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Notas informativas 15 de octubre de 2019

El pasado 12 de octubre se realizó una conferencia como cierre del proyecto «Memoria del Pasado, memoria del futuro: Fortalecimiento de la labor pedagógica del Museo de la Memoria “Para que no se repita” de la Asociación Nacional de Familiares de Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos del Perú (ANFASEP)», una iniciativa ganadora del Fondo Concursable Docente 2019 de la Dirección Académica de Responsabilidad Social de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) que se realizó con el apoyo del Instituto de Democracia y Derechos Humanos (IDEHPUCP) a partir del mes de abril hasta octubre del año 2019.

El objetivo del proyecto fue fortalecer la labor pedagógica del Museo de la Memoria “Para que no se repita” de la ANFASEP, a través del uso de herramientas de comunicación y participación por parte de las guías del Museo y de voluntarios/as. Para ello, se conformó un equipo de comunicadores/as y científicos/as sociales, entre docentes, asistentes y estudiantes, el cual realizó actividades de formación y acompañaron el proceso de elaboración de materiales para el Museo.

Bajo el enfoque de responsabilidad social universitaria se priorizó la devolución de los resultados de este a la asociación; de participación, a través de la introducción de metodologías para la elaboración participativa de los productos; y de ética y autocuidado, para lo cual se realizaron capacitaciones y se implementaron medidas de prevención para el mejor manejo de situaciones considerando que se involucra a población vulnerable. Ello permitió que los resultados del proyecto tuviesen un impacto positivo tanto para la ANFASEP, como para el equipo del proyecto.

En esta conferencia se presentaron los resultados y productos del proyecto, el cual se realizó en conjunto con el grupo de guías y voluntarios de la asociación, con la finalidad de que esta conozca su proceso de elaboración, así como el valor de esta experiencia para la gestión de su museo. La presentación se realizó en un espacio de diálogo entre los/as participantes al evento y el equipo del proyecto.

Por un lado, al finalizar el proyecto, las guías junto a los y las voluntarias del Museo conocen y utilizan las herramientas de comunicación que les permite elaborar sus materiales. Asimismo, ahora, manejan nuevos mecanismos de participación que son incorporados a sus visitas guiadas. Estos nuevos conocimientos contribuyen en gran medida a su labor dentro del museo y, en general, a la promoción del ejercicio de hacer memoria debido a que les permite elaborar de manera estratégica dinámicas de recorrido para interpelar al público visitante y que la experiencia dentro del espacio trascienda el acercamiento histórico. Además, la elaboración de sus propios recursos de comunicación permite la llega a nuevas audiencias que resultan de mucha importancia para la ciudadanía, como son los y las jóvenes.

Cada ámbito de la comunicación trabajado fue materializado en un manual para que los aprendizajes estén al alcance de nuevos integrantes del grupo de guías y voluntarios, así como para que puedan ser consultados por el equipo actual. De esa manera se elaboraron el Manual de Herramientas audiovisuales, Manual de Herramientas de divulgación, Manual de  Metodologías participativas y Manual de Identidad gráfica. Este componente representa un valor agregado al proyecto, pues el equipo percibe mayor sostenibilidad en sus nuevos aprendizajes lo que, a largo plazo, significaría un crecimiento importante en la labor del museo.

Por otro lado, esta experiencia contribuyó al aprendizaje de los y las estudiantes universitarias que participaron de como parte del equipo del proyecto sobre los conceptos básicos de memoria así como la metodología de participación activa con poblaciones vulnerables. Si bien el equipo contaba con gran sensibilidad social y por este tipo de temas, el trabajo práctico afianzó diversas habilidades blandas como la empatía, la comunicación asertiva, la escucha activa, entre otras.

Finalmente, este proyecto generó una reflexión importante en torno a la comunicación, la cual debe ser entendida como un elemento de articulación y acción política en los procesos de memoria, es decir como parte de un proceso integral y no solo como un procedimiento. La comunicación facilita el diálogo público entre diversos actores, los reconoce y los vuelve protagonistas de su propio aprendizaje, al tiempo que fortalece a las organizaciones y el propio proyecto de memoria a través de la incidencia política y la promoción de la participación.