Paulo Abrao, presidente de la Comisión de Amnistía del Ministerio de Justicia (Brasil), habló acerca de los desafíos de la justicia transicional, los modelos posibles, la necesaria construcción de espacios conjuntos del estado y la sociedad para llegar a consensos sobre su aplicación, a partir de los avances registrados en nuestros países. Las comisiones de la verdad no son el último paso, por el contrario, pueden ser el detonante para abrir o impulsar nuevos procesos. «¿Cómo nos apropiamos de los procesos de memoria y acción colectiva que avanzan en nuestros países, como aprendemos de ellos?» se preguntó. Las disputas políticas que se generan alrededor pueden contribuir a movilizar una conciencia social que permita «sancionar» los crímenes, combatir la impunidad e impulsar procesos educativos de transmisión a las nuevas generaciones.
Doudou Diéne (Senegal), exrelator especial de las Naciones Unidas contra todas las formas de discriminación, dijo que, en algunos países del mundo, los gobiernos crearon una estrategia muy refinada para transformar el conflicto en paz, implementando estrategias de impunidad legales, que no han ayudado al esclarecimiento de los procesos, de la verdad, y menos, a la dignidad de las víctimas. “Memorizar significa traer a la víctima, resignifcar a la víctima”, colocar en el centro de la política pública a las víctimas, eso no puede olvidarse. Para ello, se requiere de elementos fundamentales: la justicia, los procesos no pueden seguir quedando en la legalidad de la impunidad; la reparación histórica; la educación: «tiene que dar a la víctima la posibilidad de entender que pasó» y la memoria, que no puede quedar en monumentos, la memoria es activa, debe ser ligada al imaginario, a la vida cotidiana.
El Congreso mantuvo reuniones paralelas entre diversas redes de América Latina: el Encuentro Internacional de Miembros del Ministerio Público sobre Justicia de Transición; el I Encuentro Nacional de Clínicas de Testimonios; el I Workshop internacional sobre procesos de memoria; la 78ª Caravana da Amnistía; la VIII Reunión de IDEJUST y la I reunión de la Red sobre Justicia de Transición de América Latina.
Así, América Latina avanza en los esfuerzos de integración e intercambio de experiencias diversas de justicia de transición: desde los países que sufrieron regímenes militares de facto hasta las democracias autoritarias, y que aún atraviesan situaciones de conflicto social y polarización política respecto de los procesos de justicia, verdad, memoria y reparación. Las iniciativas por encontrar nuevas formas de reconocimiento a las víctimas como ciudadanos, avanzan como un desafío fundamental en los procesos de justicia transicional.
I Encuentro de la Red Latinoamericana de Justicia de Transición (RLJAT)
La reunión de la Red Latinoamericana de Justicia de Transición (RLAJT) se realizó los días 12 y 13 de marzo y se discutió acerca del papel de la Red, la necesidad de impulsar una mayor visibilización del debate sobre la Justicia transicional, su vinculación con el estado y la de la democracia, los cambios sociales y las nuevas generaciones, así como permitir miradas comparadas de los procesos en la región. La riqueza de la Red está en su conformación por instituciones de la academia – que aportan con reflexión e investigación – y por organizaciones sociales que ejercen presión, acción y formas de incidencia política para los procesos de justicia transicional. Ese encuentro puede potenciar el trabajo que ya se realiza en nuestros países.
Igualmente, se ha avanzado en organizar las bases de un reglamento que regule acerca de la pertenencia a la Red y la incorporación de nuevos miembros; la estructura temática de una plataforma multimedia para el intercambio y debate de informaciones. Mediante la página web – que será lanzada a fines de abril de este año – y las redes sociales, la RLJAT va a difundir los hechos y los procesos actuales por los que vienen atravesando los países de la región en materia de justicia transicional. También se difundirá mediante estas vías noticias, legislación, jurisprudencia, casos y otros reportes vinculados a la temática de América Latina.
La RLJAT está compuesta por la Comisión de Amnistía del ministerio de Justicia de Brasil y por las instituciones: Memoria Abierta y el Centro de Estudios Legales y Sociales (Argentina), el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana (El Salvador), la Universidad Nacional del Rosario (Colômbia), el Grupo de Estudios sobre Internacionalización del Derecho a la Justicia de Transición (Brasil), el Observatorio sobre Derechos Humanos de la Universidad Diego Portales (Chile) y el Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IDEHPUCP).
La Red fue creada el 2011 y se eligió a Brasil como la secretaría ejecutiva, que ha sido asumida por el consorcio formado por la Universidad Federal de Brasilia y la Universidad Federal de Río de Janeiro. Asimismo, ha quedado constituido un Comité gestor por dos años, formado por la Comisión de Amnistía, el CELS, el IDHUCA y el IDEHPUCP con el apoyo de la secretaría ejecutiva.
Escribe: Iris Jave, coordinadora de relaciones institucionales y proyectos del IDEHPUCP