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15 de septiembre de 2020

Escribe: Stéphanie Borios (*)

“Yo quería ir a Ecuador porque sabía que en Ecuador era en dólares y era como más fácil reunir dólares. Si me iba a Colombia era en pesos, entonces, también tenía que cambiar y toda la cosa, y si me iba a Perú también tenía que cambiar (…). Pero yo no sabía que en Ecuador pedían visa para trabajo, que la situación estaba bastante difícil, o sea, yo no sabía eso. Total que, bueno, me deprimí muchísimo, o sea, como todos los venezolanos, lloré muchísimo porque en el extranjero no era color de rosa como uno lo piensa cuando vive en Venezuela (…). Pensaba en regresarme, no te voy a decir que no (…). Pude hablar con mi mamá por videollamada y, bueno, en eso me dijo, me metió casi que dos cachetadas psicológicas y me dijo: “tienes que salir. Si no es en Ecuador, pues vete al Perú, pero tienes que salir de ahí porque no hay forma de enviarte dinero; no te puedes regresar, tienes que salir”. Yo: “está bien”. Al día siguiente yo me paré tempranito… […] me monté en una combi, que es una minivan que están allí, pagué mi pasaje, solo (ojo, a mí nadie me acompañó; yo salí solo a explorar el mundo), llego a Tumbes, esto es un poquito más ciudad que Huaquillas y empiezo a caminar Tumbes solo, empiezo a caminar Tumbes, a ver dónde puedo conseguir trabajo. Ese primer día que caminé todo Tumbes sin comer, o sea, yo lo que había era desayunado una arepa y ya no había comido más nada, yo no tenía dinero para gastar. Yo, Bueno, caminé todo Tumbes, fui a Claro […] y me dijeron, “bueno, ven mañana con tus documentos”, y había otro lugar que también me dijo que fuera con los documentos […]. Era un colegio público, entonces, igual me dijeron, “trae tus documentos”.”

En este extracto de una entrevista realizada a Javier, quien llegó a Tumbes en diciembre del 2018, él nos explica cómo frente a ciertas adversidades y siguiendo los consejos de su mamá decide cruzar la frontera y probar suerte por su cuenta en el Perú. Lo que nos dice Javier nos da elementos para pensar en cómo se configuran las trayectorias de jóvenes migrantes venezolanos.

A continuación, comparto una reflexión sobre la complejidad y riqueza del estudio de las trayectorias migratorias de jóvenes venezolanos, fruto del proyecto de investigación interdisciplinario “Trayectorias migrantes: Un acercamiento a los factores que estructuran los proyectos y estrategias migratorias de personas jóvenes venezolanas en Perú”[1] liderado por el GRIDEH (Grupo Interdisciplinario de Investigación en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario) de la PUCP. El objetivo principal de este proyecto es explicar los factores que estructuran las trayectorias migratorias de jóvenes venezolanos/as (18-29 años) en Perú, según las etapas del proceso migratorio en las que se encuentran y a la luz de las políticas del Estado, en especial las normas en materia de migración y refugio. En una coyuntura tan insegura como la que estamos viviendo ahora, es aún más relevante entender de qué manera las personas deciden qué rumbo dar a su vida. 

La construcción de las trayectorias migratorias

Por “trayectoria migratoria” entendemos el proyecto de migrar y las estrategias que usan los migrantes para concretar este proyecto (García-Moreno y Pujadas Muñoz 2011, 463). Otra característica importante al momento de entender esta trayectoria es su sujetividad, desde el momento pasado en el cual se formuló el proyecto del migrante de irse de su país hasta los planes que el migrante pueda tener para el futuro. Así, las trayectorias migratorias se construyen sobre la base de muchos factores tanto personales y familiares como profesionales. Son procesos que funcionan por etapas, corresponden a idas y venidas con una cierta duración, pueden cambiar de dirección y sobre todo son subjetivos.

Al enfocarnos en proyectos migratorios de jóvenes, apuntamos a entender decisiones de personas que están en plena construcción de su proyecto de vida. Además, es clave entender cómo estas personas estructuran sus proyectos de vida como migrantes y las estrategias que usan en el proceso migratorio, ya que estos factores influyen en su viaje, su acogida al llegar, y su bienestar y posterior inserción (o no) a la sociedad peruana.

En el caso de los jóvenes venezolanos que han empezado a llegar al Perú en grandes números en los últimos años, el principal factor que los motivó a salir de su país ha sido la necesidad de sobrevivir y apoyar a sus familiares. La elección de su país de destino puede ser el fruto de contactos en el Perú, familiares que ya están residiendo acá, o la idea de que el costo de vida en el Perú es más bajo que en los países vecinos y se puede vivir bien y ahorrar para mandar remesas a Venezuela. Sin embargo, dependiendo de la edad del migrante, su género y su situación profesional, económica y familiar antes de migrar, la existencia o no de lazos en el país de destino, y las políticas migratorias al momento de llegar, la experiencia migratoria será totalmente distinta.

