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8 de marzo de 2016

Pero no todos los resultados son positivos. Aún están presentes en la región problemáticas como las de acoso político en contra de las candidatas mujeres. En nuestro país, el reporte emitido por Flora Tristán en 2012 muestra que, de 187 autoridades mujeres, 73 fueron víctimas de maltrato físico (5%), maltrato psicológico (57%), hostigamiento sexual (10%) y coacción con mecanismos administrativos (48%).[3] Estos datos parecen reafirmarse en el 2015 ya que, según el reporte del Jurado Nacional de Elecciones, de 133 candidatas agredidas políticamente durante las elecciones regionales y municipales del 2014, el 45% de las agresiones o violencias hacia estas procedían de miembros de otras organizaciones, el 25% de miembros de su propia organización y el 23% de algún medio de comunicación.[4] A pesar de esta situación, los proyectos de ley contra el acoso político y la alternancia política siguen sin ser discutidos y, menos aún, aprobados dentro de nuestro Congreso de la República.

Justamente, uno de los argumentos con el que se cuestionan los mecanismos de acción afirmativa, como es el caso de la cuota de género que busca la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, sostiene que se debería promover candidaturas de mujeres con mayor experiencia para estos cargos. Estas insinuaciones son solo un reflejo de la precariedad de nuestra sociedad y el deficiente debate existente respecto a la igualdad de género. Muestran, en su lado más explícito, los estereotipos y la violencia de género que persisten entre nosotros y que, tienen en algunos representantes políticos, una voz que enarbola banderas retrógradas y cuestionadoras de cualquier sociedad moderna y democrática.

Frente a esto, en un contexto de contienda electoral, conviene realizar distintos análisis acerca de la oferta política que se presente para la composición del nuevo parlamento. Si bien algunos reportes han mostrado cómo se abordan los derechos de las mujeres en los planes de gobierno[5] o cuál es la composición de las listas respecto a la cuota de género[6]; en este breve artículo se desea compartir algunos datos sobre el perfil de las candidatas al congreso en Lima Metropolitana y el Extranjero de ocho organizaciones políticas, siete de las cúales han mostrado mayor intención de voto y una restante por ser el partido de gobierno actual.[7]

A nivel general, encontramos que las candidatas cuentan en su mayoría con las siguientes características:

  • Tienen estudios superiores concluidos.
  • Se encuentran en un rango de edad entre los 30 y 49 años.
  • Se ubican principalmente en los últimos dos tercios de sus listas respectivas.
  • Tienen una mayor experiencia laboral en el sector privado y, de las que cuentan con experiencia en el sector público, esta se concentra en cargos del Poder Ejecutivo.
  • Más de la mitad no cuenta con experiencia política previa, ya sea en cargos partidarios, postulaciones a cargos de autoridades políticas o en ejercicio de estos cargos; sin embargo, dentro de las que cuentan con experiencia política, esta se concentra en el ejercicio de cargos de representación popular, principalmente como congresistas o regidoras.
  • Solo un 7% se encuentra postulando a una reelección congresal.

Es necesario mencionar que este perfil general es cercano al perfil de candidatos y candidatas a nivel nacional elaborado por el Jurado Nacional de Elecciones en el que se menciona que en Lima, el 45% cuenta con posgrados concluidos. A nivel nacional, más del 80% no cuenta con experiencia política previa y solo 127 casos postulan a una reelección congresal[8]. Sin embargo, también es relevante confirmar que las candidatas en Lima siguen siendo ubicadas, principalmente, en los últimos dos tercios de sus listas respectivas y que, existen pocos casos de candidatas con experiencia de ejercicio en cargo de autoridad, lo que viene reflejando diversas limitaciones para la construcción de su trayectoria política. Asimismo, que si bien la cuota de género para este distrito electoral es de 11 candidaturas, estas organizaciones políticas han superado dicha cuota por la mínima diferencia.[9] A continuación se comparan los perfiles de las candidatas entre estas organizaciones políticas.

