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Notas informativas 15 de marzo de 2022

El presidente ucraniano Volodymyr Zelensky da un mensaje a la nación el 25 de febrero (AFP)

Desde el 24 de febrero de 2022, Vladimir Putin continua la invasión a Ucrania  y se muestra impermeable a los oficios diplomáticos de la ONU y de la inmensa mayoría de naciones del mundo que exigen el alto al fuego y el fin de esta agresión bélica inédita desde 1945 en el continente europeo. Se ha hecho evidente que el dictador ruso instalado en el poder desde 2000 pretende reconstruir el imperio ruso y que para ello debe dominar las antiguas repúblicas soviéticas como Ucrania y continuar su escalada bélica en los otros países que fueron parte de la URSS y que han integrado la Unión Europea y las fuerzas militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte [OTAN] creada en 1945 contra el bloque soviético (30 miembros, 21 de la UE y otros 7: Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Noruega, Turquía, Albania, Montenegro, Islandia y Macedonia del Norte).

¿Hasta dónde puede llegar este conflicto bélico desencadenado por la sola voluntad de Putin y que ha causado la muerte de miles de civiles y un éxodo de más de dos millones y medio de ucranianos? Esta interrogación domina la atención de todos los ciudadanos y dirigentes europeos luego de tres semanas de conflicto espeluznante y hasta el momento prevalece la incertitud total. En esta breve nota expongo la situación de la guerra, las sanciones occidentales y planteo que el riesgo de expansión del conflicto bélico no está siendo debidamente evaluado por los dirigentes de la UE. Recordemos que la consecuencia mundial más importante de este conflicto bélico es el alza de los precios del petróleo, del gas y de las materias primas (trigo en particular). Empezamos un nuevo ciclo de carestía de la vida, de restricciones energéticas y de hambruna en los países que dependen de los graneros de trigo ruso y ucraniano en el Norte de África.

La situación coyuntural de la guerra: Rusia sigue atacando civiles ucranianos

Putin ha desplegado más de 150,000 soldados para invadir Ucrania. Es la primera vez que un ejército de esta envergadura se despliega en Europa después de 1945. La cantidad de muertos y heridos es difícil de estimar, sin embargo, el Ejército ruso sufre pérdidas muy grandes, tanto en soldados como en equipos militares (317 tanques, 120 cañones de artillería, 60 camiones-cisterna, 81 helicópteros, 56 vehículos lanza roquetes, decenas de aviones de caza). Según el Estado Mayor ucraniano, 12,000 soldados rusos han fallecido en los combates, entre los cuales se encuentra el general Vitali Guerassimov. En cambio, el Ministerio de Defensa ruso declaró el 4 de marzo que había 2,870 muertos y 3,700 heridos entre los soldados y los resistentes ucranianos. Con esta guerra, el mundo redescubre un combate de alta intensidad como en las guerras en Irak (2003-2021, 4,000 soldados norteamericanos muertos) y en Siria (2011-2020, medio millón de muertos). Precisemos que Putin es un antiguo señor de la guerra que entre 1999 y 2009 lanzó la segunda guerra contra Chechenia, que había obtenido su independencia de la URSS en 1991; la capital Grozny fue arrasada, murieron más de 150 mil chechenos y el territorio fue anexado a Rusia. Entre 2011 y 2020, el dictador de Siria Bachar Al-Assad reprimió brutalmente las demandas de democracia de la población, provocando la muerte de medio millón de sirios. En 2015, Al-Assad pidió a Putin apoyo militar y su régimen participó en las masacres de civiles y de cerca de 5,000 subversivos del Estado islámico (Libération, 1ro de junio de 2021).

La invasión rusa en Ucrania hasta el 12 de marzo de 2022 (Le Monde) [En rojo: zonas controladas por Rusia en el norte, al este y al sur]

Las autoridades ucranianas no han comunicado sus pérdidas globales, pero consideran que más de 2,100 civiles han fallecido en Marioupol (ciudad portuaria en el Mar de Azov), que está siendo bombardeada desde hace una semana. La ciudad de Mykolaiv también está siendo atacada como preámbulo al ataque a Odessa, el gran puerto del Mar Negro. Se estima que cerca de 1,300 militares ucranianos han fallecido desde el inicio de la guerra. La ONU estima que han fallecido al menos 474 civiles y 861 heridos, pero reconoce que son datos inferiores a la realidad. Podemos evaluar que han fallecido al menos 2,000 ucranianos civiles y más de 1,300 militares. Además, de acuerdo con el Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados, 2,6 millones de personas han huido del país y cerca de 2 millones ha sido desplazada al interior (Courrier International n° 1636, 10-16 marzo de 2022[1]).

