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16 de marzo de 2021

Escribe: Dra. Mariella Villasante Cervello

El Papa Francisco ha realizado una visita histórica a Irak entre el viernes 5 y el lunes 8 de marzo. Se trata de la primera visita de un Papa a la tierra de nacimiento del profeta Abraham, padre de las tres religiones monoteístas, duramente azotada por la violencia política a causa de la guerra contra Irán (1980-1988), la guerra del Golfo (1990-1991), la invasión de Estados Unidos entre 2003 y 2011, y la guerra civil desatada por Al-Qaeda y por el Estado Islámico en Irak y en Siria desde 2013 (Villasante 2014, 2015, 2017). El Estado Islámico fue vencido en 2019, pero los yihadistas siguen presentes en los dos países. Irak se reconstruye con el apoyo de la comunidad internacional, aunque los conflictos entre las comunidades étnico-religiosas (chiitas, sunitas, kurdos) no han terminado.

En esta breve nota quisiera aportar algunas informaciones sobre esta visita papal, sobre la comunidad cristiana de Irak y sobre el diálogo establecido con el representante del islam chiita, que debe reforzar las relaciones entre los musulmanes y los cristianos. Veremos que la presencia de una autoridad religiosa respetada a nivel mundial puede aportar alivio, aliento y consuelo moral a una sociedad que sufre todavía de la violencia política y del mal gobierno.

Un mensaje de paz, de unidad y de esperanza

A pesar de la pandemia y de la terrible situación que vive Irak en esta fase de posguerra, el Papa Francisco ha logrado llevar un mensaje de unidad, de respeto y de esperanza a todos los iraquíes y en especial a los cristianos que viven en “esta tierra mártir desde hace tantos años” (Le Monde 8 de marzo de 2021). En efecto, desde hace 40 años las diversas comunidades del pueblo iraquí son humilladas por violencias de todo tipo. Durante el régimen del dictador Saddam Hussein, los kurdos (minoría que vive en Turquía y en Irak) y los chiitas (comunidad musulmana minoritaria cuyo centro está en Irán) fueron agredidos y perseguidos; durante la guerra entre Irán e Irak (1980-1988) hubo al menos un millón de muertos. En 1991 hubo la invasión norteamericana para liberar a Kuwait, ocupado por las tropas iraquíes; siguieron doce años de bloqueo económico que causó probablemente un millón de muertos, de los cuales casi 500 mil eran niños; en 2003 Estados Unidos y el Reino Unido volvieron a invadir Irak para neutralizar las supuestas “armas de destrucción masiva” que no existían. En medio del caos social, político y económico, Al Qaeda y el Estado Islámico iniciaron una guerra islamista contra el Estado y la sociedad que ha durado hasta 2019 (La Croix, 8 de marzo de 2021).

El Papa fue recibido por el presidente iraquí, Barham Saleh, que lo había visitado dos veces en el Vaticano, quien le agradeció profundamente por la visita que es “un motivo de orgullo” para su país, y por “la dimensión histórica, religiosa y humana” de su presencia en Irak. Algunas centenas de personas fueron autorizadas a saludar al Papa en la carretera, durante el trayecto entre el aeropuerto y el palacio presidencial. El Papa ofreció al presidente un medallón representando al patriarca Abraham con su bastón de peregrino en Mesopotamia.

En su discurso, el Papa Francisco ha instado a la fundación de una sociedad que permita el pluralismo religioso, étnico y cultural; rechazando el “fundamentalismo” que “no puede aceptar la coexistencia pacífica” entre las diversas comunidades humanas. “La diversidad religiosa, cultural y étnica que ha caracterizado la sociedad irakí durante milenios es un recurso precioso y no un obstáculo que debe ser eliminado”, dijo el Papa. De manera explícita, el Papa evocó la situación de los Yézidis, minoría monoteísta que ha sido acosada y esclavizada por el Estado Islámico, “víctimas inocentes de la barbarie insensata e inhumana, perseguidas y asesinadas a causa de su pertenencia religiosa.” Asimismo, el Papa defendió un marco jurídico y político que aporte la misma protección a todos los ciudadanos, de todo origen y religión (Le Monde del 8 de marzo).

La comunidad cristiana de Irak

Al final de su discurso, el Papa puso el acento sobre los cristianos, cuya “presencia es muy antigua” (desde el siglo I de nuestra era), pero que actualmente se han visto reducidos a 1% de la población. “Su participación en la vida pública, en tanto ciudadanos que disponen plenamente de sus derechos, de sus libertades y de sus responsabilidades, testimoniará que el pluralismo religioso, étnico y cultural puede contribuir a la prosperidad y a la harmonía del país”, afirmó el Papa.

En efecto, en cerca de veinte años, los cristianos de Irak se han reducido considerablemente. Antes de la captura de Saddam Hussein en 2003, la población cristiana estaba estimada entre 1,2 y 1,5 millón de personas. Actualmente se piensa que quedan 400 mil, es decir 1% de la población (38 millones de personas). Entre las comunidades presentes en la región desde el inicio del cristianismo, 250 mil son católicos (Iglesia Caldea e Iglesia Siria) y 150 mil son miembros de otras comunidades (Iglesia asiria en el norte, e Iglesia siria ortodoxa en el Kurdistán de Irak, al norte del país). A partir de 2003, muchos sacerdotes fueron secuestrados y luego liberados contra el pago de rescates, hubo muchos atentados contra las iglesias y los comercios. A partir de 2008, los barrios mayoritariamente cristianos comenzaron a disminuir; los cristianos se fueron también de Basora en el sur y de Mossul en el norte. Cuando no pueden partir al extranjero, se refugian en los poblados cristianos de Nínive, en particular en Karakosh (donde 95% de la población era cristiana hasta 2014) y en la ciudad de Erbil, en el Kurdistán irakí.

Un hecho traumático tuvo lugar el 30 de noviembre de 2010, cuando un comando de Al-Qaeda entró en la catedral siria de Bagdad, y asesinó 48 fieles. En junio de 2014, la ciudad de Mossul cayó en manos del Estado Islámico [EI], que les dio a elegir entre convertirse al islam, pagar un impuesto especial [según una costumbre antigua], o partir; pero al final fueron maltratados, pillados y expulsados. En agosto, los pueblos de Nínive cayeron también bajo el control del EI y más de 120 mil cristianos tuvieron que huir hacia Erbil y el Kurdistán (Le Monde del 8 de marzo).

Mensajes contra la violencia y a la juventud

El Papa evocó asimismo las violencias y los enfrentamientos entre facciones político-militares, con países extranjeros (Irán y Estados Unidos, no nombrados) en Irak: “¡Que se callen las armas! Que cesen los intereses partisanos, esos intereses externos que se desinteresan de la población local. (…) ¡Basta de violencias, de extremismos, de facciones, de intolerancia!”.

En un país donde la mitad de la población tiene menos de 20 años y se movilizó masivamente en 2019-2020 para reclamar un cambio político y para protestar contra la corrupción y el pésimo gobierno, el Papa pidió a los gobernantes que les ofrezcan “la esperanza de un futuro mejor”, con mayor “justicia y honestidad”, así como instituciones estatales fortalecidas.

El presidente Saleh le agradeció haber llegado a Irak en circunstancias tan difíciles y, siendo de origen kurdo, recalcó la importancia de la “pluralidad” de la sociedad que da mucho “orgullo” a los iraquíes, “a pesar de la tempestad de violencia, de tiranía y de totalitarismo que han arrollado al país.” El presidente lamentó que en Oriente Medio se pierda la disposición al pluralismo, alimentando de ese modo “el terrorismo, la violencia y el odio”. Sin embargo, “no se puede imaginar el Oriente sin cristianos”, y es difícil ver “el gran sufrimiento de los cristianos obligados a abandonar sus casas y su patria.”

Después de esos discursos en el Palacio de gobierno de Bagdad, el Papa visitó la Catedral Nuestra Señora de la Salvación, donde hubo un terrible atentado el 31 de octubre de 2010. Las fotografías de estos mártires se encuentran en el altar. El patriarca de Babilonia de los caldeos, el cardenal Lous Raphael Sako, relató al Papa que los cristianos han sido sometidos a grandes dificultades y periodos de persecución. En su primer discurso dirigido a los cristianos, el Papa los animó a “perseverar” para garantizar la presencia cristiana en Irak y a “servir la causa de la paz y de la unidad.” También anunció que el sábado debía reunirse en Ur [tierra de Abraham] con los líderes de las tradiciones religiosas de Irak “para proclamar una vez más nuestra convicción de que la religión debe servir a la causa de la paz y de la unidad entre todos los hijos de Dios” (Euronews del 6 de marzo, Le Monde del 8 de marzo, Editorial).

El Papa Francisco y el ayatolá Ali Al-Sistani, el 6 de marzo de 2021 (Le Monde)

El sábado 6 de marzo, el ayatolá [erudito] Ali Al-Sistani, principal líder chiita de Irak, recibió la visita privada del Papa Francisco durante 45 minutos en la ciudad de Nadjaf, al sur de Bagdad. Ningún medio de comunicación estuvo autorizado a filmar y al final del encuentro, Al-Sistani ha declarado: “Los cristianos de Irak deben vivir en paz”. Por su lado, el Papa agradeció a Al-Sistani por “haber defendido los más débiles y los más perseguidos.” Según el Vaticano, el Papa ha recalcado la importancia de la colaboración y de la amistad entre las comunidades religiosas, para “el bien de Irak, de la región [del Oriente Medio] y del mundo entero.” (Le Monde del 8 de marzo). El encuentro con Ali Al-Sistani fue una caución en defensa de los cristianos, que meritan consideración, protección y derechos ciudadanos. La delegación del guía chiita precisó además que éste ha hablado de “la injusticia, la opresión, la pobreza, las persecuciones intelectuales y religiosas, la supresión de libertades fundamentales y la ausencia de justicia social.” Asimismo, “ha reafirmado su interés para que los cristianos de Irak vivan como todos los iraquíes, en seguridad y en paz en la plenitud de sus derechos constitucionales.” (Le Monde del 9 de marzo).

El mismo día, 6 de marzo, el Papa efectuó un “rezo de los hijos de Abraham” en la ciudad bíblica de Ur, acompañado por algunos altos representantes de las diversas comunidades religiosas de Irak: Faruk Khalil, jefe espiritual de los yézidis; Sattar Jabbar, jefe de los mandeos; Rajab Kakaei, representante de los Kakai de Kirku; y dos representantes de la religión de Zoroastro. Entre las personalidades musulmanas se encontraban Jawad Al-Khoei (chiita) y Hamid Abdul (sunita). Su discurso estuvo centrado sobre la fraternidad que debe estar acompañada de los derechos fundamentales que son “la libertad de conciencia y la libertad religiosa”. (Le Monde del 9 de marzo).

El Papa Francisco en las ruinas de la Catedral de la Inmaculada Concepción el 7 de marzo (Getty Images/Saleh Al-Abeidi)

El domingo 7 de marzo, el Papa Francisco visitó las ruinas de las iglesias de Mossul destruidas por el EI e hizo una plegaria por las víctimas en las ruinas de la Catedral de la Inmaculada Concepción. Luego visitó la ciudad mártir de Karakoch, y en la noche celebró una misa en el estadio de Erbil (Le Monde del 8 de marzo, YouTube 7 de marzo). Su visita a Karakoch le permitió tener un contacto directo con cientos de fieles que querían celebrar su presencia en suelo irakí. El Papa les ha dedicado palabras de consuelo y de ánimo para que se queden en el país: “Ustedes no están solos, no se rindan ¡no pierdan la esperanza!”. Sobre las heridas del pasado les recomendó: “el perdón necesario para defender el amor, para ser siempre cristianos”. “Con todas las personas de buena voluntad, decimos no al terrorismo y a la instrumentalización de la religión” agregó. (Le Monde del 9 de marzo, Euronews del 8 de marzo). El Papa terminó su periplo en Erbil, capital del Kurdistán irakí, donde celebró una misa para más de 20 mil fieles llegados de todo el país. Antes de partir les dijo: “Irak estará siempre conmigo” (Le Monde del 9 de marzo).

Reflexiones finales

  • El viaje del Papa Francisco a Irak, país martirizado por la violencia política, ha dejado una grata impresión, mucho consuelo y renovadas esperanzas a la comunidad cristiana, perseguida por los sanguinarios terroristas de Al-Qaeda y del Estado Islámico, que instrumentalizaron el islam no sólo contra ellos, sino contra todo el pueblo iraquí. Su mensaje de pluralismo, de concordia entre todas las comunidades religiosas y étnicas de Irak, así como su demanda de una mejor gobernanza, sin corrupción y sin luchas intestinas, concierne no solamente a los países del Oriente Medio sino también a muchos países del mundo.
  • En el Perú y en América Latina tenemos problemas de gobernanza similares a los que atraviesa Irak y podemos recibir también el mensaje de paz, de armonía social y política del Papa Francisco. En efecto, su mensaje a los gobernantes iraquíes debería ser también escuchado por nuestros gobernantes, para que nos ofrezcan “la esperanza de un futuro mejor”, con mayor “justicia y honestidad”, e instituciones estatales fortalecidas.

Fuentes consultadas
Le Monde del 9 de marzo, Cécile Chambraud, “En Irak, le pape dans les ruines laissées par l’EI”, https://journal.lemonde.fr/data/1319/reader/reader.html?t=1615655628074#!preferred/0/package/1319/pub/1766/page/4/alb/92888
Villasante Mariella, 2014, Crímenes contra la humanidad en Siria y en Irak. Las acciones del Estado islámico. Boletín del idehpucp del 21 de noviembre de 2014. Boletín del idehpucp, 20 de noviembre de 2014.
Villasante Mariella, 2015, El reclutamiento de jóvenes para la guerra santa islámica y los atentados en Francia, Memoria n° 16, 20 de abril, http://idehpucp.pucp.edu.pe/el-reclutamiento-de-jovenes-para-la-guerra-santa-islamica-y-los-atentados-en-francia/
Villasante, 2017, El Estado Islámico contra las sociedades de Siria e Irak y contra el “Occidente”. ¿La caída de Mossul implica el fin del terrorismo islamista? Revista Ideele n° 272, 5 de agosto de 2017, https://www.revistaideele.com/2021/03/01/sobre-el-estado-islamico-la-caida-de-mossul-implica-el-fin-del-terrorismo-islamista/
YouTube, LeHufftPost, 7 de marzo, https://www.youtube.com/watch?v=EDm9FO5v7Ek