23/02/2021

China: genocidio de los Uigures y política de corrupción de vacunas

Persecución de Uigures en Xinjiang (Bilal Muezzin 22 de abril de 2017)

Por: Dra. Mariella Villasante Cervello

La República Popular de China ocupa un espacio considerable en la escena internacional desde que el Covid-19 hiciera su aparición en la ciudad de Wuhan en diciembre de 2019. China es también un importante socio comercial del Perú y el gobierno peruano ha firmado un convenio para la compra de 38 millones de vacunas del laboratorio chino Sinopharm. Los avatares de las 3,200 dosis de la vacuna experimental enviados en setiembre del año pasado al país han aparecido a la luz recién hace unos días. Sin embargo, sabemos poco de la política interna de China, tanto en relación con el Covid-19 como en relación con sus asuntos internos.

En esta contribución propongo un breve análisis de la coyuntura actual de China sobre esos temas, desde la perspectiva de la antropología política, teniendo en cuenta: la corrupción estatal, el racismo de Estado contra una minoría religiosa, y los crímenes contra la humanidad perpetrados por China, una república excomunista, capitalista y totalitaria.

La opacidad del régimen chino sobre el Covid-19 y el vacunagate en el Perú

El gobierno autoritario del presidente Xi Jinping trató de esconder la aparición del Covid-19, se demoró en dar la alerta internacional y, durante todo el año 2020, no permitió que una comisión internacional llegara al país para investigar sobre los orígenes del nuevo coronavirus. Recién en enero de 2021 una comisión de la OMS obtuvo la autorización de realizar su peritaje exterior y acaba de terminar su estadía de un mes. Los responsables han indicado que no tuvieron el tiempo suficiente para profundizar su estudio y que el apoyo del gobierno chino fue reducido. Lo único que lograron esclarecer es que el nuevo coronavirus es de origen animal (murciélagos), que no se sabe bien cuál fue el animal intermediario que lo transmitió a los seres humanos (probablemente el pangolín), y que deberán estudiar atentamente los datos transmitidos por las autoridades chinas (Le Monde del 10 de febrero de 2021).

Desde julio del año pasado, China había empezado a desarrollar la diplomacia de las vacunas, es decir la distribución gratuita de vacunas experimentales (para los ensayos clínicos) y luego comercial (para la población) en varios países del Tercer Mundo (Egipto, Emiratos Arabes, Argentina, Perú) que le interesa mantener bajo su influencia protectora. Es en ese marco que se sitúa el escándalo, difundido el 11 de febrero, sobre 3,200 vacunas Sinopharm recibidas y distribuidas en modo irregular en nuestro país.

En el país, los análisis sobre el escándalo de la vacunación irregular de 487 personas insisten en el pésimo comportamiento de los beneficiarios. Sin embargo, diversas investigaciones periodísticas señalan también el papel de Sinopharm y del Estado chino en esas irregularidades. Se alega que Sinopharm actúa de manera irregular y utiliza la corrupción (el soborno como afirmó César Hildebrandt el 19 de febrero, Servindi) como arma económica para obtener la compra de su vacuna. En efecto, según una investigación publicada por el diario francés Le Monde en diciembre de 2020: “multiplicando los acuerdos bilaterales y vendiendo su vacuna a precios módicos, Pekín trata de extender su influencia política y reforzar sus intereses económicos. La “diplomacia de las vacunas” existe desde el 18 de mayo de 2020, cuando el presidente Xi Jinping anunció ante la Asamblea mundial de la OMS que las vacunas chinas serán un “bien público” mundial”. El investigador Antoine Bondaz (Fondation pour la Recherche stratégique) ha declarado que las dos grandes empresas chinas Sinopharm y Sinovac van a figurar entre los líderes mundiales de ese sector esencial, en particular en los países subdesarrollados que no tienen otra alternativa. Bondaz considera además que los acuerdos bilaterales [como los concluidos en el Perú] son menos estrictos que los acuerdos concluidos bajo los auspicios de la OMS que exige la prioridad a las personas vulnerables; en cambio, en los países subdesarrollados “la prioridad es vacunar a las élites”. (Le Monde 18 de diciembre de 2020).

Gustavo Gorriti escribe en un reciente artículo sobre el tema: “el caso de las vacunaciones clandestinas Sinopharm es uno de corrupción, y como tal debe entenderse. El affaire Sinopharm es parte de las pugnas de lucro y poder dentro de una de las industrias más importantes y a la vez más corruptas: la Big Pharma, tanto la corporativa privada como la estatal, con métodos para los que todavía no se ha patentado un desinfectante.” (IDL Reporteros, 20 de febrero de 2021). En fin, otros escándalos similares de vacunaciones irregulares se han constatado en Argentina y en el Líbano.