  • El miércoles 9 de marzo, el ejército ruso bombardeó un hospital pediátrico y una maternidad en Marioupoul. Ante este atroz ataque a civiles, el presidente Zelensky declaró: “debemos unirnos para condenar este crimen de guerra de Rusia que refleja todo el mal que los invasores hacen a nuestro país”. Recordemos que los crímenes de guerra han sido definidos en las convenciones de Ginebra de 1949 y de 1977, y en el artículo 8 del Estatuto de Roma, que permitió la creación de la Corte Penal Internacional (CPI) en 2002. Esos textos prevén la protección de civiles en los contextos de guerras internacionales. El 2 de marzo, Karim Khan, fiscal jefe de la CPI ha anunciado la apertura de una investigación sobre los crímenes de guerra y los crímenes contra la humanidad (masacres de civiles en contextos de guerra y fuera de ellos) perpetrados en Ucrania desde noviembre de 2013, cuando empezó el conflicto ruso-ucraniano (Marie Slavicek, Le Monde 8 de marzo de 2022[2]). Las tropas rusas atacan civiles, bombardean hospitales y la central nuclear de Zaporiyya, y usan bombas con municiones especiales, como se ha atestado en Kharkiv; esas armas están prohibidas en la Convención de Oslo de 2008, pero Moscú no la firmó.

El ataque al hospital pediátrico y maternidad de Marioupoul, el 9 de marzo, ha suscitado una ola de condenas internacionales. El presidente Biden ha denunciado un “uso bárbaro de la fuerza contra civiles”; el primer ministro británico Boris Johnson calificó el bombardeo de “inmoral”; y el primer ministro español Pedro Sánchez acusó a Rusia de perpetrar “crímenes de guerra”. El ministro ruso Serguei Lavrov tuvo la osadía de declarar que el hospital servía de “base a un batallón nacionalista”. Entretanto, Marioupoul sigue asediada y 300,000 civiles se encuentran atrapados, sin agua, sin alimentos y sin electricidad (Le Monde del 10 de marzo de 2022[3]).

El presidente Zelensky llamó igualmente a los lideres occidentales “a tener el coraje de hacer lo que han debido desde el inicio de la invasión. Sea cerrar el cielo a los misiles y a las bombas rusas (con aviones de la OTAN y de la UE), sea darnos aviones de caza para que podamos hacerlo nosotros mismos.” Pero el miércoles 9 de marzo, Estados Unidos, que estaba evaluando el envío de aviones de caza Mig-29 a Polonia, para que sean enviados a Ucrania, ha declarado que era demasiado “arriesgado” y susceptible de provocar una escalada rusa (Le Monde del 10 de marzo).

  • El jueves 10 de marzo, el ministro ruso de Relaciones Exteriores Serguei Lavrov y su homólogo ucraniano Smytro Kuleba se han reunido en Turquía para acordar un cese del fuego, pero no se ha conseguido llegar a ningún acuerdo. Rusia pretende continuar la agresión hasta que Ucrania capitule, es decir hasta que se rinda sin condiciones al ocupante. Pero Kuleba declaró ante los periodistas que Ucrania no se rinde, ni se rendirá. En forma paralela, se han realizado tres sesiones de negociación en territorio de Bielorrusia, país aliado a Rusia, y se han acordado algunos ceses del fuego crear corredores humanitarios para evacuar a los civiles y llevar ayuda humanitaria de urgencia (CICR, UE). Pero Rusia ha violado repetidamente esos acuerdos, bombardeando los convoyes humanitarios (Le Monde del 10 de marzo).
  • El sábado 12 de marzo, Putin acusó a los dirigentes de Estados Unidos y de Ucrania de “violaciones masivas del derecho humanitario internacional”, afirmando que están preparando ataques de armas químicas y biológicas en Ucrania. Ned Price, portavoz de la diplomacia norteamericana declaró de inmediato que se trata de “mentiras”, ya utilizadas por los dirigentes chinos. Por su parte, el presidente francés Emmanuel Macron y el canciller alemán Olaf Scholz han desmentido tales acusaciones absurdas (Le Monde, domingo 13 de marzo[4]).
  • Actualmente, la capital de Ucrania, Kiev (Kyiv, a partir de la transliteración del nombre ucraniano, y uso hoy preferido por la población) se encuentra rodeada por las fuerzas rusas, mientras las milicias civiles, o Cuerpos de Defensa Territoriales (equivalentes a nuestros Comités de autodefensa y nuestros ronderos), se preparan a defenderse de los atacantes. Se estima que cerca de 20 mil combatientes extranjeros han llegado a Ucrania de Europa y de otros países para apoyar a los ronderos ucranianos.

