo de este año Francesca Albanese, Comisionada especial de Naciones Unidas sobre la situación de derechos humanos en los territorios palestinos ocupados, consideraba que existen “motivos razonables de creer que el límite que indica actos de genocidio había sido alcanzado contra los Palestinos de Gaza.” (Anatomy of a genocide, 25 de marzo de 2024[7]).
Asimismo, los bombardeos masivos han provocado una catástrofe ecológica con efectos durables sobre la salud de los habitantes de Gaza. De acuerdo con el último informe de la ONU, hasta febrero de 2024, se han utilizado 25 mil toneladas de explosivos en Gaza, “el equivalente de dos bombas nucleares” (Franceinfo y AFP, 14 de noviembre). Se necesitarán 45 años para reciclar la mitad de los escombros (ONU, 14 noviembre, ítem 34). La utilización de Inteligencia Artificial por parte del ejército israelí y con una vigilancia humana mínima ha sido también evidenciada. Según la agencia de prensa Al-Jazeera, el ejército israelí utiliza el sistema Lavender que puede identificar a 37,000 objetivos humanos (Courrier International, 15 de noviembre).
En sus conclusiones, la ONU estima que Israel perpetra un genocidio y violaciones del derecho internacional en Gaza, incluyendo torturas; también aplica un régimen de apartheid [segregación racial] en Cisjordania ocupada y trata de anexar territorios palestinos del Golán sirio. Asimismo, desdeña las resoluciones del Consejo de seguridad exigiendo alto al fuego y las ordenanzas de la Corte Internacional de Justicia [el 26 de enero, el 28 de marzo y el 24 de mayo]. Todo lo cual debilita el sistema internacional basado en las reglas. En efecto: “Las obligaciones establecidas por el derecho internacional para atenuar la barbarie de la guerra y proteger los derechos humanos son puestas en peligro por las exacciones de Israel y por el hecho que algunos Estados no quieren pedirle cuentas y continúan a aportarle su apoyo, sobre todo militar.” [Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia…]. La ONU recomienda instaurar un alto al fuego inmediato; poner fin a la presencia ilegal de Israel en todos los Territorios ocupados en Gaza, Cisjordania y Golán; dejar de acusar a la UNRWA de “organización terrorista” y reclama a Israel cooperar con las Naciones Unidas para reinstaurar la paz.
• Por su parte, la ONG Human Rights Watch acaba de publicar un informe[8] realizado luego de 8 meses de investigación que acusa a Israel de “crimen contra la humanidad y de limpieza étnica” en Gaza. Nadia Hardman, autora del informe, considera que las destrucciones en Gaza y los desplazamientos forzados constituyen una “política de Estado”; se trata de impedir que las personas forzadas a partir no puedan regresar nunca, lo cual es un crimen contra la humanidad sobre el cual la Corte Penal Internacional debe realizar una investigación en profundidad (Le Monde, 14 de noviembre).
Recordemos que la CPI ha solicitado órdenes de captura internacionales contra el primer ministro Netanyahu, el exministro de Defensa Yoav Gallant (que había tratado a los Palestinos de “animales humanos”, y que ha sido expulsado del gabinete el 9 de noviembre), y contra tres dirigentes de Hamás, Yahya Sinuar, Ismail Haniyeh y Mohammed Deif, asesinados por el ejército israelí entre julio y octubre de 2024. Pero, como ya señalé en un artículo anterior (Villasante 2023[9]), Israel no reconoce la competencia de la CPI en su país y no ha ratificado el Estatuto de Roma de 1998 que instaura esta corte internacional. La ONG israelí Yesh Din (Voluntarios por los derechos humanos), que protege a los palestinos bajo ocupación, ha denunciado en julio de este año una “cultura de la impunidad” en los gobiernos israelíes, y duda que se juzguen a los responsables de crímenes de guerra y de crímenes contra la humanidad en Israel[10]. Hasta el momento, las órdenes de captura no han sido concretizadas por la CPI.
Madres y niños sobreviven en Gaza (UNRWA, noviembre de 2024)
Grave situación de hambruna en Gaza: la UNRWA acusada por Israel
Desde el inicio de los ataques israelíes a Gaza la situación de la alimentación de dos millones y medio de personas fue complicada y poco a poco dependiente de la ayuda internacional. La organización de la distribución de la ayuda humanitaria depende de una oficina de la ONU, la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA en inglés), creada por la Asamblea general de la ONU en 1949, un año después de la emergencia del Estado de Israel gracias a los votos de la mayoría de los países de la ONU. Esta instancia administraba los hospitales y las escuelas de Gaza y de Cisjordania, y era considerada como la columna vertebral de la ayuda internacional en Gaza desde octubre de 2023.
