Por Álvaro Miñán (*) y Jeferson Herrera (**)
El 5 de diciembre, Día Internacional del Voluntario, es una ocasión oportuna para reflexionar sobre la relevancia de la labor de miles de personas que dedican su tiempo, esfuerzo, capacidades y habilidades a transformar sus comunidades. Si bien existen programas de voluntariado orientados hacia una labor social, hay otras propuestas que no solo se enfocan en expresiones de solidaridad, sino que también propician espacios críticos de discusión y fortalecimiento de la democracia y la vigencia de los derechos humanos en un contexto social y político desafiante.
Ciertamente, el rol de las y los voluntarios va más allá de los actos de solidaridad o ayuda humanitaria. Por el contrario, su labor aporta al cambio social y a la promoción de una ciudadanía activa y crítica, ya que estos programas propician espacios para cuestionar problemas estructurales, como la desigualdad, la exclusión social y la precariedad en el acceso a derechos fundamentales. Según Kymlicka y Norman (2000), el fortalecimiento de una ciudadanía activa es clave para construir sociedades más inclusivas y democráticas desde el cuestionamiento de las estructuras dominantes. En este sentido, programas de voluntariado con un enfoque crítico en la formación ciudadana toman especial importancia, ya que no solo fomentan el fortalecimiento de competencias profesionales interdisciplinarias, sino que también promueven un profundo sentido de compromiso con el bienestar colectivo.
El contexto social y político actual del Perú, marcado por la polarización ciudadana, el resurgimiento de discursos fundamentalistas, la corrupción enquistada en varios órganos del Estado y los constantes conflictos sociales, exige la participación de una ciudadanía activa e informada que, como dice Aranguren (2012), se posicione como “un agente contracultural ante el actual estado de una sociedad sin ciudadanía activa”.
Tal es el caso del voluntariado del IDEHPUCP, donde las y los voluntarios se forman e investigan en temas de derechos humanos y democracia, y su relación con la vida práctica y cotidiana. Esto, a su vez, decanta en acciones de diálogo y discusión con otros actores, a través de diversas intervenciones, acciones colectivas, mediación y educación promoviendo una cultura de paz dentro de la comunidad universitaria.
Asimismo, en comunidades afectadas por el conflicto armado interno, específicamente en Ayacucho, la labor que realizan las y los voluntarios de la ANFASEP es fundamental en la recuperación de la memoria histórica y en la búsqueda de justicia y reparaciones. Ellos desempeñan un papel relevante en dar vigencia a las diversas memorias sobre nuestra historia reciente por medio de espacios de diálogo en lugares de memoria, y acciones pedagógicas en centros educativos. Estas acciones refuerzan lo señalado por Elizabeth Jelin (2002), quien destaca la memoria colectiva como un ejercicio ciudadano para consolidar democracias basadas en la justicia y la inclusión.
El impacto del voluntariado no solo se mide en resultados tangibles, sino también en la transformación de los propios voluntarios y el potencial impacto que pueden generar en sus comunidades. Según Amartya Sen (1999), el desarrollo humano implica la expansión de libertades y capacidades, tanto individuales como colectivas. Por ello los programas de voluntariado también brindan a las y los jóvenes una plataforma para desarrollarse como ciudadanos activos, comprometidos con la justicia social y la democracia. Adicionalmente, Marta y Marsana (2010) sugieren que estos hacen efectivo el ejercicio del derecho a la participación social y fomentan el desarrollo de una conciencia crítica alrededor de los derechos propios y de lo demás y de denuncia social frente a las injusticias derivadas del orden establecido.
En un Perú que enfrenta grandes desafíos sociales y políticos, el voluntariado emerge como una oportunidad para fomentar a través del ejercicio ciudadano una cultura de reconocimiento de los derechos humanos y los valores democráticos. Así, los voluntarios y voluntarias aportan a la construcción de un país más justo, solidario e inclusivo, recordándonos que el cambio comienza con pequeñas acciones.
(*) Asistente de investigación del IDEHPUCP
(**) Practicante del Área de Comunicaciones del IDEHPUCP
- Aranguren, L. (2012). Voluntariado, educación y ciudadanía. https://core.ac.uk/download/pdf/39107573.pdf
- Jelin, E. (2002). Los trabajos de la memoria. Siglo XXI Editores.
- Kymlicka, W., & Norman, W. (2000). Citizenship in Diverse Societies. Oxford University Press.
- Marta, E. & Marzana, D. (2010). El voluntariado: contexto de aprendizaje de ciudadanía y derechos. https://www.revista.unam.mx/vol.11/num7/art66/art66.pdf
- Sen, A. (1999). Development as Freedom. Oxford University Press.