Nuevo orden mundial, sanciones y medidas de presión de la ONU

Los dirigentes y analistas europeos concuerdan en considerar que el continente ha cambiado totalmente después de la invasión rusa a Ucrania organizada por Putin desde hace 20 años. La nueva era mundial rompe definitivamente con el periodo de posguerra, con la guerra fría y con la desaparición de la URSS en 1991. Es probable, como piensan algunos intelectuales, que esté empezando un periodo de intensa hostilidad con Moscú, la que sería muy problemática en tanto los códigos que regían la época de la guerra fría han desaparecido y Putin transgrede todas las convenciones internacionales y las reglas de moral del mundo civilizado. Su barbarie parece no tener límites.

La analista Sylvie Kauffmann plantea que después de 1945, los conflictos se caracterizaron por evitar todo enfrentamiento directo entre el bloque occidental (Estados Unidos y Europa occidental) y el bloque soviético y luego ruso. Pero la ausencia de escrúpulos que está demostrando Vladimir Putin anula esas referencias de civilización. Además, la mayoría de los tratados sobre el control de armamentos son obsoletos, y nuevas armas (biológicas, químicas, a largo alcance) han aparecido y no existe ninguna reglamentación sobre su uso. En esas condiciones, negociar con un régimen como el de Putin, que es capaz de agredir un país vecino sin ninguna razón objetiva, es muy difícil, por no decir imposible (Le Monde, 11 de marzo de 2022[5]).

Probablemente, Putin creía que su invasión a Ucrania sería rápida y que sería acogido con flores, como afirmaban sus propagandistas, que pretenden que Ucrania es una provincia rusa, sin reconocer que esta entidad nacional y sus habitantes son autónomos desde hace mil años. No esperaba que la nación ucraniana se defendiera con tanto coraje y tanto heroísmo para luchar en defensa de su territorio y de sus valores de democracia y de libertad de expresión. Tampoco esperaba que los países occidentales se unieran para sancionar económica y financieramente a Rusia, lo cual está provocando una recesión muy importante y la quiebra del sistema socioeconómico. La mayoría de los bancos rusos han sido excluidos del sistema financiero internacional y no pueden hacer préstamos; el espacio europeo y los espacios de Reino Unido, Suiza, Estados Unidos y Canadá se han cerrado a los aviones rusos; se ha excluido del espacio de la UE a los medios de comunicación rusos, pues son útiles de la propaganda del régimen ruso; desde el 1ro de marzo Rusia ha sido excluida del sistema SWIFT de intercambio bancario internacional. Muchas empresas europeas y norteamericanas (McDonald, Coca Cola) han suspendido sus actividades en Rusia. Japón y Corea del Sur han adoptado sanciones similares. En cambio, la China y la India siguen aliadas a Rusia. Todo ello es terrible para la población rusa que está pagando las veleidades belicistas de su presidente. Se estima que 60% de rusos desaprueba la invasión de Ucrania y los que la apoyan son personas que viven sin acceso a la información internacional

La guerra de Putin ha provocado una gran unión entre los 27 países miembros de la UE, y también entre los países tradicionalmente neutros (Suiza, Suecia, Finlandia) que ahora adhieren a las sanciones contra Rusia. Todos han comprendido que es necesario rearmarse para crear una zona de defensa militar contra Rusia liderada por un dictador como Putin. Países como Alemania que habían reducido drásticamente su defensa interior después de 1945, han decidido consagrar 2% del PIB a la defensa militar. Cuando todos pensaban en Europa que las guerras con tanques eran actos de barbarie del pasado, ahora descubren que el pasado regresa pues desde que Putin llegó al poder se preparaba a un enfrentamiento contra los occidentalesm que “son una amenaza para Rusia”. La amenaza real es la adhesión a los valores de la democracia que varios países exsoviéticos han demostrado, y esa es la causa verdadera de la guerra de Putin contra Ucrania.