Israel acusó a la UNRWA de “apoyar a los terroristas de Hamás” y a inicios de este año, varios donantes habían suspendido sus donativos después que Israel imputara a 19 empleados de la agencia humanitaria —entre los 13,000 que laboran en Gaza—, de haber participado en los ataques de Hamás contra Israel. Finalmente, el 28 de octubre de 2024, el parlamento israelí, la Knesset, aprobó con 92 votos de los 120 un proyecto de ley que prohíbe las actividades de la UNRWA en Israel, ello a pesar de las objeciones de los Estados Unidos, de Reino Unido y de la ONU (Franceinfo y AFP, 28 de octubre de 2024).
Philippe Lazzarini, que dirige la UNRWA, denunció en X[11] que esta votación crea un precedente peligroso en el mundo, se opone a la Carta de Naciones Unidas y viola las obligaciones del Estado de Israel de ceñirse a la ley internacional. Añadió además que este es el último episodio:
“de una campaña para desacreditar la agencia que es el actor principal de las operaciones humanitarias en Gaza. Esta medida profundizará el sufrimiento de los Palestinos, sobre todo en Gaza que viven un infierno desde hace más de un año. Se privará de educación a más de 650,000 niñas y niños, poniendo en peligro una generación entera de infantes. El proyecto de ley aumentará los sufrimientos de los Palestinos y son un castigo colectivo. No obstante, poner fin a los servicios de la UNRWA no privará a los Palestinos de su estatuto de refugiados. Ese estatuto está protegido por otra resolución de la Asamblea general de la ONU, hasta que una solución durable sea encontrada sobre la suerte de los Palestinos. Si no logramos anular ese proyecto de ley, debilitaremos nuestro mecanismo multilateral establecido después de la Segunda Guerra Mundial. Deberíamos estar muy preocupados.”
Tamara Alrifai, porta voz de la UNRWA, ha declarado que si esa ley se activa [en enero de 2025], las operaciones humanitarias en Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este y en el Líbano se anularían. No obstante, la agencia hará todo lo posible para continuar sus actividades y la decisión del parlamento israelí deberá ser debatida por todos los gobiernos miembros de la Asamblea de la ONU pues se trata de un atentado contra una agencia de Naciones Unidas. Asimismo, Tamara Alrifai ha esclarecido que las alegaciones del gobierno israelí han sido tomadas en serio y que se ha realizada una investigación de la lista de 19 personas acusadas de ayudar a Hamás el 7 de octubre. No obstante, esta investigación ha concluido que esas personas no estuvieron implicadas en las acciones terroristas (Franceinfo y AFP, 29 de octubre de 2024).
Philippe Lazzarini, ONU de New York, 13 de noviembre (ONU)
El miércoles 13 de noviembre, Philippe Lazzarini ha dado una conferencia de prensa en la base de la ONU de New York y ha declarado que Israel tiene la intención de debilitar la UNRWA y que sus razones son políticas (ONU Info[12]). Recordó además que, desde el 7 de octubre, 243 miembros del personal de esta agencia han muerto y cerca de 190 instalaciones han sido destruidas o gravemente devastadas, y que las operaciones de ayuda humanitaria vitales han sido severamente restringidas. Asimismo, ha denunciado la campaña de desinformación intensa y agresiva pues Israel ha contactado a los donadores para deslegitimar la UNRWA. Lazzarini ha reiterado que, a pesar del clima de trabajo de alto riesgo, la UNRWA aplicaba el principio de “tolerancia cero” en lo que concierne las violaciones de la neutralidad. A pesar de ello, la agencia es un “objetivo fácil” para todos los que perciben sus actividades como una amenaza. Ello incluye a Hamás que acusa a la agencia de estar en “colusión con Israel” en relación con su programa de educación, de la igualdad de sexos, del arte, la cultura o el deporte. Por su parte, Israel acusa a la agencia de estar en “colusión con Hamás”, y de estar “infiltrada” por el grupo islamista.
La UNRWA es irremplazable como lo han repetido Lazzarini y Antonio Guterres, el secretario general de la ONU, y numerosas agencias humanitarias que están en Gaza y en los territorios ocupados de Jerusalén Este y de Cisjordania. Es la única agencia que puede retomar el trabajo de educación, de ayuda humanitaria de urgencia y de salud cuando el cese el fuego se confirme. De otro modo, Israel, el país ocupante, deberá asegurar ese trabajo, algo difícil de imaginar en la actualidad.
Finalmente, Lazzarini ha lanzado un llamado solemne para que los Estados miembros de la ONU logren anular la ley votada por el parlamento israelí y que se continue el apoyo financiero y político necesario para el buen funcionamiento de la UNRWA. La situación de la agencia debe ser discutida en un marco político que lleve a la solución de dos Estados, palestino e israelí, en esta región; después de lo cual se redefinirá su rol humanitario. Lazzarini ha subrayado además que los ataques contra la UNRWA son ataques contra la ONU: “la agresión de Israel desafía la Asamblea general y el Consejo de Seguridad y arremete contra el orden internacional fundado en reglas establecidas después de la Segunda Guerra Mundial.” Por todo lo cual, las decenas de países que apoyan directamente a la UNRWA deben desplegar todo su capital político y jurídico para que esto no se reproduzca.”
