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Editorial 27 de agosto de 2024

El lunes 2 de septiembre se inaugura el décimo noveno Encuentro de Derechos Humanos de IDEHPUCP. Con este encuentro, que se realiza de manera ininterrumpida desde el año 2005, celebramos en esta ocasión el vigésimo aniversario de la creación de nuestro instituto. Este es un año particular, pero no solamente por esa razón institucional venturosa para nosotros, sino también por motivos turbios para nuestro país. Nos referimos al proceso, al parecer indetenible por ahora, de destrucción de la democracia impulsada por el gobierno y por el Congreso, lo que incluye una marcada regresión en materia de derechos humanos. Este proceso nacional, por lo demás, tiene lugar en un contexto internacional también inquietante, marcado por el resurgimiento del autoritarismo, las tendencias nacionalistas en diversas regiones del mundo, y la hostilidad a consensos humanitarios. Esta corriente ha avanzado a lo largo de la última década mediante el impulso de líderes populistas de los más diversos signos ideológicos, pero aunados en una misma práctica: el azuzamiento del temor y el odio entre sus poblaciones como recurso para concitar apoyo a agendas contrarias a los derechos humanos, al internacionalismo y a instituciones centrales del régimen democrático.

Con este telón de fondo, el Encuentro ha sido concebido como un momento para reflexionar sobre los desafíos que enfrenta en el presente y el futuro cercano la agenda de derechos humanos en el Perú y el mundo. Son desafíos que, por lo demás, se extienden a la vigencia de los regímenes democráticos en muchos países. Esa reflexión implica examinar la manera cómo ha cambiado la situación sobre esos dos grandes temas en las dos últimas décadas. Como se recordará, el siglo XXI se inició, para el Perú, con una tendencia que parecía prometedora para la democracia tras la caída del gobierno autoritario de Alberto Fujimori, que dio paso a una transición política centrada en buena medida en la restauración de las instituciones que sostienen el Estado de Derecho. Esa transición incluyó, además, una revisión crítica de las graves violaciones de derechos humanos cometidas durante el periodo de violencia armada de los años 1980 y 1990, tarea que fue realizada por la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Fue un periodo marcado no solamente por ese rescate de las instituciones, sino también por el avance en reconocimientos de derechos y una promesa de inclusión de sectores secularmente marginados. Dos décadas después esa promesa aparece frustrada y además, como se ha dicho, las tendencias regresivas que experimenta el Perú aparecen reforzadas por movimientos semejantes en la escena internacional.

A pesar de esta difícil situación hay que decir que la defensa de los derechos humanos y la vigencia de las democracias, como el contexto político en el que tales derechos pueden prevalecer, están llamadas a perdurar. El título elegido para este Encuentro, El valor de la humanidad, alude a esa fuerza intrínseca del ideal humanitario y ahí reside el mensaje de perseverancia que entendemos fundamental en la difícil situación por la que atraviesa nuestra sociedad.