Asamblea general de la ONU, New York, 2 de marzo de 2022 (AFP)

El 2 de marzo, la Asamblea General de la ONU ha adoptado una resolución que condena en términos enérgicos la “agresión” perpetrada por Rusia contra Ucrania; el texto fue adoptado por 141 países (sobre un total de 193) y hubo cinco votos en contra (Rusia, Bielorrusia, Eritrea, Corea del Norte y Siria) y 35 abstenciones. La resolución confirma la soberanía y la independencia de Ucrania y exige que Rusia cese de emplear la fuerza contra Ucrania y se abstenga de amenazar o emplear la fuerza contra otro Estado miembro de la ONU. La asamblea general exigió también que Rusia se retire de inmediato y sin condiciones del territorio de Ucrania (ONU Info, 2 de marzo[6]). Esta resolución tiene un gran valor moral pero ninguna capacidad de concretización. La ONU no tiene ningún peso en las guerras actuales, lamentablemente.

Los días 10 y 11 de marzo, los países de la UE se reunieron en Versalles (Francia), y decidieron tomar nuevas medidas de apoyo a la población ucraniana, aumentando su ayuda en material militar y su apoyo humanitario para recibir 2,5 millones de refugiados, tanto a nivel estatal como a nivel de las sociedades civiles europeas que se movilizan desde el inicio de esta guerra. También se acordó que se debe disminuir gradualmente las importaciones de petróleo y gas rusos esperando que se puedan encontrar otras alternativas (gas de Argelia por ejemplo). No obstante, no se tomó ninguna decisión para aportar un apoyo militar directo (con aviones de caza como lo demanda el presidente Zelensky); y se descartó la entrada rápida de Ucrania en la UE (Le Monde 12 de marzo).

Reflexiones finales

  • La situación de conflicto bélico en las puertas de la Unión Europea ha transformado profundamente la vida de los habitantes de todos los países del continente. Hemos entrado en una era donde la violencia política y militar ocupa un espacio central. Las decisiones europeas para enfrentar el conflicto son importantes, pero no son suficientes para que Putin acepte retirarse de Ucrania. El presidente Zelensky tiene razón en considerar que Putin no piensa limitarse a conquistar su país, que intentará continuar su quimera de recrear el “imperio soviético” invadiendo los países vecinos. Hasta el momento, este peligro inminente no ha sido considerado seriamente por los dirigentes europeos que siguen pensando que “Putin no se atreverá a tanto”, como decían muchos hasta las vísperas de la invasión del 24 de febrero.
  • La UE y la OTAN afirman que no pueden entrar directamente en la guerra para evitar una escalada nuclear. Es cierto que Rusia posee el mayor número de armas nucleares (6,200 ojivas), seguida de Estados Unidos (5,550 ojivas). En la UE solo Francia posee armas nucleares (300 ojivas) con fines defensivos. Otros países de la UE tienen armas nucleares norteamericanas con fines disuasivos [Italia, Países Bajos, Alemania, Bélgica]; el Reino Unido y Turquía tienen algunas armas nucleares tácticas norteamericanas. Rusia es el país más grande del mundo en términos territoriales (17’125 millones de km2), pero la mayor parte del espacio está deshabitado y la población es de 141 millones de habitantes. La UE tiene un espacio de 2’734 millones de km2 y una población de 447 millones de habitantes. Los rusos disponen de 850 mil soldados, y la OTAN dispone de 3,2 millones de soldados. La pregunta crucial es la siguiente: ¿cuál es el limite que la UE y la OTAN pueden fijarse antes de responder a los ataques sangrientos del dictador Putin y defender Ucrania militarmente? ¿Es posible entrar en una guerra con armas nucleares? Nadie lo sabe. Hemos entrado, sin duda alguna, en nueva era geopolítica de incertitud total.

[1] Courrier International n° 1636, 10-16 marzo, Journal d’une habitante de Kiev, https://www.courrierinternational.com/article/temoignage-journal-dune-habitante-de-kiev-ai-je-eu-raison-de-rester
[2] Marie Slavicek, Le Monde 8 de marzo de 2022, Guerre en Ukraine: qu’est-ce qu’un crime de guerre?, https://www.lemonde.fr/international/article/2022/03/08/ukraine-qu-est-ce-qu-un-crime-de-guerre_6116654_3210.html