El 15 de marzo del 2020, el gobierno peruano declaró estado de emergencia a raíz de la pandemia de COVID-19 que llegaba a los países de la región. Desde ese momento ingresábamos a un largo periodo de difíciles pruebas para todo el país. La población, en su gran mayoría, respaldó las medidas adoptadas – que incluía una estricta cuarentena – justificándolas ante el aumento de casos y decesos producto de la pandemia. Pero, como es natural, muchas interrogantes quedaban abiertas. ¿Serían suficientes esas medidas para evitar un escenario catastrófico? ¿Lograría el Gobierno hacer cumplir restricciones que alteraban y afectaban tan severamente a la vida de la población? ¿Qué podría ofrecer el Estado, además de restricciones, en un país cuyo sistema de salud pública ha estado abandonado durante tanto tiempo?
Desde el primer momento, en el Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la PUCP (IDEHPUCP) nos interesó observar este periodo desde un punto de vista particular: ¿qué significarían la pandemia y las políticas adoptadas contra ella para los derechos humanos y la gobernabilidad democrática del país? Además, era importante recordar que nuestro país el reconocimiento de derechos de diversos grupos de población –pueblos indígenas, población LGBTI, migrantes, mujeres, personas con discapacidades y otros— es lento y dificultoso. Era, pues, válido preguntarse si las medidas de emergencia implicarían una regresión o un estancamiento de los avances arduamente logrados en los últimos años.
En esta publicación presentamos una amplia muestra de los artículos de análisis y opinión difundidos en nuestro Boletín semanal desde el inicio del estado de emergencia. Organizado en ocho secciones, la publicación refleja los diversos ángulos de interrogación que elegimos para cubrir nuestra inquietud general sobre los derechos humanos y la democracia bajo la pandemia de COVID-19.