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Entrevistas 17 de agosto de 2021

El primer gabinete que eligió el presidente Pedro Castillo encendió las alarmas en la opinión pública tras entregar la presidencia del Consejo de Ministros a Guido Bellido, investigado por apología al terrorismo. Además, la cercana relación de los ministros elegidos con Vladimir Cerrón, presidente del partido Perú Libre, y la falta de paridad son temas que, según las encuestas, preocupan a la población. Sobre estos puntos conversamos con Marisol Cuellar, politóloga de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con especialización en procesos electorales, quien considera que la respuesta desde el nuevo Congreso será de confrontación.

Las primeras encuestas ubican a Pedro Castillo con una aprobación aceptable en el centro y sur en el Perú, mientras que en Lima se encuentra por debajo de los históricos de anteriores presidentes (Datum: 24%). ¿Podemos hablar de un sólido apoyo en las regiones?

No sé si es sólido, teniendo en cuenta que su votación, en gran parte de regiones del sur, fue mucho mayor al porcentaje de apoyo actual. Además, el voto que le dio la victoria está ubicado en esos puntos del país. Tradicionalmente, hay un periodo de tiempo en que el presidente y la nueva gestión goza de cierta aprobación, que se conoce como “luna de miel” y puede deberse a eso.

¿Mantendrá este apoyo?

Es difícil predecirlo. Depende de que se cumplan las demandas inmediatas que se hayan propuesto en campaña para las regiones. El apoyo está condicionado al cumplimiento de las propuestas. Además, hay conflictos sociales que se van a tener que negociar en algunas semanas y creo que, hasta ese punto, el apoyo no es evidentemente una carta en blanco para nadie y mucho menos para las regiones que tienen demandas bastantes concretas, y que vieron en la propuesta de Castillo una atención a esas. Algunas de ellas son bastantes complicadas y no cuentan con apoyo del Congreso. Entonces creo que se podría mantener el apoyo si se da el cumplimiento medianamente rápido de los pedidos solicitados durante la campaña, y se podría romper si no se logra una respuesta rápida a estos.

¿Cree que la elección de este gabinete tiene como objetivo que el Congreso deniegue el voto de confianza?

No conozco las intenciones que están detrás y no me gusta postular hipótesis. Considero que la presentación del gabinete sí es una posición partidaria, que muestra que responde netamente al gobierno de Perú Libre y la ideología o el programa con el que fueron elegidos. No ha sido producto de una negociación entre bancadas. Eso no está bien ni mal. Es una propuesta que ha presentado el partido y que muestra que no ha habido negociación. Generalmente, una negociación produce gabinetes mucho más multipartidistas y que tiendan a tener personajes que puedan resultar conciliadores. Sin embargo, no se ha visto esta estrategia. Asimismo, hay elementos que considero inaceptables y que no deberían ocupar los cargos, en la misma línea de los pedidos del Defensor del Pueblo, que ha sacado un listado de antecedentes de las personas que no deberían ocupar los cargos y creo que es importante mencionar.

«Se debe tener personas que cumplan con el criterio de paridad, que conozcan o tengan presente la agenda de las necesidades de las mujeres»
¿Cómo cree que afectaría la falta de paridad en el gabinete al impulsar políticas públicas?

Sí, ha habido un retroceso respecto a tener gabinetes paritarios. Considero que es importante tener visión y tener elementos que permitan la paridad. Aquí estamos intuyendo que va haber una afectación por la falta de paridad en el gabinete. La paridad es importante, aunque, como también se ha señalado, es un primer paso. Además, se debe tener personas que cumplan con el criterio de paridad, que conozcan o tengan presente la agenda de las necesidades de las mujeres. Considero que muchísimas mujeres pudieron haber cumplido con los criterios. La paridad no excluye a la meritocracia y la afectación es directa porque no hay inclusión de la mitad de la población, ni de la visión que pueda tener.

Una crítica que se hace a la conformación del gabinete es la evidente cercanía de funcionarios a Vladimir Cerrón. ¿Cómo observa la importancia de Cerrón dentro del Ejecutivo?

Creo que es muy obvia la manera como el secretario general del partido tiene influencia en las negociaciones que se den dentro del Gobierno. No sé de qué manera esté operando, pero considero que tiene voz como presidente del partido y como influyente en la bancada, porque parte de esta responde a Perú Libre. No considero que sea algo separado, sino que es un proyecto único. Seguramente hay diferencias de criterios, pero Pedro Castillo es quién decide. Vladimir Cerrón seguramente sugiere y tiene poder; sin embargo, el que toma las decisiones es Castillo.

¿Qué tipo de Congreso veremos en estos primeros meses?

El primer gesto de confrontación lo dio el Ejecutivo al presentar un gabinete que responde una sola línea partidaria con elementos tan cuestionados. Entonces, la respuesta que se esperaría es de confrontación. Ya se ha podido ver en la primera moción de interpelación que se ha presentado. Sin embargo, teniendo en cuenta que un porcentaje superior al 80% de personas es nueva en la labor del Congreso y que los partidos que tienen representación se caracterizan por no haber hecho mucha vida partidaria, hay bastante inexperiencia. No sé si la respuesta vaya a ser estratégica, es decir, si se va a buscar la gobernabilidad, o si simplemente se cae en un escenario de confrontación, que evidentemente va a ser respuesta a la presentación del Gabinete. Puede haber mucho peligro para la supervivencia de las instituciones. No apostaría a que puedan ser más cautos porque hay inexperiencia y la relación entre las bancadas es sumamente débil. Eso suma a que sus respuestas no puedan ser articuladas.

En esa línea, ¿qué bancadas observa clave para este desenlace?

Las bancadas que están en la extrema derecha, que pueden sumarse a acciones de confrontación. Sin embargo, esto es complicado, porque no es que tengamos bancadas que respondan una línea ideológica establecida. El problema, como señalaba antes, es que no sabemos qué respuesta esperar de las bancadas, no hay predictibilidad en su comportamiento.

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