Finalmente, contrariamente a la idea que puede existir que migrar es sólo irse e instalarse en un país de manera definitiva, al observar las trayectorias de estos jóvenes es evidente que la situación es mucho más compleja. Muchos padres que han llegado al Perú sin sus hijos y con el objetivo de empezar una vida acá y luego traer a sus hijos, han estado cruzando las fronteras desde Perú hasta Venezuela varias veces con el fin de ir a buscar a sus hijos. Otros retornan periódicamente a Venezuela para visitar a familiares y alcanzarles alguna clase de ayuda. Es decir, estamos hablando de movilidades en múltiples sentidos y por múltiples razones a lo largo de los años y esto en un contexto de políticas migratorias y de refugio cambiantes y cada vez más restrictivas. 

Observaciones desde el campo

Para analizar la multidimensionalidad de factores que estructuran estas trayectorias de vida, estamos realizando una investigación interdisplinaria y cualitativa. Además de un mapeo de organizaciones de migrantes, hemos realizado un análisis de la política migratoria del Perú y paises vecinos en relación a los migrantes venezolanos, y hemos empezado a realizar entrevistas a profundidad de migrantes en dos ciudades de frontera, Tumbes al norte y Tacna al sur, así como en la capital, Lima, donde se concentran la mayoría de migrantes. Con el propósito de ver los cambios en estas trayectorias, nos mantenemos en contacto con las personas entrevistadas y las volveremos a entrevistar en algunos meses.

«Hay que recordar que los migrantes no han recibido la ayuda gubernamental que sí recibieron otras personas pobres y vulnerables. Es más, los escasos refugios donde solían poder quedarse por un tiempo al llegar a Lima y otras ciudades han cerrado sus puertas por cuestiones sanitarias.»

En este sentido, las historias de vida son una herramienta valiosa que permite posicionar la historia del migrante dentro de un contexto político-social más amplio, entender la dinámica y complejidad del proceso migratorio, y sobretodo darle voz a esta persona en sus luchas, desafíos y victorias. Además, dan al migrante que ha sido marginado una oportunidad de contar su historia y ser escuchado a veces por primera vez desde que ha llegado al Perú. Cuando realizamos las entrevistas en febrero y marzo de este año, a pesar de que nosotros como investigadores sentíamos que el proceso de entrevistar gente que ha pasado por tantas dificultades era bastante invasivo, muchos de los migrantes que contestaron nuestras preguntas nos agradecieron por la entrevista, pues les había dado un espacio para confiarse sin ser juzgados.

Al hacer preguntas sobre las condiciones de vida en Venezuela antes de la migración (composición de la familia, relaciones de pareja, bienestar personal, acceso a la salud y a la educación, economía de la familia), la decisión de irse de Venezuela (razones y proceso de toma de decisiones, reacciones de familiares cercanos), el tránsito desde Venezuela (el viaje con posibles paradas, situaciones de discriminación y violencia en el camino, las políticas migratorias y de refugio) y la llegada al Perú y condiciones de instalación (llegada, bienestar personal, acceso a la educación y al trabajo, y los roles de género) y su visión al futuro, estamos analizando cómo se cruzan e interactuan entre sí muchos factores que influyen en las trayectorias de estos jóvenes.

La reconfiguración de las trayectorias en un contexto de crisis 

Cuando empezó la crisis sanitaria con la pandemia y el estado de emergencia en marzo, las consecuencias de ya no poder trabajar o haber tenido que cambiar de actividad, han sido un golpe duro para los migrantes. La situación ha sido aún peor para quienes acababan de llegar, al no haber tenido tiempo de construir una red de apoyo personal o profesional. Además, hay que recordar que los migrantes no han recibido la ayuda gubernamental que sí recibieron otras personas pobres y vulnerables. Es más, los escasos refugios donde solían poder quedarse por un tiempo al llegar a Lima y otras ciudades han cerrado sus puertas por cuestiones sanitarias.

En este contexto, hemos visto un retorno masivo de venezolanos a su país de origen y, para los que se quedan, una vulnerabilidad aún mayor a la enfermedad de COVID-19 por falta de recursos económicos y sociales y el tener que salir a trabajar sobretodo para alimentar a sus familias. Las personas que estaban trabajando han dejado de recibir los ingresos que tenían y muchas veces esto ha resultado en la imposibildad de pagar sus alquileres y en la probable expulsión de sus hogares por gente poco empática. Además, se enfrentan a una xenofobia creciente. Sin embargo, muchos de los entrevistados con quienes mantuvimos contacto durante la pandemia comparten la fortaleza de Emilia, que la lleva a no rendirse frente a la adversidad. Como ella nos dijo: “Bueno, vamos a reinventarnos, vamos a pedirle a Dios que nos dé sabiduría, vamos a ver qué hacemos”.


(*)Profesora de Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos e Investigadora del Grupo Interdisciplinario de Investigación en Derechos Humanos y Derecho Internacional Humanitario

Bibliografía
 García-Moreno, Cristina, y Joan Josep Pujadas Muñoz
2011      “No es fácil …, y aquí tampoco”. Trayectorias migratorias de mujeres cubanas en España. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares 66(2): 455-486.
[1] Este proyecto longitudinal está conformado por investigadores de las ciencias sociales, jurídicas y políticas. La primera fase de campo tuvo lugar a inicios del 2020 y la segunda está planificada para el 2021.