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Opinión 20 de junio de 2014

En esta fecha, ACNUR resalta las historias de supervivencia y la resistencia de más de 40 millones de personas que, actualmente, se han visto forzadas a abandonar sus hogares por la guerra o las violaciones de derechos humanos[2]. ¿Que nos señala esta campaña? Que las cifras son realmente exorbitantes. No obstante, pese a este dato alarmante, los Estados no han querido ceder en torno a su potestad en el control de los flujos migratorios a nivel de sus fronteras.

El caso sirio no puede obviarse, pues se prevé que, para el próximo año, 4.1 millones de personas estarían en situación de movilidad internacional. De otro lado, en Darfur (Sudán), por ejemplo, la cifra supera también el millón de personas debido a la presencia de conflictos intertribales motivados por el control de la tierra y de otros recursos[3].

De la cantidad de personas que huyen de sus Estados de origen por encontrarse en una situación atentatoria a sus derechos, ¿cuántas de ellas han obtenido algún nivel de protección? El año pasado, en el caso de varios de los Estados miembros de la Unión Europea cercanos al norte de África, se ha otorgado protección solo al 3% de los refugiados provenientes de Siria. De 50 mil personas, solo serían 1500 refugiados aproximadamente.[4] En el caso de Líbano, son más de 1 millón de refugiados los instalados este año, mientras que muchos están todavía a la espera de registrarse.[5]

Se trata de dos situaciones contrapuestas que ejemplifican que, en el Derecho internacional, existe una tensión entre el derecho de los Estados de acoger o de cerrar las fronteras y la situación inhumana en la que se encuentran los refugiados de todo el mundo; mientras que varios Estados deniegan el acceso a la entrada de refugiados, Líbano, que tiene una población de 4.2 millones de personas, ha recibido a través de sus fronteras al 20 % de la población siria hasta la fecha.[6] De igual manera, Jordania, Iraq y Egipto reciben un número alto de refugiados sirios.

Aunque en Líbano las fronteras han permanecido abiertas y los refugiados pueden trabajar e instalarse con sus familias, existe un costo social alto por ello. La afluencia masiva de los refugiados ha traído como consecuencia que muchas zonas pobres del país colapsen, los salarios disminuyan su valor por la mano de obra, la educación y salud acentúe su precariedad y muchas viviendas se encuentren insalubres o sobresaturadas. En consecuencia, se percibe una tensión latente entre la afluencia de refugiados y la capacidad del Estado de brindar las suficientes garantías al conjunto de la población[7].

Parece ser que, si la comunidad internacional no actúa cooperativamente, el precio a pagar para cumplir en estricto con los compromisos internacionales relativos al otorgamiento de refugio superaría la capacidad de Estados como Líbano. Lo que ha hecho este país es actuar según dos criterios:[8]

  • Respecto a la determinación grupal  de la condición de refugiado, ya no se comprueba caso a caso si la persona que quiere ser protegida en Estado de acogida puede considerarse refugiada (habría que probar la existencia de temor fundado, de persecución por motivos discriminatorios de raza, religión, nacionalidad, grupo social u opinión política y la incapacidad o el temor de no poder protegerse en su país de nacimiento), sino que  el reconocimiento es al conjunto de personas que arriban porque se asume que ellas huyen por las circunstancias evidentes y objetivas del país de origen que da lugar al éxodo.
  • En relación a la protección temporal, se suspende la determinación individual de refugiado y se prefiere otorgar una protección temporal que asegure un trato mínimo respetuoso de derechos humanos.

Esta alta consideración del Líbano por asistir a los refugiados contrasta con el poco interés que existe por parte de otros países respecto de este colectivo. De hecho, el hecho que en un Estado explote un conflicto armado no significa que los Estados vecinos deban asumir todas las externalidades del refugio, sino que debería haber una “carga compartida” entre estos o, en general, a nivel de la comunidad internacional. De hecho, hace dos años, en esta misma fecha, el Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, indicó que son los países pobres quienes acogen a la gran mayoría de personas desarraigadas del mundo y que se requería una mayor solidaridad y mayor reparto de la carga[9].

Este mismo llamamiento resulta válido en 2014, pero se espera que esta vez no tenga  un efecto vacío. No solo los Estados tienen un gran peso en la mejora de esta situación, sino también la sociedad civil internacional tiene una gran responsabilidad. De hecho, no existirá mayor nivel de  colaboración estatal, mientras los diversos actores de la sociedad civil no presionen sobre sus gobiernos en ese sentido.

Escriben: Morgana Salvador y Pablo Rosales, investigadores del IDEHPUCP


[1] ACNUR. Celebridades lanzan mensajes en apoyo al Día Mundial del Refugiado 2014. 2 de junio 2014. [En línea]: http://www.acnur.org/t3/index.php?id=559&tx_ttnews%5Btt_news%5D=8328

[2] Ibíd.

[3] AFP. ONU prevé doble de refugiados sirios para el 2014. Enero 2014. [En línea]:

https://es-us.noticias.yahoo.com/video/onu-prev-doble-refugiados-sirios-090000757.html

[4] EL PAÍS. Europa cierra la puerta a refugiados. 18 de junio 2014. [En línea]:

http://elpais.com/elpais/2014/06/18/planeta_futuro/1403107305_844729.html

[5] CRI ONLINE. El número de refugiados sirios en Líbano supera 1,1 millones de personas. 17 de junio 2014. [En línea]: http://espanol.cri.cn/782/2014/06/17/1s317009.htm

[6] LOVELESS, Jeremy. Crisis en el Líbano: ¿Campamentos para refugiados sirios? Revista de Migraciones Forzadas 43, Julio 2013. [En línea]: http://www.fmreview.org/es/estadosfragiles/loveless

[7] Ibíd.

[8] ACNUR. La protección de los refugiados en situaciones  de afluencia masiva: Marco global para la protección. Consultas globales sobre protección internacional de ACNUR. 19 de febrero de 2001.

[9] CENTRO DE INFORMACIÓN DE NACIONES UNIDAS. Día mundial de los refugiados 2012, Mensaje del Secretario General para 2012. [En línea]: http://www.un.org/es/events/refugeeday/2012/sgmessage.shtml