Entre el 2016 y el 2018, el Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IDEHPUCP) ha desarrollado, gracias al apoyo de MISEREOR[1], el proyecto “Gobernanza Intercultural: Construyendo ciudadanía desde el fortalecimiento de capacidades y la incidencia en líderes indígenas amazónicos”. Se trata de una iniciativa que ha buscado promover la democracia y el fortalecimiento de la participación ciudadana, así como la incidencia política de los pueblos indígenas de dos regiones del país: Ucayali y San Martín.
Para ello, el proyecto contempló la consecución de tres objetivos más específicos: la elaboración de un estudio diagnóstico sobre la oferta de formación dirigida a representantes de pueblos indígenas de ambas regiones que ha permitido recoger las experiencias de los pueblos e identificar las principales problemáticas y necesidades de formación[2]; el diseño de dos Diplomaturas de Estudio dirigidas a líderes y lideresas indígenas sobre la base del diagnóstico realizado; y la implementación de estos programas de formación de manera descentralizada teniendo como tema central la gobernanza intercultural.
Habiendo finalizado ambas Diplomaturas, hay resultados palpables que merecen ser resaltados. Existe una demanda educativa importante por parte de las organizaciones indígenas, de sus dirigentes y técnicos por fortalecer sus capacidades, acceder a programas de formación y volcar sus conocimientos al interior de las organizaciones y sobre todo dentro del Estado. Se trataron temas como el manejo de herramientas de gestión pública, gestión del territorio y de los recursos naturales, institucionalidad estatal, presupuesto público, salud intercultural, entre otros, que resultan trascendentales para conocer cómo funciona el Estado y que además fueron diseñados acorde a los intereses de las organizaciones indígenas. Así, se buscó desarrollar capacidades para que las organizaciones indígenas puedan conocer cómo funciona el Estado para establecer un mejor vínculo con éste y así plantear una agenda indígena.
Igualmente importante ha sido la inclusión del enfoque intercultural en diversas etapas del proceso, desde el diseño de la malla curricular, la metodología de enseñanza, la extensión del programa, la selección de los participantes, hasta la implementación del programa y de los aspectos logísticos. Considerar a la población beneficiaria como un sujeto activo en todo el proyecto ha permitido renovar las relaciones entre la universidad y la sociedad civil, y eliminar la lógica vertical y de imposición que ha caracterizado a las intervenciones con pueblos indígenas.
La brecha de género y etaria, por otra parte, ha sido también uno de los aspectos en los que el IDEHPUCP ha buscado ser enfático al momento de implementar las Diplomaturas. La selección de participantes, si bien recayó en las propias organizaciones, tuvo como requisitos la inclusión de las lideresas locales y de dirigentes jóvenes, quienes no siempre han tenido la posibilidad de acceder o de participar en intervenciones de desarrollo al tener menor visibilidad dentro de las organizaciones. Reducir la brecha de desigualdad dentro de los pueblos indígenas es un reto que no puede dejarse de lado.
A nivel institucional, a pesar de que el IDEHPUCP ha venido desarrollando diversas iniciativas relacionadas a la promoción y defensa de los derechos de los pueblos indígenas del país, el proyecto ha dejado como lecciones aprendidas la necesidad de continuar en la línea del desarrollo de capacidades de los integrantes de los pueblos indígenas de manera descentralizada y de la generación de conocimientos sobre la realidad indígena nacional. Implementar las dos Diplomaturas de manera presencial y en las regiones donde se encuentran las poblaciones indígenas no solo ha permitido fortalecer la presencia del IDEHPUCP en regiones distintas del país, sino sobre todo tener una relación más cercana y horizontal con grupos vulnerables.
Asimismo, el trabajo participativo realizado con las organizaciones regionales y las federaciones indígenas ha sido igual de importante, pues ha posibilitado incluir a dirigentes de provincias más alejadas, quienes enfrentan mayores obstáculos para acceder a programas de formación y son los que necesitan de herramientas para conocer cómo funciona el Estado y cómo incidir en él. Son las organizaciones indígenas las que deben tener un rol más protagónico y de acompañamiento para velar por el desempeño de sus dirigentes en estos espacios de formación y sobre todo por la socialización de conocimientos a nivel local.
Es claro que los impactos profundos del proyecto y de los programas de formación deben verse en el largo plazo. Igual de cierto es que los propios participantes debe volcar sus conocimientos dentro de sus comunidades y organizaciones para promover un cambio real dentro de los grupos indígenas. Sin embargo, el trabajo realizado sigue la ruta de la promoción de los derechos indígenas mediante el empoderamiento del liderazgo local para la incidencia en ámbitos locales y regionales, y la articulación de la agenda nativa dentro de instancias de gobierno; un asunto crucial para los pueblos amazónicos del país en un momento en el que los derechos humanos y el reconocimiento de ciudadanía queda relegado como un asunto menor cuando debería ser el motor de una democracia aún endeble.
[1] MISEREOR es la Obra episcopal de la iglesia católica alemana para la cooperación al desarrollo. Para más información revisar el siguiente enlace https://www.misereor.org/es/
[2] Ver https://idehpucp.pucp.edu.pe/lista_publicaciones/diagnostico-sobre-experiencias-de-formacion-en-los-pueblos-indigenas-los-casos-de-san-martin-y-ucayali/