En lo que concierne a los corruptos peruanos, este escándalo es una prueba adicional de la banalidad de las prácticas contrarias al bien público, bien ancladas en todas las esferas de la vida política, social y económica. El expresidente Vizcarra ha cometido un error político y ético muy grave, anteponiendo sus intereses personales al bien del país, lo cual dejará una marca indeleble de decepción y de tristeza luego de haber obtenido un apoyo popular importante por su notable actividad gubernamental en medio del caos impuesto por un Congreso nefasto que logró su expulsión por vías totalmente ilegales.

Los Uigures: campos de trabajo forzado y esterilizaciones masivas

Los Uigures son una de las 56 etnias que componen la población de China, dentro de la cual los Han son mayoritarios (92% de la población). Son una minoría musulmana de habla turca instalada en Asia central desde hace mil años; actualmente se estima que son cerca de 11 millones de personas y viven en la región autónoma de Xinjiang (“nueva frontera” en chino, 1,6 millones de km2, 16% del territorio), bajo la soberanía del Estado chino. Luego de la revolución maoísta, el Partido Comunista Chino (PCC) trató de asociar a las élites uigures, como hizo en el Tíbet (que fue anexado en 1950). Pero a partir de la Revolución cultural de 1966, que causó 50 millones de muertes, el Partido-Estado instauró una política de asimilación violenta de las minorías (sobre todo tibetanos y uigures) y de imposición de la lengua y de las costumbres chinas.  La “guerra contra el terrorismo islámico” que empezó el 11 de setiembre de 2001 fue instrumentalizada por las autoridades chinas que lanzaron una “lucha contra el yihadismo musulmán” (Maxime Tellier, France Culture, 26 de julio de 2020).

La China no es la única potencia asiática que persigue a una minoría musulmanas. En Birmania, los militares masacran y expulsan a los Rohingyas, otra minoría musulmana. (Villasante, Boletín del Idehpucp, febrero de 2021). Además, China vende armas a Birmania y apoya su política racista y violenta, que coincide con la suya.

La represión de los Uigures y de las otras minorías étnicas ha comenzado con la llegada de Xi Jinping al PPC, en 2012, y a la presidencia de China en 2013. Los campos de reeducación y la represión violenta se han extendido con la llegada de un nuevo gobernador al puesto de secretario del PPC de Xinjiang, Chen Quango, después de haber ocupado el mismo cargo en el Tíbet (France Culture). La “lucha contra el terrorismo musulmán” ha aumentado con la ola de atentados contra el régimen que tuvieron lugar en China en 2013 y 2014. Xi Jinping decidió reprimir violentamente toda forma de protesta. Pero en realidad no se trata solamente de eliminar el peligro de la protesta social, sino también de eliminar la cultura uigur y la religión musulmana. Según el especialista Jean-Philippe Beja, las autoridades chinas entran en las mezquitas y en las casas de los Uigures, capturan a hombres, mujeres y niños que son enviados a orfelinatos donde son educados en las “buenas tradiciones del PPC”; y los padres son internados en campos de reeducación donde se estima que viven cerca de un millón de personas. En efecto: “desde su llegada al poder, Xi Jinping ha reforzado todos los aspectos totalitarios del régimen atacando a la sociedad civil: abogados, defensores de derechos humanos, sindicalistas. Luego, esta estrategia se ha extendido al Tíbet y a Xinjiang utilizando las nuevas tecnologías (IA, cámaras de reconocimiento facial)], es una política que está extendiéndose ahora a Hong Kong.” (Beja, France Culture).

Prisioneros en un campo totalitario de Xinjiang (Terresacre, 7 marzo 2020)

¿Por qué el régimen chino perpetra esos horrores? Beja (France Culture) considera que el régimen chino tiene miedo de perder el control de la población y conocer el mismo fin que la Unión Soviética y que, ante esa posibilidad, se ha propuesto “transformar” la sociedad china, una empresa totalitaria delirante que ya fue utilizada en el periodo maoísta (y también en Unión Soviética y en Camboya). Además, Xi Jinping ha ordenado la distribución de filmes de propaganda a los cuadros del PCC donde se explica que la caída de la Unión Soviética vino “por la pérdida de toda referencia ideológica”. Por ello se ha relanzado el control totalitario de la sociedad, la explotación de la fuerza laboral y la eliminación de las minorías.

