El 2 de diciembre se estableció el Día Internacional para la abolición de la esclavitud en conmemoración al Convenio para la represión de la trata de personas y de la explotación de la prostitución ajena, documento aprobado el 2 de diciembre de 1949 en una Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU). Esta fecha no solo debe invitar a la reflexión de los legados que hasta ahora tiene la esclavitud en la construcción de los Estados y las dinámicas geopolíticas[1] sino también generar conciencia sobre los efectos tangibles que tiene la esclavitud moderna sobre los derechos y calidad de vida de millones de personas alrededor del mundo.
Para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la esclavitud moderna está compuesta, principalmente, por el trabajo forzado y el matrimonio forzoso, en tanto refieren a situaciones de explotación en las que la persona no puede rechazar o abandonar debido a amenazas, violencia, abuso de poder u otras formas de coerción que pueden ser empleadas hacia esta (2022)[2]. El último reporte sobre esclavitud moderna, publicado en septiembre de este año por ambas organizaciones junto con Walk Free[3], señala que casi 50 millones de personas se encontraron en situación de esclavitud moderna en 2021: 27,6 millones en trabajo forzado y 22 millones en matrimonio forzoso. Asimismo, se registra un incremento de 10 millones en comparación al 2016.
En cuanto al trabajo forzado, si bien la región de Asia – Pacífico es la que concentra el mayor número de casos (15.1 millones), este tema no es ajeno a Latinoamérica y tampoco al Perú, en tanto la trata de personas y la explotación sexual se encuentran como formas de trabajo forzado, y cuyas dinámicas, en el territorio peruano, se están reconfigurando debido al cambio de los flujos migratorios por la agudización de la crisis humanitaria en Venezuela (UNODC, 2021)[4].
Antes de la pandemia, ya se contaba con literatura y reportes que sugerían vínculos entre la migración y la esclavitud moderna[5], no obstante, la paralización de actividades económicas, el desempleo y el incremento de los niveles de pobreza que ocasionó la COVID-19 a nivel mundial impactó en mayor medida sobre los sectores menos protegidos por los Estados, agudizando su condición de vulnerabilidad frente a este escenario. En el caso de los migrantes y refugiados, el deterioro de las condiciones laborales (ya precarias) implicó el confinamiento y trabajo forzado por largas jornadas laborales (en algunos casos, sin pago) y sin los implementos necesarios que evitaran el contagio. Por otro lado, el cierre temporal de fronteras en varios países, como Perú, llevó a que varios migrantes opten por rutas irregulares de ingreso y salida, lo cual incrementó el riesgo de ser víctimas de alguna red de trata y explotación sexual (IDEHPUCP, 2020[6] y OIT, Walk Free & OIM, 2022).
Así, este último reporte estima que la prevalencia de un trabajador migrante adulto de estar en una situación de trabajo forzoso es de más de tres veces en comparación con la de un trabajador no migrante. Este panorama preocupante debería llevar a una discusión sobre la importancia de contar con legislación y políticas de regularización en favor de la población migrante, no solo como herramientas que garanticen su integración al país y el respeto de sus derechos fundamentales, sino también como mecanismos a largo plazo que esté orientados a la prevención y lucha contra la esclavitud moderna.
[1] Ver Combrink ,T. & Van Rossum, M. (2021). Introduction: the impact of slavery on Europe – reopening a debate, Slavery & Abolition, 42:1, 1-14. y Andrews, G.A. (2004). Afro-Latin America, 1800-2000. Oxford University Press.
[2] OIT, Walk Free & OIM (2022). Global Estimates of Modern Slavery: Forced Labour and Forced Marriage
[3] Ibidem
[4] Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) (2021). Informe situacional Perú. Informe situacional del delito de la trata de personas en contexto de flujos migratorios mixtos Perú. https://bit.ly/3ihP2YG
[5] OIM (2019). Migrants and their vulnerability to human trafficking, modern slavery and forced labor. https://bit.ly/2Y9Pcq2
[6] IDEHPUCP (2020). Informe alternativo al Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares.