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Notas informativas 18 de diciembre de 2018

La vida universitaria está llena de espacios que nos retan e impulsan a crecer. Uno de los más intensos, pero a la vez más gratificantes es la labor de voluntariado. Esta labor complementa la actividad académica, ayudándonos a desarrollar una visión humanista y holística de nuestro país. Así, el voluntariado representa un espacio de crecimiento, en el que asumimos retos y compromisos con nosotros mismos y con las personas con las que nos vinculamos.

Este año, en el programa de voluntariado del Idehpucp realizamos una alianza con la ONG PADMA, la cual se enfoca en dar apoyo psicológico a mujeres víctimas de violencia. Como voluntarios del IDEHPUCP, nuestra labor consistió en preparar talleres sobre temas de emprendimiento, los cuales se desarrollaron cada semana, a lo largo del 2018, con las mujeres integrantes de PADMA en Villa El Salvador. Se presentaron temas como constitución de empresas, regímenes aplicables a estas, herramientas financieras, entre otros. Fue una experiencia muy especial, en cuyo proceso tanto ellas como el equipo del voluntariado pudimos aprender muchísimo.

La preparación de cada taller supuso mucha comunicación y apoyo, puesto que nuestro voluntariado está conformado por alumnas y alumnos provenientes de diversas especialidades. Sin embargo, adoptar una actitud abierta y con vocación de sinergia nos permitió aprovechar este espacio tan multidisciplinario. Con tal predisposición, logramos comprender los aportes de cada uno y consolidar una sola propuesta que sería la que se llevaría a cabo cada semana en el taller correspondiente. Asimismo, esta fue una oportunidad para acceder a información propia de otras especialidades con la que no nos encontrábamos familiarizados.

En la ejecución de los talleres, pudimos descubrir que siempre se puede aportar y que solo hace falta la determinación para hacerlo. En este caso, pudimos darnos cuenta cómo, mediante los talleres de cada semana, las ganas de las mujeres para ser protagonistas de su propia historia y su motivación para hacer realidad sus ideas de negocio fueron consolidándose poco a poco. Ser parte de dicho proceso fue muy gratificante, pues reflejó el impacto que podíamos tener.

Sin embargo, el desarrollo de los talleres también representó asumir retos a nivel personal para cada voluntario y voluntaria. Por ejemplo, fue necesario que nos entrenemos y mejoremos nuestras habilidades comunicacionales, para así poder ser asertivos y empáticos. Asimismo, el hecho de trabajar con personas adultas y de tercera edad supuso la necesidad de buscar la mejor manera para transmitirles la información que queríamos compartir. Por otro lado, establecer lazos de confianza y crear espacios de aprendizaje horizontal también fue una tarea retadora. No obstante, con mucha dedicación y paciencia, poco a poco fuimos trabajando dichos aspectos y pudimos ver los resultados al final del taller.

El día de cierre de los talleres, varias emociones se suscitaron. En primer lugar, la alegría de haber podido compartir ese espacio en el que nos enriquecimos de diferentes maneras y en el que creamos vínculos con las personas involucrada a lo largo del proceso. Hubo mucha emoción por el proyecto que cada mujer pudo construir a lo largo del programa. También experimentamos mucho orgullo, sentimiento que perdura hasta ahora, por culminar un programa que nos demostró cuán importante es la voluntad de ayudar a los demás y el impacto que se puede tener a partir de dicha voluntad.

De esta experiencia tan especial nos llevamos muchos aprendizajes. Hemos reafirmado que, con esfuerzo y determinación, somos capaces de realizar cambios en nuestro entorno. Asimismo, aprendimos que siendo empáticos, pensando en los demás y con una comunicación adecuada se pueden alcanzar objetivos colectivamente construidos. Por otro lado, esta experiencia ha ampliado nuestra perspectiva. Ha sido un espacio de reflexión respecto a las múltiples necesidades y carencias que aún existen en nuestro país; así como también, un espacio de compromiso respecto a la necesidad de formarnos como profesionales conscientes de la realidad nacional y de incidir en ella.