Oficina de la UNRWA en Rafah, Gaza. Febrero de 2024 (UNRWA)
Hambruna en Gaza
Tres altos responsables de la ONU han descrito ante el Consejo de Seguridad la situación dramática en la que se encuentran los pobladores de Gaza, “donde hombres, mujeres y niños mueren de hambre”. Joyce Msuya, coordinadora de la ayuda de urgencia, ha declarado que la mayor parte de Gaza “es un campo de ruinas”. Se ha vuelto corriente que los niños heridos tengan escrito en sus brazos: “niño herido, sin familia sobreviviente”. Los servicios esenciales, como el agua y la electricidad han sido cortados, lo cual ha aumentado el hambre y la postración de los sobrevivientes. El mundo es “testigo de actos que recuerdan los crímenes internacionales más graves”, los “misiles contra Israel deben cesar”, y “los crímenes internacionales deben ser sancionados.” (ONU Info[13], 12 de noviembre de 2024).
Por su parte, Ilze Brand, sub-secretaria general de la ONU por los derechos humanos, ha calificado la situación humanitaria y los derechos humanos en Gaza de “catastróficos”. En efecto, “cerca de 1,9 millones de personas han sido desplazadas, muchas de ellas varias veces, incluyendo mujeres embarazadas, incapacitados, ancianos y niños.” “Los bombardeos israelíes sobre los refugios y edificios residenciales continúan a matar gran numero de civiles (…) Ningún lugar es seguro en Gaza.”
Rein Paulsen, director de la Oficina de urgencias de la Organización de Naciones Unidas por la alimentación y la agricultura [FAO] ha denunciado también la situación alimenticia desastrosa, sobre todo en el norte de Gaza. “Los sistemas alimenticios se han destruido, cerca de 70% de las tierras agrícolas que contribuían con un tercio del consumo cotidiano han sido devastadas desde el inicio de las hostilidades”; y ha reiterado la urgencia de poner alto al fuego. La paz es una condición necesaria a la seguridad alimenticia y el derecho a la alimentación es un derecho humano fundamental.”
Reflexiones finales
• Es evidente que la situación humanitaria en los territorios palestinos ha empeorado de manera apocalíptica en los últimos meses. El gobierno de extrema derecha y ultranacionalista de Israel no se muestra capaz de reconocer que no se están “defendiendo” después del ataque terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023, si no que se están vengando y llevando a cabo la destrucción del pueblo de Palestina. Las tropas israelíes están perpetrando crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad, con el total apoyo del primer ministro Netanyahu y de sus ministros. El último informe de la ONU y los datos publicados por la agencia humanitaria de los refugiados palestinos, UNRWA, confirman el proceso de destrucción de Palestina, y reconocen el desdén de los dirigentes israelíes por el derecho humanitario internacional, y por la muerte de 70% de niños y de mujeres. Son hechos nunca vistos después de la Segunda Guerra Mundial, como muchos responsables lo han recordado.
Soldados israelíes en Gaza, 27 octubre de 2023 (Reuters)
• El menosprecio por el orden político y jurídico establecido por la ONU en 1949 es totalmente paradójico y absurdo para el Estado de Israel que ha nacido gracias al voto mayoritario de los países miembros de la ONU. Una verdad que los dirigentes extremistas rechazan. Desde el punto de vista moral, es incomprensible que el pueblo israelí, cuyos ancestros han sido perseguidos y violentados durante siglos en Europa, perpetre atrocidades contra el pueblo palestino que los israelíes han ocupado en forma colonial e ilegal. Denunciar esos crímenes no es “antisemita”, es solo justo y necesario.
• En los últimos meses, los ataques contra Gaza se han propagado a Cisjordania y al Líbano, donde están establecidas las milicias de Hezbollah (grupo islamista chiita que apoya a Hamás con ayuda militar de Irán). Los ataques contra el territorio israelí empezaron el 8 de octubre de 2023 y han conducido a una guerra abierta, por aire y por tierra, desde el 23 de septiembre de este año. Desde esa fecha, se estima que más de 2,700 libaneses han muerto bajo las bombas israelíes (Le Monde, 11 de noviembre). Esta escalada militar puede empeorar con la llegada de Trump al gobierno de Estados Unidos, pues sabemos que este personaje de extrema derecha es cercano a Netanyahu. Se puede temer en efecto que Trump envíe más armas a Israel.
