Por Kathy Subirana (*)
Cada 8 de mayo se celebra el Día Mundial de la Cruz Roja, una organización que tiene presencia mundial y llegó a nuestro país en 1984. A propósito de este día, llamado correctamente Día Mundial de la Cruz Roja y la Media Luna Roja, conversamos con Juan Hernández Pastor, jefe adjunto del Comité Internacional de la Cruz Roja en nuestro país, sobre el mandato de la organización, su presencia en el Perú y en otros contextos de violencia, y sobre cómo su labor va mucho más allá de la atención médica.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja fue fundado el 18 de febrero de 1863, hace 162 años. Sin embargo, desde 1948, se estableció el 8 de mayo como el Día Mundial de la Cruz Roja. Se eligió esta fecha en homenaje al nacimiento de su fundador, Henry Dunant; y, desde 1984, pasó a llamarse Día Mundial de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
¿El trabajo del CICR se ve afectado por los constantes ataques a los derechos humanos en el mundo?
El CICR es una organización humanitaria cuyo mandato es aliviar el sufrimiento de las personas afectadas por conflictos armados y otras situaciones de violencia. Actúa con base en los principios de neutralidad, imparcialidad e independencia. Aunque trabaja principalmente en el marco del Derecho Internacional Humanitario (DIH), que se aplica en conflictos armados, los cambios en el contexto político o el endurecimiento de las posturas de las partes pueden limitar su accionar. Esto varía según cada caso y conflicto.
¿Cómo se activa la intervención del CICR ante un conflicto?
El CICR suscribe acuerdos con los Estados antes de que ocurran los conflictos. Estos acuerdos establecen su marco de operación. En muchos casos, ya está presente antes del estallido de la violencia. Su labor puede ser asistencial, como proveer alimentos o medios de subsistencia, o de protección, como velar por el respeto del DIH en beneficio de personas heridas, enfermas, detenidas, prisioneros de guerra o población civil.
Una vez que un conflicto termina, ¿qué determina su permanencia en el lugar?
Aunque cesen las hostilidades, pueden persistir necesidades humanitarias. Por ejemplo, personas detenidas aún requieren visitas del CICR para garantizar su integridad, o hay familiares que siguen buscando a personas desaparecidas. El CICR puede permanecer en la zona postconflicto para atender estas consecuencias, siempre dentro del marco de su mandato.
¿Qué tipo de trabajo realiza en países sin conflictos armados vigentes?
En contextos sin conflicto, el CICR puede desarrollar un trabajo diplomático o de prevención. Esto incluye el acompañamiento en negociaciones internacionales o la capacitación a autoridades civiles y militares. También interviene en otras situaciones de violencia, como disturbios o tensiones internas, cuando hay población afectada. En esos casos, despliega acciones de protección y asistencia, y promueve buenas prácticas en el uso de la fuerza.
En Perú, ¿el trabajo con personas desaparecidas se enfoca solo en las víctimas del conflicto armado interno?
En gran parte, sí. El CICR apoya técnicamente a las familias que buscan a sus seres queridos desaparecidos entre 1980 y 2000, conforme a la Ley de Búsqueda. También acompaña procesos de exhumación y restitución, sin participar en investigaciones judiciales, en respeto a su neutralidad. Además, trabaja con autoridades en la implementación de tratados internacionales en la legislación nacional y realiza acciones humanitarias en zonas como el VRAEM, donde monitorea las consecuencias de enfrentamientos actuales.
¿Qué labores realiza el CICR en el VRAEM?
En esta región se desarrollan proyectos de acceso al agua y hábitat, como escuelas saludables y abastecimiento de agua potable. También se recopilan preocupaciones de las comunidades y se transmiten confidencialmente a las autoridades políticas y de seguridad.
Dado que el VRAEM suele estar desconectado del nivel central del Estado, el CICR actúa como un puente para visibilizar sus necesidades.
¿El restablecimiento de contacto familiar abarca también casos recientes o solo desaparecidos del pasado?
El trabajo de restablecimiento de contacto familiar va más allá del periodo del conflicto armado interno. También incluye a personas desplazadas o migrantes forzadas por violencia en otros contextos. Gracias a su red internacional, el CICR puede gestionar solicitudes de búsqueda y facilitar el reencuentro familiar en diversas regiones del mundo.
¿Existe alguna diferencia entre la Cruz Roja y la Media Luna Roja?
No. Ambas forman parte del mismo movimiento y comparten principios. La diferencia es cultural y simbólica: algunos países de mayoría musulmana adoptaron la media luna en lugar de la cruz. Hoy también existe un tercer emblema, el cristal rojo, para Estados que prefieren no usar ninguno de los anteriores. Todos se rigen por las mismas normas humanitarias.
El público suele asociar a la Cruz Roja con labores médicas. ¿Cómo se amplió su ámbito de acción?
El CICR nació en 1863 como un comité de socorro para heridos de guerra. Su emblema médico fue adoptado en el primer tratado internacional de 1864.
Con el tiempo, los Estados ampliaron su mandato para incluir visitas a prisioneros de guerra, protección de civiles y difusión del DIH. Así surgieron sus ejes actuales: asistencia, protección y prevención.
En situaciones como la crisis de rehenes en Perú en los años 90, ¿cuál fue el papel del CICR?
El CICR no actuó como mediador, sino como intermediario neutral aceptado por ambas partes. Llevó asistencia médica y alimentos a los rehenes, cumpliendo su función humanitaria sin intervenir en negociaciones.
Su accionar depende siempre de la aceptación de las partes y se limita a funciones acordadas: llevar mensajes, brindar atención médica o proteger a personas vulnerables.
¿El CICR está dispuesto a asumir nuevos roles dentro de su mandato?
Sí, siempre que estén dentro de su mandato humanitario y cuente con el consentimiento de las partes involucradas. Su labor, sin embargo, depende también de sus capacidades y del respeto estricto a sus principios de imparcialidad, neutralidad e independencia.
(*) Encargada de prensa del IDEHPUCP.