Los militantes Uigures y los defensores de sus derechos humanos han denunciado la política china de genocidio desatada en su contra desde hace una decena de años. Pero el término ha sido también empleado por un antropólogo alemán, Adrian Zenz, que ha publicado un informe sobre la esterilización forzada de mujeres uigures en junio de 2020. Esta terrible información confirma las peores aprensiones pues la esterilización forzada es uno de los cinco criterios retenidos como forma de genocidio según por la Convención de la ONU de 1948, ratificada en el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional de 1998-2002 (France Culture). Recordemos que, en nuestro país, Alberto Fujimori autorizó la esterilización de miles de mujeres y nunca ha sido acusado de ese crimen contra la humanidad.

Las condenas occidentales a los crímenes contra la humanidad de China

El 21 de julio de 2020, el ministro francés de relaciones exteriores, Jean-Yves Le Drian, declaró en la Asamblea Nacional lo siguiente: “Según los datos recibidos, existen campos de internamiento para los Uigures, detenciones masivas, desapariciones, esterilizaciones forzadas, destrucción del patrimonio cultural y religioso, vigilancia permanente de la población uigur (…) Todas esas prácticas son inaceptables y las condenamos con gran firmeza. (…) En lo inmediato solicitamos a China que permita el acceso de observadores internacionales independientes y al Alto Comisariato de derechos humanos de la ONU visitar Xinjiang en toda libertad.” [Traducción libre del francés] (France Culture).

El 4 de febrero de 2021, se difundió una investigación documental de la BBC de Londres en la que se recoge testimonios de las víctimas que confirman los actos de tortura, de violencia sexual y de esterilización forzada contra mujeres uigures en los campos de trabajo forzado (fábricas textiles, plantaciones de algodón). Según la BBC, los testimonios de las víctimas uigures de la brutalidad china son irrefutables; existen además otras investigaciones realizadas en 2017 y en 2018 en esta región que los Uigures llaman Kunes (BBC News, 2 de febrero de 2021). El ministro de asuntos exteriores del Estado británico, Nigel Adams, ha declarado ante el Parlamento que el documental de la BBC revelaba “actos abominables”; y que “las pruebas de la amplitud y la gravedad de las violaciones son de una gran magnitud y muestran un cuadro atroz” (Le Parisien/AFP, 4 de febrero). Otros países europeos han denunciado el régimen chino, pero ninguno ha adoptado sanciones hasta el momento. La nueva administración del presidente estadounidense Joe Biden ha reiterado la posición política precedente que considera que la China está perpetrando un genocidio contra los Uigures y que examinarán los medios apropiados para pedir cuentas a los responsables y disuadirlos de futuros abusos. En fin, el gobierno de Australia ha pedido nuevamente a las autoridades chinas que autoricen a los inspectores de la ONU a realizar una visita en la región de Xinjiang.

Asimismo, a inicios de febrero de 2021, se ha creado un tribunal internacional para examinar las alegaciones contra China. Esta instancia se ha constituido a pedido de Dolkum Isa, presidente del Congreso Mundial Uigur, y está presidida por el británico Geoffrey Nice, ex procurador del Tribunal Penal Internacional (TPI) de la ex Yugoslavia. Los ocho miembros de este tribunal han anunciado que escucharan más de 30 testigos y varios expertos internacionales en derecho humanitario internacional. Dos series de audiciones tendrán lugar en Londres en mayo y en septiembre de 2021. La sentencia está prevista al final de este año. La embajada china en Londres no ha respondido a la invitación oficial para aportar informaciones a los miembros del tribunal. En 2020, otro tribunal independiente dirigido por Geoffrey Nice había concluido que China continuaba a extraer órganos de los presos uigures, a pesar de los desmentidos oficiales.

Como es tradicional, el régimen chino niega todas las acusaciones. Un portavoz de la diplomacia china afirmó que las denuncias sobre los “campos de formación profesional” que serían “campos de concentración donde estarían encerrados más de un millón de Uigures” son “mentiras”, y que la política en esa región no concierne “ningún grupo étnico o religioso”. Como lo advierte Maxime Tellier (France culture), la inflexibilidad china se explica por el carácter estratégico del Xinjiang, que tiene fronteras con ocho países y que ocupa un lugar central en el proyecto faraónico de las “nuevas rutas de la seda”, en una macro región que tiene muchas riquezas naturales (gas, petróleo, tierras raras, energía solar). Pero eso no es todo. Según la ONG Human Rights Watch, 80% del algodón chino es cultivado en el Xinjiang y en un informe realizado con 180 ONG, de 36 países, se ha demostrado el uso del trabajo forzado de los Uigures para la explotación algodonera. Una parte es exportada a multinacionales textiles (Gap, C&A, Adidas, Lacoste, Calvin Klein, Tommy, Muji…) que fabrican ropa de lujo producida por cautivos uigures.

