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7 de noviembre de 2023
<a href="https://rpp.pe/mundo/latinoamerica/cuando-yo-no-queria-tener-relaciones-el-me-decia-voy-a-hablar-con-tu-mama-el-pais-de-las-ninas-esposas-noticia-1304733">Fuente: EFE

Por Diana Lucía Manrique Kukurelo (*)

El jueves 2 de noviembre un importante paso fue dado por el Pleno del Congreso de la República de Perú al aprobar el texto sustitutorio del dictamen que prohíbe el matrimonio de niños, niñas y adolescentes. Con un sólido respaldo de 113 votos a favor, se tomó la histórica decisión de prohibir que personas menores de 18 años contraigan matrimonio, una práctica que hasta ese momento había sido permitida. Además, se abrió la posibilidad de que aquellos que se habían casado antes de esta decisión solicitaran la anulación de su matrimonio.[1]

Esta reforma legislativa constituye un paso fundamental en la agenda de derechos humanos de la infancia en Perú, particularmente en beneficio de las niñas y adolescentes que a menudo son víctimas de violaciones de derechos humanos debido al matrimonio infantil. Estas violaciones incluyen la pérdida de oportunidades educativas y diversas formas de violencia. Con esta modificación, Perú se suma a la lista de países que han elevado la edad mínima para contraer matrimonio a 18 años[2], en consonancia con los estándares internacionales.

A continuación, se examinará el cambio introducido en la legislación peruana, se presentarán estadísticas que evidencian la necesidad de esta reforma y se destacará la alineación de la normativa con los estándares internacionales. Finalmente, se abordarán las acciones pendientes para erradicar por completo la práctica del matrimonio infantil, que van más allá de la modificación legal.

Reforma Legal

En 2018, se modificó el artículo 42 del Código Civil peruano para permitir que, de manera excepcional, personas menores de 18 años pudieran contraer matrimonio.[3] Esta disposición permitía, en la práctica, que adolescentes de 14 a 16 años se casaran con adultos. Una de las consecuencias negativas de esta norma fue que proporcionó impunidad a adultos acusados de cometer violación sexual, ya que muchos optaban por casarse con menores para evitar enfrentar un juicio por abuso. [4] Como señaló Hugo González, representante del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), «al abrir esta puerta, lo que está permitiendo el código civil es que los violadores se conviertan en maridos y esposos».[5]

Esta práctica era generalizada en Perú, como lo demuestran las estadísticas de Reniec, que registraron un total de 4.357 matrimonios infantiles en el país entre 2013 y 2022. [6] Es importante destacar que este problema afecta de manera desproporcionada a las niñas y adolescentes, ya que el 98,4% de los casos corresponden a uniones entre niñas de 11 a 17 años y hombres adultos. [7]

El matrimonio infantil a la luz del Derecho Internacional de los Derechos Humanos

El matrimonio infantil en Perú contrasta con los principios del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Diversas provisiones se han adoptado para proteger a los niños y niñas, especialmente con un enfoque de género en relación con el matrimonio infantil.

La Convención de los Derechos del Niño establece, en el artículo 1, que toda persona menor de 18 años es considerada un niño[8], asimismo, en el artículo 2 reconoce el principio de no discriminación y en el artículo 3 resalta el interés superior del niño. Asimismo, el artículo 19 señala que se deben adoptar medidas esenciales para proteger a la niñez contra toda forma de violencia. Esta protección ha sido reconocida y adoptada a nivel regional por la Corte Interamericana de Derechos Humanos como aplicable en su interpretación del artículo 19 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a los derechos de la niñez.

Debido a que el matrimonio infantil afecta principalmente a las niñas, estos derechos también deben ser interpretados a la luz de las obligaciones previstas en la Convención de Belém do Pará, la cual establece en su artículo 9 que los Estados parte deben considerar la situación de especial vulnerabilidad frente a la violencia que pueda sufrir una mujer en razón de su edad. En el mismo sentido, el artículo 6 resalta el derecho de toda mujer a una vida libre de violencia incluye el derecho a ser valorada y educada libre de patrones estereotipados de comportamiento y prácticas sociales y culturales basadas en conceptos de inferioridad o subordinación.

