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Notas informativas 28 de agosto de 2023

Foto: UNICEF/UNI176266/Ojeda.

El fenómeno global de la feminización de la migración no es ajeno a nuestro país [1]. A partir del incremento de los flujos migratorios hacia el Perú, diversas mujeres -principalmente de nacionalidad venezolana- han tenido que enfrentar retos particulares y complejos, marcados por su género, a lo largo de sus procesos migratorios. Estos están presentes desde la toma de la decisión de migrar hasta la integración en las sociedades de acogida, pasando por el propio tránsito migratorio. Respecto a la integración, diversos estudios han documentado las innumerables barreras que las personas migrantes enfrentan para integrarse social, laboral y económicamente en el Perú.

En este escenario, la influencia ejercida por los medios de comunicación y las redes sociales en la opinión pública sería una de las causales determinantes para explicar esta dificultad presente en los procesos de integración. Al menos esto es lo que sugieren los hallazgos de una investigación desarrollada recientemente por un equipo investigador del IDEHPUCP en el marco del proyecto Diagnóstico situacional de la representación de las mujeres refugiadas y migrantes en medios de comunicación y redes sociales en el Perú, a cargo de ACNUR y Amnistía Internacional.

Así, a partir del análisis con una metodología mixta a un cuerpo de 81 843 publicaciones, provenientes en su mayoría de Twitter y en menor medida de Facebook, lanzadas entre enero de 2020 y febrero de 2023; y un total de 961 noticias publicadas en prensa impresa, digital y radio en las regiones de Piura, Tumbes, Lambayeque, La Libertad y Lima, entre los años 2021 y 2022; se detectaron algunas representaciones vinculadas a mujeres migrantes y refugiadas venezolanas que dan cuenta de la generación de representaciones y discursos con tendencia peyorativa hacia este grupo poblacional [2].

En el caso de las redes sociales, se identificaron, entre otros, los siguientes temas recurrentes en las publicaciones: 

  • Quiebre de matrimonios a raíz de la intervención de una mujer venezolana 
  • Trata de personas y explotación sexual
  • La conmemoración del nacimiento de Juana Ramírez, personaje célebre en Venezuela
  • La relación entre la palabra «veneca» con diversos estereotipos desarrollados a partir de connotaciones negativas como «coqueta», «juerguera», «fácil», «interesada», entre otros
  • La actividad profesional de las mujeres venezolanas

En esa línea, sobre la base de los contenidos de las publicaciones identificadas, tanto en Facebook como en Twitter, es posible identificar hasta cuatro tipos de representaciones presentes en ambas redes sociales: 

  • Las mujeres venezolanas son «roba maridos»
  • Las mujeres venezolanas son criminales
  • Las mujeres venezolanas son profesionales o cuentan con una ocupación laboral
  • Las mujeres venezolanas poseen cualidades positivas

Adicionalmente, se hallaron diversas representaciones generadas a partir de los comentarios e interacciones de los usuarios a las publicaciones presentadas. Entre ellas, se hallan representaciones que vinculan a las mujeres venezolanas con la criminalidad —específicamente, con delitos como trata de personas, corrupción o narcotráfico—, pero también con actividades contrarias a lo socialmente aceptado. Entre estas últimas, destacan las asociaciones que vinculan a las mujeres venezolanas con el ejercicio de trabajo sexual.

A la par, los usuarios tienden a hipersexualizar a las mujeres venezolanas, resaltando sus atributos físicos y su belleza; y establecen relaciones de causalidad entre estas cualidades y algunos beneficios gozados por ellas, o directamente con actividades ilegales o socialmente no aceptadas. Incluso, cuando se hace referencia a determinados tópicos -como el ejercicio profesional-  que podrían considerarse positivos, se generan representaciones ambivalentes que asocian los temas a descripciones y finalidades negativas. En contraposición, las representaciones positivas constituyen apenas un porcentaje mínimo del cuerpo global de los comentarios analizados.

Por su parte, en el caso de los medios de comunicación, al generar contenido periodístico que tiene como sujetos de los hechos a estas mujeres, tienden a posicionar noticias vinculadas a la criminalidad, a la infracción, a la salud (sobre todo teniendo en cuenta el contexto de pandemia), algunas acciones positivas y a la vulnerabilidad.  Asimismo, se han podido categorizar hasta cinco tipos de representaciones mediáticas sobre mujeres venezolanas: víctimas, infractoras, delincuentes, trabajadoras o emprendedoras, y no infractoras. 

En general, las representaciones de las mujeres refugiadas y migrantes venezolanas en medios también aparecen como negativas o enmarcadas en un contexto de violencia: primordialmente, suelen ser representadas como víctimas -generalmente de trata de personas o de violencia de género- o como infractoras -vinculadas al reproche social en torno al trabajo sexual y al ingreso irregular al país-. La consecuencia es que su condición de ciudadanas y sujetas no se visibiliza, sino que termina oculta bajo estas etiquetas categóricas. Por otra parte, son representadas en medios, aunque en menor medida, como delincuentes; y, en una proporción mínima, como trabajadoras o profesionales.  

Como es posible observar, existe evidencia de una presencia sólida y constante de discursos mediáticos y sociales que generan representaciones peyorativas en torno a las mujeres migrantes. Tal como se mencionó previamente, la correspondencia entre estos y las propias representaciones generadas entre la población de acogida sería una de las variables determinantes para explicar algunas brechas en la integración de las mujeres. Frente a ello, corresponde adoptar medidas conjuntas que articulen a actores estatales, medios de comunicación, periodistas, agencias internacionales, organizaciones de sociedad civil, y mujeres migrantes y refugiadas. El curso de acción debe apuntar hacia la erradicación de toda forma de discriminación, incluyendo los sesgos presentes al difundir y compartir información tanto en medios como en redes. Solo así se podrá iniciar un camino hacia una integración plena de las mujeres en situación de movilidad. 

(*) Investigadora del IDEHPUCP.


[1] Entendemos por feminización de la migración no exclusivamente al incremento de cifras de la participación de mujeres en migraciones transnacionales, sino más bien al proceso a partir del cuál empieza a visibilizarse que sus procesos de migración son independientes a los masculinos y que, como sujetas autónomas, tienen roles, aportes y desafíos particulares a la migración.  

[2] Estos y otros hallazgos del proyecto podrán ser encontrados, con mayor detalle, en el documento “Representación de las mujeres refugiadas y migrantes en medios de comunicación y redes sociales en el Perú”, presentado por ACNUR y Amnistía Internacional este martes 29 de agosto.