Reflexiones finales

  • La toma de conciencia internacional ante los crímenes del régimen autoritario chino contra los Uigures ha sido muy lenta, pero ya ha empezado en algunos países occidentales, aunque los ricos países árabes y musulmanes, en particular Arabia Saudita, sigan manteniendo un silencio culpable y vergonzoso, pues no quieren enfrentarse con China.
  • Los campos de reeducación donde encierran a los Uigures son en realidad campos totalitarios y campos de trabajo forzado, similares a los campos del pasado comunista chino (laogai), donde millones de personas fueron encerradas para ser transformadas en perfectos comunistas. La idea de la transformación por los medios totalitarios ha sido documentada en modo brillante por la filósofa política Hannah Arendt (El sistema totalitario, New York, 1951) y por Tzvetan Todorov (El siglo de totalitarismo, Paris, 2010). En mis estudios en la selva central del Perú, he demostrado que Sendero Luminoso instaló también campos totalitarios en los ríos Ene y Alto Tambo entre 1987 y 1995 (Villasante 2019, Capítulo 6). Una lectura atenta de esas fuentes puede convencer, a quienes aún lo dudan, que la ideología totalitaria sigue concretándose en nuestro mundo globalizado.
  • Desde la instalación de Xi Jinping en el PPC y en la presidencia de China, los métodos totalitarios han empeorado notablemente. Pero las potencias occidentales se han mantenido en silencio para conservar sus buenas relaciones comerciales con la segunda potencia mundial. Además, se afirma que China despliega una así llamada diplomacia de generosidad sobre todo con los países de África y de América Latina, donde pretende imponerse como la única potencia protectora. No obstante, los últimos informes sobre el horror de los campos de internamiento, las esterilizaciones de mujeres y el genocidio de los Uigures marca un hito importante.
  • Es poco probable que los países del Tercer Mundo puedan sancionar económicamente a la China debido a la dependencia comercial y financiera; no obstante, sería absurdo que las autoridades competentes, en particular en nuestro país, sigan cerrando los ojos ante los crímenes del Estado chino contra sus propios ciudadanos.

Fuentes citadas

BBC News, 2 de febrero de 2021, ‘Their goal is to destroy everyone’: Uighur camp detainees allege systematic rape, https://www.bbc.com/news/world-asia-china-55794071

France Culture, 26 de julio de 2020, https://www.franceculture.fr/geopolitique/comprendre-la-repression-des-ouighours-par-la-chine-en-quatre-points-cles

Le Monde, 10 de febrero de 2021, https://www.lemonde.fr/planete/article/2021/02/10/covid-19-la-chine-grande-gagnante-de-la-mission-d-enquete-de-l-oms_6069444_3244.html

Servindi, 19 de febrero, Hildebrandt en sus trece, https://www.servindi.org/actualidad-noticias/19/02/2021/hildebrandt-en-sus-trece-el-escandalo-de-las-vacunas-fue-soborno

Villasante Mariella, 2019, La violencia política en la selva central del Perú, 1980-2000. Los campos totalitarios senderistas y las secuelas de la guerra interna entre los Ashaninka y los Nomatsiguenga. Estudio de antropología política, Lima, Tarea Gráfica y COMISEDH, (790 páginas), octubre 2019. Prefacio de Salomón Lerner, Nota editorial de Pablo Rojas.
Librería El Virrey (Lima). Perú-eBooks.com: https://www.peruebooks.com/ebook/0483708/la-violencia-politica-en-la-selvacentral-del-peru-1980-2000
Amazon: https://www.amazon.com/dp/B08FZT3LZY/ref=cm_sw_em_r_mt_dp_.sQoFbVT875E0

Villasante Mariella, 2021, El golpe de Estado en Birmania y la persecución de los Rohingyas, Boletín del Idehpucp, del 9 de febrero https://idehpucp.pucp.edu.pe/notas-informativas/el-golpe-de-estado-en-birmania-y-la-persecucion-de-los-rohingyas/?utm_source=IDEH+NOVEDADES+Instituto+de+Democracia+y+Derechos+Humanos&utm_campaign=cb95cb7f40-EMAIL_CAMPAIGN_2018_07_02_10_31_COPY_01&utm_medium=email&utm_term=0_87e6fd91da-cb95cb7f40-22856893

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