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Reseñas 30 de agosto de 2022

Por Giancarlo Mori Bolo (*)

Lan, Juan Antonio. Sida y Temor. Prensa escrita y discurso medico en Lima ante una pandemia. Lima: Fondo Editorial PUCP, pp. 121.

Hasta el domingo 21 de agosto, el número de personas afectadas por la viruela símica, también llamada viruela del mono, llegaba a 1128 según el Ministerio de Salud[1]. Con ello, el Perú ya es uno de los países más afectados en la región, solo superado por Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, el gobierno todavía no ha planteado medidas claras para frenar el rápido aumento de esta enfermedad. Otro hecho preocupante es, quizás, que en las últimas semanas ciertos medios de comunicación hayan replicado ideas prejuiciosas y sin sustento científico sobre este padecimiento. Tristemente, esta no es una novedad cuando de epidemias se trata; en el siglo XX se ha visto cómo ciertos grupos fueron culpabilizados por la propagación de estas enfermedades.

Uno de los casos más graves fue, y ciertamente sigue siendo, el del VIH/Sida en las décadas de 1980 y 1990. Es bien sabido que, durante los primeros años de su aparición, esta enfermedad fue relacionada con la población homosexual, situación que multiplicó los prejuicios ya existentes sobre estas personas. En el caso peruano, es posible entender de manera dinámica las primeras consecuencias del VIH a través del trabajo de Juan Antonio Lan, Sida y temor. Prensa escrita y discurso médico en Lima ante una epidemia, publicado en 2021. El recorrido de este libro es interesante debido a que da una explicación a los prejuicios sociales que entienden esta enfermedad como un castigo para hombres no heterosexuales.

Su autor analiza desde una perspectiva de la historia de la ciencia y la historia de la marginalidad cómo se representa a los pacientes con VIH entre 1985 y 1988, periodo en el cual el tema tuvo resonancia en la prensa escrita local. Este trabajo se inserta en la historiografía de la ciencia y la salud, un campo en crecimiento y que resuena nuevamente debido a la pandemia que vivimos. Gracias a esto, la investigación dialoga con autores como Jorge Lossio y Marcos Cueto. Este ultimo ha investigado la historia del VIH en el Perú desde un plano institucional. El aporte de Lan se encuentra en el enfoque social de la enfermedad, con lo cual nos ofrece una historia del VIH en el Perú más centrada en la vivencia humana.

El texto está dividido en tres capítulos; el primero de ellos examina el desarrollo de la enfermedad en Estados Unidos. Esta parte tiene como finalidad entender la interacción de la sociedad, la medicina y los enfermos. El autor utiliza el caso americano para exponer las repercusiones sociales en un contexto de incertidumbre y dudas sobre esta nueva epidemia. Así, se muestra la realidad norteamericana en los ochenta, donde se encuentran la revolución sexual, los derechos LGBTIQ+ y el VIH. En ese sentido, un punto importante fue la muerte del actor Rock Hudson en 1985. El fallecimiento de esta celebridad puso sobre la mesa el peligro de esta enfermedad gracias a su nivel mediático. Sobre todo, cuando en paralelo aparecían casos de mujeres seropositivas y niños con sida.

El segundo capítulo, por su parte, se centra en el desarrollo científico de la enfermedad en el Perú. La finalidad de esta parte del libro es analizar cómo los profesionales de la salud fueron estudiando y perfilando a los pacientes de VIH en los años ochenta. Además, el autor fija su atención en la figura de Raúl Patrucco, destacado médico que estudió el VIH desde los laboratorios de la Universidad Cayetano Heredia, como después lo hicieron también otros científicos que encontraron en Patrucco una inspiración. Esta atención a los estudios del doctor Patrucco permite después explicar un perfil de los primeros pacientes y contrastarlo con la información difundida por la prensa escrita.

Finalmente, el tercer capítulo analiza cómo la prensa difundió las noticias sobre el SIDA, teniendo en cuenta que los descubrimientos científicos fueron dándose en paralelo. Lan ha podido notar, por lo menos, dos momentos en la actitud de la prensa escrita. Por una parte, un primer relato del VIH como algo lejano y casi anecdótico; por otra, ya para 1985, el interés de los periódicos se enfoca en conocer cómo se va desarrollando la enfermedad en nuestro país. Asimismo, muestra que una de las principales consecuencias es el sinnúmero de prejuicios sociales y de género que desencadenan las notas periodísticas. En consecuencia, es posible explicar que algunos grupos marginales, como homosexuales pobres, trabajadoras sexuales y drogadictos fueron relacionados con el VIH pese a que la evidencia científica exponía como grupo de riesgo, en principio, fueron homosexuales de estratos altos y étnicamente blancos y mestizos.

Metodológicamente, el trabajo de Juan Lan utiliza y confronta fuentes periodísticas con investigaciones científicas de la década estudiada. Un mérito de este libro es, sin duda, la capacidad de su autor para delimitar y justificar el uso de ciertas fuentes. Esto ayuda a reconocer no solo la necesidad de analizar esas otras miradas, por ejemplo, la televisiva, también, la urgencia por recuperar la memoria en espacios distintos al archivo tradicional con la finalidad de tener un panorama completo de la difusión de estereotipos relacionados con esta epidemia. Además, hay que resaltar que el uso del trabajo de Patrucco es una pieza fundamental para su argumentación, ya que gracias a el se puede afirmar que sí era posible tener una mirada más informada de esta enfermedad en ese periodo.

Dos aspectos importantes que se pudieron integrar mejor en el estudio son los espacios homosexual y trans de Lima en la década de 1980 y la perspectiva de la comunidad afectada por los prejuicios al VIH. Comprender el rápido avance de la enfermedad, también, implica conocer aquellos lugares de intercambio sexual. Estos espacios no se limitaron a las saunas. Por ejemplo, los lugares de cruising son determinantes en la propagación del virus.  Además, examinar el uso del preservativo y la promoción que el Estado hizo, o no hizo, al respecto podría explicar en mejor medida el porqué del aumento de contagios. Por otro lado, se pudo aprovechar la mirada de los actores en la reconstrucción del miedo y temor que se sentía sobre este padecimiento. En ese sentido, muchos activistas, no solo homosexuales, pueden exponer la incertidumbre y los prejuicios que tuvieron que enfrentar los enfermos, cuando todavía no existía un tratamiento adecuado. Con ello se podría perfilar de mejor forma la moralidad tradicional donde se refugia la discriminación a los pacientes seropositivos.

El trabajo de Juan Antonio Lan es indispensable para el estudio de esta epidemia que sigue matando a un gran numero de personas a nivel mundial. Asimismo, esta reconstrucción histórica permite entender procesos que aun se viven en nuestra sociedad. El autor nos recuerda la importancia de tener una mirada crítica a la forma como se difunde la información en la prensa, sobre todo en temas tan sensibles y que implican a grupos históricamente marginados por el conservadurismo de la sociedad peruana. Lamentablemente, hoy, el pasado del VIH/Sida es el presente de la viruela símica. Por lo cual el aporte de Lan resulta una lectura necesaria.


* Egresado de la especialidad de Historia de la PUCP.

[1] RPP. Viruela del mono: casos se elevan a 1 128 en todo el Perú. https://rpp.pe/lima/actualidad/viruela-del-mono-casos-se-elevan-a-1-128-en-todo-el-peru-noticia-1426328?ref=rpp