"No se puede hacer una apreciación homogénea de todo el Medio Oriente"
Francesca Varda, coordinadora para América Latina y el Caribe de la Coalición por la Corte Penal Internacional (CICC), participó en el conversatorio “Revueltas en el mundo árabe: ¿un camino a la democracia?”, realizado por el IDEHPUCP y la Maestría en Derechos Humanos de nuestra Universidad, el pasado 7 de septiembre. La CICC agrupa a 2,500 organizaciones del mundo que trabajan temas relacionados con la Corte Penal Internacional. Este tribunal juzga a las personas acusadas de cometer crímenes de genocidio, de guerra y de lesa humanidad. Aquí reproducimos el diálogo que sostuvo con Punto Edu sobre la situación de Medio Oriente.¿Qué trabajo realiza la Coalición por la Corte Penal Internacional?Nuestra organización promueve la ratificación e implementación del Estatuto de Roma, que es el tratado fundacional de la Corte Penal Internacional (CPI). Seguimos de cerca sus casos, investigaciones y exámenes preliminares. En ese sentido, monitoreamos lo que pasa en Libia y Sudán. La Corte, basada en La Haya, tiene jurisdicción por crímenes de lesa humanidad, guerra y genocidio. Sobre esa base, hay parámetros específicos sobre cómo puede intervenir la Corte. El Estatuto de Roma contiene las normas sobre las cuales opera. Un estado parte acepta la jurisdicción de la Corte. Es un tribunal independiente. A la fecha, tiene 117 países estados partes de los diferentes continentes.Respecto a las revueltas árabes, ¿cómo se ha desempeñado este tribunal?La Corte puede abordar un caso de tres maneras. En una, un estado parte le remite una situación. En otra, lo remite el Consejo de Seguridad de la ONU por su gravedad, como en el caso de Libia y Sudán. En la tercera, cualquier persona envía información a la CPI. El fiscal, por la información recaudada, puede solicitar una investigación. Este año, el fiscal abrió investigación formal en contra de Libia. La CPI no solo investiga a Gadafi, sino también a los rebeldes y otros actores que podrían haber perpetrado crímenes. Como corte complementaria a los sistemas nacionales, solo puede intervenir si un Estado no puede o no quiere investigar y procesar un caso a escala nacional. Libia no es estado parte, pero cuando el Consejo de Seguridad remite la situación, no se tiene que cumplir eso.Se ven estas revueltas como una ola democratizadora. ¿Qué piensas al respecto?Falta bastante por ver. Es claro que ha cambiado el contexto político, social, cultural de la región. Se ha visto una conciencia naciente de participación política. No acaba de aparecer, sino que se está afianzando. Pero los países son bastante distintos. No se puede hacer una apreciación homogénea de todo el Medio Oriente. Habrá que ver qué pasa con estas revueltas. Los hechos se siguen transformando sobre la marcha. Hay que ver también qué pasa con las elecciones, cómo se perfilan estas transiciones a la democracia y de qué tipo de democracia estamos hablando. Hay tantos criterios que es muy difícil hacer predicciones solo considerando cómo sucedió en América Latina o el sur de Europa del sur. Es una génesis, con sus experiencias bastante distintas y particulares.¿Cómo ves la participación de Occidente y un advertido interés por el petróleo?Es un elemento de la realpolitik como recurso energético muy codiciado, pero eso no explica todo lo que está pasando. Se nos presenta una voz nueva, toda esta generación de jóvenes que ponen en el tapete temas que antes no estaban. Hay muchísimas otras cosas que juegan un papel en ese escenario, aparte del petróleo. La norma internacional postula que cuando un Estado no cumple con proteger a su población de graves crímenes, la comunidad internacional debe utilizar vías diplomáticas, humanitarias y otros mecanismos pacíficos para proteger a las poblaciones, e incluso, dado la gravedad, puede considerar el uso de la fuerza colectiva a través del Consejo de Seguridad de la ONU. Hablo específicamente del caso de Libia. No avalo ni condeno lo que pasó ahí.Será muy importante el papel de la Corte en tanto haya sanción a estos déspotas.La Corte no puede ver todos los casos. Ahora solo puede ver lo de Libia porque es la jurisdicción que el Consejo de Seguridad le ha remitido, pero en gran parte de la región los estados no son miembros. Para conocer otras situaciones, como la de Siria, el Consejo de Seguridad tendría que remitirle la situación. Es una posibilidad. Lo más importante ahora es la captura. Luego de investigaciones preliminares, la CCI emitió orden de arresto en contra de Gadafi, su hijo Seif al Islam y su cuñado Senusi, ex jefe de inteligencia militar. Como la Corte no tiene una policía, depende de sus estados partes para que ellos ejecuten esas órdenes de arresto y entreguen a los acusados a la Corte.En estas revueltas se ha destacado la participación de jóvenes y de la tecnología en la conformación de un liderazgo principalmente de clase media. ¿Ha sido así?Definitivamente, herramientas como Facebook y el Twitter han jugado un papel muy importante. Pero argumentar que sin estas herramientas nunca hubiera sucedido esto no es tan factible. En la historia, siempre ha habido revueltas. La gente no tenía ni celulares ni Facebook ni Twitter, pero sabía dónde tenía que juntarse y qué iba a pasar. La fuerza de un pueblo cuando quiere levantarse contra algo supera estas contingencias. Pero evidentemente ha sido increíble el papel que han tenido estas herramientas. Cuando en Egipto cerraron el internet, aun así había medios que creaban espacios de comunicación. Con estas herramientas, trasciendes fronteras, obtienes el apoyo de diásporas aunque estén lejos. Las nuevas tecnologías van a continuar teniendo un papel en este sentido.Entrevista: David PeredaNota: entrevista tomada de la edición del 19 al 25 de septiembre de Punto Edu.