Partido Nacionalista Peruano (PNP)

El partido de gobierno presenta a candidatas, en su mayoría, con experiencia laboral tanto en el sector privado como el público. Sin embargo, resalta el alto número de postulantes vinculadas a labores en el Poder Ejecutivo por encima de las demás organizaciones políticas. Asimismo, predominan las candidatas con cargos partidarios (6 casos) y, en menor medida, experiencia en cargos de representación (2 casos). Pese a ello, solo 3 candidatas se ubican en el primer tercio de su lista. Si bien el partido parece haber priorizado en colocar a candidatas que han tenido experiencia durante su gobierno, ya sea en la gestión pública o en la gestión partidaria, no ha brindado la misma confianza para otorgarles una mejor posición en su lista.

Fuerza Popular (FP)

El caso de Fuerza Popular es el que presenta más candidatas en el primer tercio de su lista (6 casos) y a la reelección congresal (4 casos) en comparación con el resto de las organizaciones políticas. Esto parece reflejarse también en que más del 40% cuenta con experiencia política como autoridades (5 casos). Sin embargo, en cuanto a la experiencia laboral, la mayoría se concentra en el sector privado. Las candidatas se encuentran mejor posicionadas en las listas congresales y poseen experiencia política que puede ser una herramienta importante en caso deban asumir el oficialismo o la oposición en el parlamento.

Todos por el Perú (TPP)

Todos por el Perú es el tercer partido con más candidatas en el primer tercio de su lista congresal (5 casos) y es uno de los que presenta más candidatas con experiencia laboral en el sector privado y con postgrados concluidos (9 casos). Sin embargo, no cuenta con candidatas que disputen la reelección y ninguna de ellas ha tenido experiencia anterior como autoridades. De esta forma, si esta organización logra asumir el gobierno, esta sería la primera experiencia política formal para muchas de sus postulantes.

Peruanos por el Kambio (PPK)

Es la organización política que ha presentado una sola postulante en el primer tercio de esta, siendo la agrupación que menos representantes mujeres ha colocado en ese sector de la fórmula parlamentaria presentada. Tiene más candidatas con experiencia laboral en el sector privado y más de un 60% con estudios de postgrado concluidos. Mientras que, solo dos de sus candidatas cuentan con experiencia política como autoridades. Si bien esta organización parece haber priorizado variables como experiencia laboral o estudios, es necesario señalar la relegación de las candidatas a los últimos lugares en la lista congresal.

Alianza para el Progreso (APP)

Es la organización política que presenta más candidatas con estudios universitarios concluidos, con más experiencia laboral en el sector público que en el privado y que poseen más experiencia como autoridades (4 casos), solo por debajo de Fuerza Popular. Pero, no presenta ningún caso de reelección congresal y solo en dos casos se ubican en el primer tercio de la lista. A pesar de tener candidatas con experiencia política, laboral y estudios superiores, esto no se traduce en un mayor y mejor posicionamiento en el primer tercio de su lista.

Acción Popular (ACP)

Es una de las organizaciones políticas que presenta más candidatas con estudios superiores concluidos (9 casos). Además, con más experiencia laboral en el sector privado y solo 2 candidatas con experiencia política como autoridad. Sin embargo, es el que ubica a más postulantes en el último tercio de la lista congresal (6 casos) junto a Alianza para el Progreso. Si bien parece priorizar las variables de educación y experiencia laboral del sector privado, se deja de lado otras variables como la experiencia política o la experiencia en el sector público. Más aún, relega a la mayoría de sus candidatas a los últimos lugares de su lista.

El Frente Amplio por Justicia, Vida y Libertad (FA)

Es la organización política que presenta más candidatas (15 casos) y la que ubica a un mayor número de las mismas en el primer tercio, junto a Fuerza Popular (6 casos). Además, casi todas presentan estudios superiores y técnicos concluidos (14 de 15 casos). Pero, solo dos poseen experiencia política como autoridad y solo una tiene experiencia laboral en el sector público. Si bien sus candidatas, en su mayoría, no han asumido cargos de representación popular o laborado en el sector público, en comparación con otras organizaciones políticas, se resalta la buena práctica de ubicar a las mujeres en los primeros lugares de su lista.

