Salmón indicó que «en el Perú, la mujer es discriminada desde que nace hasta el final de su vida». Remarcó que, si bien la situación de las mujeres en nuestro país es mejor que hace una década, aún existe cierta autocomplacencia frente a lo hecho en materia de políticas de igualdad de género y esta materia no tiene la prioridad necesaria en el ámbito de las políticas públicas.
Nuestra directora también indicó que «cada vez más, cuando se dan las oportunidades en igualdad de condiciones a hombres y mujeres, somos capaces de asumir luchas, liderazgos, proyectos con una gran responsabilidad. Ello no significa idealizarla, pero si comprender que va más allá del rol de víctima que muchas veces sufre».
En su opinión, el problema de las políticas de género en el Perú no es jurídico, dado que nuestro país es parte de diversos tratados internacionales sobre derechos de las mujeres y se han emitido normas en torno a esta materia, sino que resulta indispensable el cumplimiento de la normativa vigente sobre este tema. Dentro de los tópicos que señaló como problemáticos, Salmón resaltó los temas de violencia y participación política, así como la poca visibilidad que tienen las mujeres con discapacidad, quienes son discriminadas dentro de un grupo poco visibilizado de ciudadanos.
Para afrontar el incumplimiento de las leyes actuales, en su concepto, se requieren campañas de concientización, observatorios sociales que vigilen el cumplimiento de las políticas y un mayor presupuesto.
Finalmente, Salmón insistió en la necesidad de encarar los temas de discriminación por temas de género y que no se puede alcanzar el desarrollo únicamente en base al crecimiento económico, sino que se debe afrontar los temas vinculados con derechos fundamentales.
Por su parte, Rojo indicó que la discriminación hacia las mujeres y la situación de subordinación entre géneros tiene un origen muy fuerte en patrones culturales, estereotipos, mandatos, expectativas diferenciadas en relación con los roles que se determinan desde la niñez. En particular, se encasilla a la niña y adolescente en labores de cuidado que no son compartidas con los varones.
La especialista de UNICEF también resaltó la necesidad de trabajar más arduamente para evitar la deserción escolar de niñas en zonas rurales y pueblos indígenas, así como en el caso de adolescentes que quedan embarazadas y que son hostilizadas por el entorno familiar y escolar una vez que desean reincorporarse a sus labores escolares. Desde su perspectiva, las políticas públicas en materia de género deben recoger también las distintas realidades regionales.
Finalmente, Rojo señaló que se requiere evitar que la vida privada de las mujeres sea utilizada tanto como un medio de acoso y descalificación política como un vehículo de exclusión de puestos de trabajo.
(08.03.2015)
(Foto: Delegación de la Unión Europea en el Perú)