• Actualmente, es urgente que los países del Consejo de Seguridad y la Asamblea general de la ONU defiendan la institución creada para disminuir las guerras en el mundo y para imponer reglas humanitarias a todos los beligerantes. Sin la ONU y sin la UNRWA el mundo sería aún más convulso, nocivo y violento. En su intento de desacreditar esas instancias el gobierno de Israel acusa de antisemitismo a los defensores de los derechos humanos de los palestinos. El último informe de la ONU denuncia esa manipulación y exige que las personas que condenan los asesinatos de civiles no sean calificadas de antisemitas, pues el odio a los judíos no tiene ninguna relación con la condena de los crímenes de lesa humanidad del gobierno de Israel.
(*) Doctora en antropología, investigadora asociada al IDEHPUCP.
[1] Villasante 2018, Violencia en Palestina: la catástrofe (Nakba) de la fundación de Israel para los palestinos, Boletín del IDEHPUCP, https://idehpucp.pucp.edu.pe/boletin-eventos/violencia-en-palestina-la-catastrofe-nakba-de-la-fundacion-de-israel-para-los-palestinos-por-mariella-villasante-17265/
[2] El IDEHPUCP no suscribe lo dicho por la autora en esta parte del texto.
[3] El 18 de septiembre de 2024 la Asamblea General de Naciones Unidas ha emitido una resolución exigiendo a Israel que ponga fin a su presencia ilegal, desde hace 57 años, en los territorios palestinos ocupados (Cisjordania, Gaza y Jerusalén-Este), y a la discriminacion sistemática contra la población palestina, en violacion flagrante del derecho internacional. Este abandono debe ser efectivo en un plazo de 12 meses (ver Amnesty International, 20 de septiembre de 2024). Recordemos también que en agosto de este año África del Sur ha presentado ante la Corte Internacional de Justicia de la ONU una acusacion contra Israel por genocidio y apartheid [segregacion racial]. En fin, muchos historiadores analizan el proceso sionista en Palestina que empezó a fines del siglo XIX como una «colonizacion de estilo europeo». Por ejemplo la historiadora tunezina Sophie Bessis remarca que la retórica inicial de Herzl reivindicaba el proyecto colonial, pero en 1948, el movimiento de descolonización habia empezado y el discurso sionista cambio para anunciar que en realidad «regresamos a nuestro antiguo hogar» (ver: https://www.youtube.com/shorts/PitZAF2GKGY). Varias asociaciones e intelectuales y religiosos israelíes defienden esta perspectiva analítica, por ejemplo el Colectivo Tsedek y la ONG B’Tselem, los historiadores Schlomo Sand e Ilan Pappé, y el rabino David Feldman de la asociación Neturei Karta.
[4] Véase el informe en inglés en este lazo: https://www.ohchr.org/sites/default/files/documents/countries/opt/20241106-Gaza-Update-Report-OPT.pdf
[5] UN Human Rights, Post en X, https://x.com/UNHumanRights/status/1854812857982210536
[6] Informe publicado el 14 de noviembre, https://documents.un.org/doc/undoc/gen/n24/271/20/pdf/n2427120.pdf
[7] Albanese, 25 de marzo de 2024, Anatomy of a Genocide, https://www.ohchr.org/sites/default/files/documents/hrbodies/hrcouncil/sessions-regular/session55/advance-versions/a-hrc-55-73-auv.pdf
[8] HRW, Informe, https://www.hrw.org/report/2024/11/14/hopeless-starving-and-besieged/israels-forced-displacement-palestinians-gaza
[9] Villasante 2023, Crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra de Hamás y de Israel contra civiles desarmados, Revista Ideele n° 311, https://www.academia.edu/114337688/Crímenes_de_lesa_humanidad_y_crímenes_de_guerra_de_Hamas_y_de_Israel_contra_civiles_desarmados
[10] Yesh Din, 9 de julio de 2024, https://www.yesh-din.org/en/the-general-staff-whitewashing-mechanism-the-israeli-law-enforcement-system-and-breaches-of-international-law-and-war-crimes-in-gaza/
[11] Philippe Lazzarini, Post en X https://x.com/UNLazzarini/status/1850989621401837855?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1850989621401837855%7Ctwgr%5E3900aac34dc2606a4724b5fe8902248defebcfbc%7Ctwcon%5Es1_&ref_url=https%3A%2F%2Fwww.francetvinfo.fr%2Fmonde%2Fproche-orient%2Fisrael-palestine%2Fguerre-au-proche-orient-israel-approuve-un-texte-interdisant-les-activites-de-l-agence-de-l-onu-pour-les-refugies-palestiniens-sur-son-territoire_6865292.html
[12] ONU Info, 13 de noviembre, https://news.un.org/fr/story/2024/11/1150541
[13] ONU Info, 28 de octubre, https://news.un.org/fr/story/2024/11/1150501