Alianza Popular (AP)

Es una de las organizaciones que presenta más candidatas con estudios de posgrado concluidos (8 casos). De la misma forma, más de la mitad cuenta con experiencia en el sector público (4 en el Poder Ejecutivo y 2 como Congresistas). Pese a ello, es también uno de los que ubica a menos candidatas en el primer tercio de su lista (2 casos). De esta forma, a pesar de que parece haber priorizado variables como la experiencia del sector público o los estudios de posgrado, ha relegado a sus candidatas a las últimas posiciones de la lista.

A modo de conclusión

Frente a los datos mostrados podemos concluir que pese a que las candidatas presentan experiencia laboral en el sector privado y altos niveles de educación, estas siguen siendo aisladas en las listas congresales y, en consecuencia, con menos visibilidad e importancia política. Esto es preocupante en tanto se ha encontrado una baja experiencia política en cargos de representación y en el sector público, variables que podrían contribuir positivamente en la formación de una trayectoria política. En ese sentido, es posible sostener la existencia de un círculo vicioso en el que no se ubica a las mujeres en los primeros lugares de las listas y, en consecuencia, no obtienen puestos de representación lo que influye negativamente en su intento de formarse una carrera política.[10]

En ese sentido, es contrastante que, por ejemplo, TPP no presente candidatas con experiencia política, algo que puede ser importante si es que asumiera una bancada como oposición u oficialismo en el próximo parlamento. De igual forma, pese a que el FA presenta más candidatas en los primeros lugares, estas no cuentan con mayor experiencia en cargos de representación o en el sector público. Mientras que, en el caso de FP, parece contar con mejor posicionamiento de sus candidatas y, al mismo tiempo, que estas cuentan con experiencia política previa. Sin embargo, este último dato también implica una mayor profundidad en el análisis en tanto es necesario seguir explorando las variables que influyen en la selección de candidaturas y cómo este proceso implica o no la incorporación de un enfoque de género, más allá de la aplicación de la cuota.

El informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) acerca de las Brechas de Género del 2015 nos señala que la presencia de mujeres en el parlamento se ha incrementado desde la década del 2000 pese a que, en el último periodo parlamentario esta ha dismunido en más de 7% respecto al periodo anterior. Se ha señalado la importancia de la cuota de género para este incremento, pero la persistencia de otras problemáticas como la relegación a los últimos lugares de las listas o el acoso político nos demuestra que no es posible realizar conclusiones contundentes basándonos solo en cifras.

La política es también un espacio en el que se evidencian las desigualdades de género. Si bien las variables que podrían incidir para el acceso a estos cargos se encuentran en la educación, la experiencia laboral o la experiencia política, existe aún mucho trabajo por hacer ya que el mismo informe del INEI sigue demostrando las barreras de partida con las que inician sus carreras las mujeres. Peor aún, cuando llegan a la meta aparecen otros obstáculos, ya sea desde la función pública o en la representación política. Será materia de los que creemos en la igualdad de género seguir impulsando y fortaleciendo aquellas medidas que permitan eliminar estas limitaciones para que, tal vez, en algún momento, podamos elegir gobernantes sin diferencias de género.

Escriben: Diego Uchuypoma Soria, investigador del IDEHPUCP y miembro del Grupo de Partidos Políticos y Elecciones de la PUCP; Cristhian Jaramillo, miembro del Grupo de Partidos Políticos y Elecciones de la PUCP

Los siguientes cuadros resumen los datos presentados en este texto (Infografías elaboradas por Valquiria Ramos):


[7] Los datos han sido extraídos y sistematizados a partir de las hojas de vida de las candidatas presentadas en el portal web Voto Informado del Jurado Nacional de Elecciones:

[9] AP y ACP solo presentan 11, FP, PNP y PPK 12, APP, TPP 13 y FA 15 candidatas respectivamente.

[10] Estudios como el de Gallo y otros (2008), respecto a las elecciones parlamentarias peruanas del 2006, muestra que las candidatas recibieron mayor cantidad de votos frente a los hombres cuando fueron colocadas como cabeza de lista.