Las elecciones están cada vez más cerca y la mayoría de peruanos y peruanas se disponen a ejercer su derecho a votar de manera libre. Pero para algunos ciudadanos acercarse a las urnas puede resultar en una experiencia de grave discriminación. Es lo que sucede con las personas transexuales, quienes cuando acuden a votar deben enfrentar insultos, miradas incómodas y a veces hasta impedimentos para el ejercicio de su derecho.
En esta entrevista conversamos con Leyla Huerta, activista trans y directora de Féminas Perú, quien nos explica la situación de discriminación que viven las personas trans durante los procesos electorales en nuestro país.
¿Has tenido algún incidente o has presenciado algún acto de discriminación al ejercer tu voto?
Directamente, no. Indirectamente, sí. Las miradas, el cuchicheo, el uso de pronombres incorrectos al momento de llamarte al ver que tu imagen es femenina. Conozco casos de mujeres trans a quienes no las dejaron votar. En las Elecciones Congresales Extraordinarias 2020, un miembro de mesa difundió una foto de una mujer trans. Finalmente, no se vio ningún tipo de sanción a la persona. Creo que se pudo identificar al culpable porque el padrón solo lo ven los miembros de mesa; tuvo que ser alguno de ellos. Nos faltó darle seguimiento a la denuncia.
¿De qué manera se manifiestan los actos de violencia y discriminación hacia las personas trans?
Principalmente en las faltas de oportunidades y el maltrato indirecto. No necesariamente te dicen que es por tu identidad, sino te miran mal, no te ayudan o simplemente te llaman con el nombre con el que no te identificas. Lo peor es que utilizan el nombre de tu DNI para decirte que no te están faltando el respeto. Es bien complicado.
¿Crees que la medida de la ONPE, es decir el “Protocolo para garantizar el derecho al voto de las personas trans en la jornada electoral” pueda frenar la discriminación que viven ustedes en las urnas?
No creo que la pueda frenar, pero sí está permitiendo algunos cambios. Solucionar este problema de un momento a otro es difícil. Por ejemplo, hemos recibido una denuncia de una mujer trans que estuvo trabajando en la ONPE y fue despedida sin ningún motivo. La percepción de la chica es que el despido se produjo por transfobia y esto es difícil de probar, ya que son percepciones, pero nosotras nos damos cuenta cuando la gente te tolera o te respeta. Por eso, es importante hablar de respeto y no de tolerancia; son cosas distintas. Hay gente que puede tolerarte en un espacio, pero está esperando cualquier paso en falso que puedas dar para magnificar tus errores o colocar las vallas más altas, y son más estrictos al momento de juzgarte.
«Nosotras deseamos que las instituciones concienticen la situación en la que nos encontramos y que puedan aplicar el enfoque de género verdaderamente.
¿Qué otra medida crees que la ONPE debería adoptar para mejorar la situación de este grupo de ciudadanos (as)?
Yo creo que debería haber un plan completo sobre el tema. No basta con una norma; también es fundamental la inclusión a personas transexuales en los equipos directivos. Cuando hay un equipo multidisciplinario donde también hay compañeros transexuales, entonces las personas se cuidan para que sus juicios no sean calificados como transfóbicos. Sabemos que esto no garantiza completamente que haya respeto, pero si sería una política inteligente. No solo dar la norma, sino también incluir a trans en el equipo de trabajo. Yo creo que hace falta sanciones administrativas. Se sacan normas, pero no se sanciona; entonces, esas normas quedan como un saludo a la bandera.
¿Crees que la discriminación hacia la comunidad trans aumenta el ausentismo en las urnas?
Completamente. Yo creo que la discriminación causa que muchas personas trans ni si quiera voten. No votan porque no están en el lugar de nacimiento que figura en el DNI, también porque son migrantes y no tienen interés en las elecciones. A parte son violentadas en el sector político. No tenemos legalidad en este país. Entonces si no tienes legalidad, te importa muy poco lo que pase alrededor de este. No nos involucramos en el sistema como debería ser. Es lamentable, pero es un efecto de las consecuencias de la discriminación que existen en el sistema cis heteronormativo.
¿Qué avances o trabajos vienen realizando como colectivo?
Estamos investigando sobre la situación de cómo nos encontramos, hace falta mucha data de nuestra población y cómo esta puede servir para hacer políticas públicas dirigidas hacia nosotras.
¿Qué esperan lograr desde las instituciones?
Nosotras deseamos que las instituciones concienticen la situación en la que nos encontramos y que puedan aplicar el enfoque de género verdaderamente. Lo ideal sería que en el equipo de gestión haya personas trans que compartan su visión. También si en los integrantes hay una persona trans, al momento que se reciba una denuncia de discriminación, se puede dar respaldo al veredicto de la persona trans y que no resulte ser una acusación falsa.
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