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Notas informativas 21 de junio de 2022

El día lunes 20 al mediodía, en el marco del XVII Encuentro de derechos humanos “Caminemos Juntos por la Integración”, se realizó la conferencia “La migración en el mundo y en nuestra región”, a cargo del doctor Felipe González, relator especial de Naciones Unidas sobre los derechos humanos de las personas migrantes. La charla fue comentada por Iris Jave, politóloga, investigadora y coordinadora de la línea de Movilidad Humana en el Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la PUCP; y Cécile Blouin, investigadora, especialista en movilidad humana y docente de la Maestría en Derechos Humanos de la PUCP. Carlos Cornejo, periodista y conductor de TV Perú, moderó la mesa.

En la ceremonia de inauguración estuvieron presentes Félix Reátegui, director (e) del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la PUCP; Patricia Urteaga, directora de la Maestría en Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú; Salomón Lerner Febres, presidente emérito del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la PUCP; y Aldo Panfichi, vicerrector de investigación de la Pontificia Universidad Católica del Perú.

Carlos Cornejo inició la mesa reflexionando sobre la importancia de la situación que viven las personas que han tenido que huir de su país y refugiarse en otros a causa de los conflictos mundiales. Por su parte, Félix Reátegui abrió el evento recordando el drama de los millones de ciudadanos venezolanos que tuvieron que salir de su país buscando condiciones más humanas y dignas para vivir. Patricia Urteaga precisó que hasta abril del 2022 habían llegado al Perú 1 millón 300 mil personas venezolanas.  El doctor Salomón Lerner Febres, por su parte, explicó la importancia de llevar a cabo encuentros que alberguen expertos nacionales e internacionales para enriquecer la comprensión de los temas, formular propuestas que sean conocidas por las autoridades públicas competentes y para sensibilizar a la sociedad. En ese sentido, precisó que es importante darle espacio a las voces de las personas que experimentan estos problemas. Asimismo, Aldo Panfichi advirtió de los distintos factores por los cuales se produce la movilización humana como la búsqueda mejores condiciones de vida o de refugio ante persecuciones políticas u otros. Esto es especialmente importante para el Perú, debido a que somos un país receptor de muchos ciudadanos migrantes, advirtió.

El doctor Felipe González comenzó su conferencia magistral señalando que la movilidad humana venezolana ha representado desafíos para los otros países. Enfatizó cómo los Estados usan el argumento de la seguridad para subordinar el enfoque de los derechos humanos. Esa es una de las razones, señaló, por las cuales la gran mayoría de los Estados no ha ratificado la Convención sobre trabajadores migratorios. Sin embargo, recordó que la mayoría de los Estados que sí son parte de la Convención contra la tortura o la Convención contra la discriminación racial deben adoptar un enfoque de derechos humanos en materia de migración. Asimismo, González precisó que debido al enfoque de seguridad si puede haber derechos humanos que sean relegados; no obstante, ese no puede ser el caso del derecho a la vida.

Sobre los aspectos positivos en materia migratoria González realzó dos. En primer lugar, se ha hecho un muy escaso uso de la detención migratoria. En el caso latinoamericano, salvo México, precisó, la detención migratoria ha estado sumamente acotada. En segundo lugar, está el hecho de que en América Latina no se ha cedido a la tentación de crear campos de refugiados, ya que estos terminan siendo permanentes y contribuyen a la segregación. Muchas personas nacen, crecen y mueren en esos campos, acotó.

El lado negativo ha sido la criminalización de la migración. González comentó que esto ha sido una tendencia global que se ha reproducido a nivel latinoamericano y que algunas maneras de externalizar esta criminalización pueden ser a través de una política o un discurso xenófobo de parte del Estado. Asimismo, sostuvo que existen otras maneras más perniciosas de criminalización como a través de la detención migratoria masiva, la militarización en las fronteras o a través de deportaciones violando el Derecho Internacional, sin respetar el principio de no devolución. Asimismo, González recordó que la pandemia puso de manifiesto la deficiencia en los servicios públicos cómo salud y educación.

González finalizó su ponencia esbozando los desafíos del tema migratorio como el fortalecimiento de la sociedad civil y remarcando la importancia del multilateralismo de las migraciones, ya que el tema migratorio no se puede abordar de manera aislada, apuntó.

Iris Jave, por su parte, señaló que la crisis humanitaria que afronta la población venezolana migrante colocó una nueva agenda temática tanto para el Estado como la sociedad civil y las organizaciones sociales. Acotó que nuestros países no estaban preparados para recibir un gran impacto migratorio; no obstante, algunos Estados cómo Colombia, Perú y Ecuador reaccionaron con algunas medidas de acogida, como por ejemplo permisos temporales de permanencia. A pesar de ello, Jave sostuvo que en los últimos años se han visto discursos que hablan de derechos, pero con medidas que en la práctica son restrictivas, limitando el derecho a la salud o impidiendo regularizar la condición migratoria.

Sobre el enfoque de seguridad señaló que ha sido colocado cómo prioridad por los Estados contradiciendo el enfoque de derechos humanos, lo que en la práctica significa el establecimiento de barreras para la población migrante. Explicó cómo estos mismos discursos de seguridad terminan criminalizando a la población migrante. Para ello ejemplificó el caso de los medios de comunicación, que en sus prácticas informativas sobre delincuencia enfatizan que los involucrados son venezolanos. Esto, según sostiene Jave, fomenta la xenofobia y alienta la estigmatización de la población migrante venezolana, lo cual a su vez coloca a esta población en situaciones de riesgo.

Jave finalizó resaltando la importancia de tener un enfoque multilateral para así pensar en mecanismos y medidas para atender a la población migrante, debido a que existe una falta de articulación entre las agencias del Estado. Con estos procesos de articulación se puede fortalecer los procesos de acogida, concluyó.

La tercera intervención fue de Cécile Blouin, quien recalcó el cambio de perspectiva que tuvieron que adoptar países como Colombia y Perú ante el flujo migratorio que se dio por parte de la población venezolana. Consideró que antes de llegar esta movilidad, hubo en Sudamérica un régimen bastante protector que no solo abarcaba a la persona perseguida. Consideró que la regulación migratoria actualmente ha sido bastante contradictoria y ha estado marcada por respuestas circunstanciales.

Blouin señaló que ha habido un debilitamiento del asilo en el mundo, y en esa escena no solo el Estado ha tenido un rol ambivalente, sino también las organizaciones.  Concluyó señalando que la pandemia tuvo fuertes efectos en la población migrante, ya que, a raíz de esta se militarizaron y se cerraron las fronteras.