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Nacional 29 de julio de 2020

Compartimos la entrevista realizada a Marcela Huaita, investigadora asociada del IDEHPUCP, en el portal Propuesta país.


Entrevistadora: ¿A qué se debe que se agrave la situación de violencia sexual durante la cuarentena?

Marcela Huaita: La situación de violencia sexual a niñas, niños y adolescentes es una problemática de larga data, que se agudiza con el contexto del COVID-19, pero que no es exclusivo de esto. Nosotros revisamos la cifra de denuncias de violencia sexual contra niños y niñas, es una cifra alarmante. Contra adolescentes mujeres es todavía más alarmante. Si nosotros vemos el centro penitenciario, vamos a ver de que en el Perú, el mayor número de hombres en cárceles están por violencia sexual a niños, niñas y adolescentes. Entonces esta es una problemática de una raíz profunda.

¿Por qué en el periodo de cuarentena esto se agrava? Porque efectivamente hay más contacto de los agresores, y hablo en masculino porque son hombres, adultos en muchos casos, y en otros adolescentes, que van a estar muy cerca de sus víctimas. Aquí hay dos elementos importantes en los casos de violaciones sexuales a menores de edad; por un lado, el agresor y su organización de desprecio hacia el género femenino, normalmente son personas muy machistas pensando en el ejercicio de su masculinidad y en que el ejercicio de su sexualidad, pero también hay otros elementos: la falta de redes de apoyo, el sometimiento que muchas veces, en las familias, reforzamos sobre las personas por ser adultas. Todos estos elementos hacen que en una situación de cuarentena, donde estamos todos juntos en un mismo espacio pequeño, porque nuestras casas, muchas veces, tienen problemas de espacio, entonces hay más oportunidades. Yo no digo que ni la pobreza ni el hacinamiento son causas de la violencia sexual, porque no lo son pero sí pueden generar mayores oportunidades para esta violencia.

La violencia sexual, junto con muchísimas otras cosas, lo que la pandemia está evidenciando son situaciones bastante dramáticas que se dan desde antes.

Entrevistadora: ¿Qué acciones concretas de pueden tomar para revertir, prevenir, corregir esta situación?

MH: Las acciones concretas tienen que ver con tener una red de comunicación o programas muy fuertes que den mensajes directamente, a los niños, niñas y adolescentes para prevenir estas situaciones. Hay campañas muy claras en las que se sabe que necesitan tener a una persona en quién confiar, que nadie que toque sus partes íntimas es una persona confiable, que nadie que guarden un secreto es una persona confiable, pero esto hay que ponerlo en cadena nacional para llegar a todos los niños y niñas.

Un dato bastante interesante, que ha dado la ministra, es que en las llamadas telefónicas a la Línea 100 son los propios niños, niñas y adolescentes, especialmente las adolescentes, las que han llamado. Eso es muy importante porque están teniendo la posibilidad de pedir ayuda y si no encuentran ayuda en el entorno inmediato pueden llamar y esto debería llegar a toda la población junto con el programa «Aprende»; sin embargo, las soluciones no están en pedir ayuda cuando ya hay una situación de violencia.

Claramente, la situación es de más largo aliento y tiene que ver con cambiar esta estructura de nuestra sociedad en donde el machismo y la discriminación que las mujeres sufrimos, poniéndonos en el caso de personas para un servicio sexual a los hombres, esto va cambiar. La solución no está en la Línea 100 es una respuesta necesaria, pero que no va a la solución.