En este contexto el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, así como el Comité sobre los Derechos del Niño han definido el matrimonio infantil como cualquier matrimonio en el que una de las personas contrayentes es menor a los 18 años, el cual ha sido calificado como una práctica que viola sus derechos humanos. En la misma línea, dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible se ha considerado la meta 5.3, la cual tiene como objetivo «eliminar todas las prácticas nocivas, como el matrimonio infantil, precoz y forzado y las mutilaciones genitales femeninas» para 2030.[9]

Y es que al analizar las causas del matrimonio infantil, como las consecuencias, se puede advertir que las niñas que se casan se encuentran en una situación de vulnerabilidad que inclusive empeora después del matrimonio.

Causas y consecuencias

Las causas del matrimonio infantil en Perú están estrechamente ligadas a la pobreza extrema, la violencia familiar y la falta de acceso a una educación de calidad, que incluya Educación Sexual Integral. La mayoría de las niñas y adolescentes que se convierten en esposas en el país provienen de zonas rurales y entornos empobrecidos. Esto se refleja en datos de UNICEF que indican que a nivel mundial, las niñas de hogares pobres tienen tres veces más probabilidades de contraer matrimonio que aquellas de entornos más prósperos.

Además, la violencia en el seno familiar a menudo impulsa a las adolescentes a buscar el matrimonio como una vía de escape. La falta de educación también es un factor determinante, como señaló Hugo González, representante de UNFPA: “Si no tienes acceso a la educación, no tienes acceso a saber cómo identificar a un acosador o a un violador y, probablemente vivas en un contexto donde se suele normalizar la violencia” [10]. Sin embargo, el experto también indicó que “el problema está en que terminan entrando a otros círculos de violencia, sobre todo porque hay una dependencia total a la persona a la que se han unido”.

En efecto, las consecuencias de un matrimonio infantil son altamente perjudiciales para las niñas, y constituyen una violación a sus derechos humanos, particularmente contra sus derechos a la educación, salud y vida, porque suele resultar en la deserción escolar, y los embarazos tempranos representan un riesgo para la salud integral de las niñas. Como también señaló la Ministra de la Mujer, Nancy Tolentino “una niña casada con un adulto abandona la escuela, tiene embarazos que pone en riesgo su salud integral, asume responsabilidades de cuidado muy tempranamente y vive en constante riesgo de sufrir violencia”[11].

Perspectivas futuras

Es importante destacar que la modificación legislativa en Perú representa un hito significativo en la lucha contra el matrimonio infantil y la violencia dirigida a niñas y adolescentes en el país. Sin embargo, es igualmente crucial reconocer que la protección de sus derechos requiere una serie de medidas adicionales de diversa índole. Entre los desafíos pendientes se incluye la recopilación de datos sobre la situación actual de las niñas en uniones matrimoniales y la implementación de políticas educativas públicas que, con un enfoque de género y una Educación Sexual Integral, empoderen a las niñas como agentes de cambio. El objetivo es capacitarlas para desarrollar habilidades y adquirir conocimientos sobre sus derechos humanos, en especial en lo que se refiere a sus derechos sexuales y reproductivos, y para que puedan hacer valer estos derechos. El reto es grande, pero al menos el marco legal respalda la infancia de las niñas en lugar de convertirlas en esposas.

(*) Integrante del Grupo Interdisciplinario de Investigación en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario (GRIDEH).


[1] https://cnnespanol.cnn.com/2023/11/02/congreso-peru-aprueba-prohibir-matrimonio-infantil-orix/

[2] El Perú se suma a países como Antigua y Barbuda, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, República Dominicana, Trinidad y Tobago, y Chile, que, en los últimos años realizaron modificaciones legislativas para prohibir el matrimonio infantil.

[3] Al artículo 42º del Código Civil estableció que, excepcionalmente, “tienen plena capacidad de ejercicio los mayores de catorce años y menores de dieciocho años que contraigan matrimonio, o quienes ejerciten la paternidad

[6] El Perú refleja una práctica generalizada a nivel mundial. Según Unicef, en el mundo uno de cada cinco niñas se casan.

[8] La nomenclatura incluye niños, niñas y adolescentes.