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Notas informativas 28 de junio de 2022

El jueves 23, en el marco del XVII Encuentro de Derechos Humanos, se desarrolló el conversatorio: El impacto de la migración desde una mirada interseccional. El objetivo era reflexionar en torno a los efectos particulares que el fenómeno migratorio tiene sobre determinados grupos como niños, niñas y adolescentes (NNA) o mujeres.

Los participantes fueron Verónica Valdivieso, directora de Save the Children; Marcela Huaita, abogada, docente y consultora internacional; y Marina Navarro, directora ejecutiva de Amnistía Internacional Perú. Alexander Benites, investigador del IDEHPUCP, fue el moderador de la mesa.

De acuerdo con Verónica Valdivieso, hay, actualmente, diversos problemas que afectan a niños, niñas y adolescentes (NNA) migrantes. Entre ellos destacan los problemas de acceso a la educación y acceso a la protección internacional.  A su juicio, dicha situación se torna aún más compleja en el caso de NNA no acompañados.

Durante el proceso de migración de Venezuela a Perú los NNA se ven forzados no solo a prescindir de su educación, sino también a intercambiar sexo por favores, realizar trabajo infantil, vivir en hacinamiento, y sufrir violencia física, psicológica y sexual, abandono o separación familiar.

Por su parte, Marcela Huaita señaló la existencia de una tensión entre la soberanía de los países y los derechos de las familias migrantes. De este modo, si bien se han desarrollado reformas normativas en materia migratoria para reconocer diversos tipos de familia, estas transformaciones se han producido de forma tardía. Asimismo, aún dejan fuera a personas ajenas al denominado núcleo familiar pero que integran la familia.

Por otra parte, abordó diversos riesgos y situaciones derivadas de las trayectorias migratorias que son demarcadas por el género. En ese sentido, la situación de mujeres migrantes, marcada por estereotipos de género, implica que estas estén más avocadas a tareas de cuidado, por ejemplo.

Finalmente, Marina Navarro inició su intervención recordando que los factores que impulsan la migración venezolana están vinculados a la persecución y a la falta de garantía para los derechos humanos, lo que amerita considerar a esta población como sujetos de protección internacional. En el caso concreto de las mujeres migrantes, señaló estas son particularmente vulnerables a la violencia de género a manos de grupos de delincuencia organizada para la trata de personas y tráfico de migrantes al iniciar el tránsito migratorio.

Asimismo, agregó que la exposición a violencia se incrementa en la medida en que no cuentan con redes de apoyo y tienen temor a las autoridades que deberían brindarles protección.