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Opinión 24 de julio de 2016

Esta semana, tuvimos un programa especial sobre los 195 años de la proclamación de la Independencia de nuestro país. Para conversar sobre el significado de la Republica, las relaciones entre el Estado y la sociedad en el Perú y nuestro horizonte de futuro, estuvieron Carmen Mc Evoy, historiadora y profesora de la Universidad de Sewanee y Javier Torres Seoane, antropólogo y director de Noticias SER.

Carmen Mc Evoy: «Al final del camino de una administración nos llenamos de frustración. Cada transición de gobierno es esperanzadora»

La historiadora señaló que hemos avanzado mucho en la idea de república. «Frente a un siglo XIX donde la situación de guerra fue permanente, hoy la idea es que la violencia no es ya un instrumento de cambio. Sin embargo, aún no hay una fortaleza democrática en las mentalidades. Una de las razones por las cuales existió un debate sobre monarquía y república al inicio de nuestra vida independiente era porque el Perú «no estaba preparado» para la idea republicana. Siempre ha existido esta tensión entre democracia y orden». Así, nuestra vida republicana ha sido acompañada, a la par de las afirmaciones de derechos, con taras como el servilismo y la adulación.

Otro defecto anotado por Mc Evoy es la idea de refundación constante del país. «El enemigo no existe y es sacado de la foto, como ocurrió con el mariscal Domingo Nieto que busca reingresar en la historia mediante sus memorias. Cada gobierno que existe funda todo, inventa la historia y recrea los personajes centrales en su narrativa. No se crea una tradición, ni un proyecto de larga duración, menos aún tenemos contenidos educativos aceptados por todos. El Presidente de la República es quien coloca cuáles son los hitos que se recuerdan de nuestra historia. Una de las cosas que más me impresionó de Valentín Paniagua es su sentido de la historia».

Asimismo, la profesora de la Universidad de Sewanee se refirió a la poca importancia que se le da a las humanidades en nuestro tiempo. «La disolución de la memoria es algo importante en las sociedades post industriales y resulta funcional al capitalismo sin ningún tipo de controles. En las humanidades se aprende una narrativa. Todos fuimos entrenados en la existencia de una secuencia temporal en la que la humanidad sigue un curso. Sin embargo, en algún momento se corta con ello y, como consecuencia, las generaciones más jóvenes desconocen cuál es el fundamento de la civilización occidental. El currículo educativo exhalta la tecnología antes que la base humanista. Por ello, muchas veces destacados economistas se chocan con la realidad cuando aplican sus fórmulas».

Mc Evoy se refirió también a nuestras divisiones sociales. «No sabemos que somos parte de una familia. Basadre quería que todos estemos sentados como una familia, sin percibir que es una construcción forzada. Al reconocernos como un nucleo común, no podemos dejar a nadie afuera. Sin embargo, tenemos abismos sociales irresueltos con lo que estos vínculos se comienzan a disolver. Tiene que haber un reconocimiento de nuestra identidad, así como rescatar una idea de nuestro primer Congreso Constituyente: ser felices, en el entendido que no solo implica el bienestar, sino también el conocimiento de lo que somos como peruanos».

La destacada historiadora también se refirió a la relación entre Estado y sociedad, en particular, frente a los sectores más excluidos de la misma. «Desde la idea de enviar la frazada como única política frente al frio en la sierra, se manda la idea que se puede vivir así bajo cero. Al mismo tiempo, existe aún en un sector de nuestra sociedad la idea del progreso a través de la educación, pero a tal grado que se privilegia la educación privada antes que la estatal. El Estado debe penetrar a espacios donde las relaciones son serviles». Puso como ejemplo lo ocurrido con la rebelión de Juan Bustamante en el siglo XIX, quien luchaba por una inclusión de los indígenas como ciudadanos plenos.

También refirió que estas relaciones serviles también se replicaban en políticos que vinieron desde abajo, como el caso del exgobernador regional de Ancash, César Álvarez. «Estas prácticas que anteponen el interés personal al nacional son la clave de nuestro republicanismo. Existe muy presente la idea del aprovechamiento – como ha ocurrrido en Ancash y Tumbes – y del lucro». En esa medida, resaltó los gestos de los congresistas que han renunciado a su custodia policial o van en transporte público. «Es necesario demostrar que no estamos ante un Inca», remarcó.

Mc Evoy analizó lo ocurrido con nuestra democracia en los últimos años. «La mecánica de elección funciona. Al final del camino de una administración nos llenamos de frustración. Cada transición de gobierno es esperanzadora. A lo largo del periodo de cinco años, predominan las historias de corrupción con personajes que se ven envueltos en escándalo, eso es lo que debe cambiar. Las primeras generaciones de gobernantes fueron pobres y en los años posteriores solo tuvimos algunos ejemplos de austeridad republicana como Manuel Pardo, José Luis Bustamante y Rivero, Fernando Belaúnde y Valentín Paniagua. Resulta necesario dignidicar a la Presidencia de la República y que la ciudadanía tenga un modelo».

Finalmente la historiadora señaló que el gobierno de Pedro Pablo Kuczynski debería enfatizar en inyectar valores a la República, razón por la cual consideró importante que el Presidente electo declarara que no pueden existir «puertas giratorias». También resaltó su vocación por hacer, propia de la cultura estadounidense.

Javier Torres: «Uno de los grandes elementos para construir una cultura democrática es la escuela»

Para el antropólogo, la educación juega un rol importante en la democracia. «Uno de los grandes elementos para constituir la cultura democrática es la escuela, sobre todo pública y primaria, es la que forma ciudadanía. Lamentablemente, hemos pasado por varias reformas educativas que nunca lograron consolidarse, porque ninguna termino de completarse. En diez años los contenidos y nombres de los cursos varían, e incluso la historia desaparece como contenido. Hay vacíos de información».

Por ello, Torres Seoane resaltó la necesidad de contar con una enseñanza de la historia que recoja los elementos regionales: «Cuzco es fundamental en la historia del Perú. La historia de la ciudad no solo queda en llegaron los españoles, fue un centro intelectual y político de nuestra historia. Arequipa siempre fue el foco de las revoluciones. Tenemos una visión muy fragmentada y cada vez más volátil. No había ninguna nota en el periódico sobre el sequiscentenario del combate de Dos de Mayo, ni siquiera el Presidente de la República fue a las ceremonias. Túpac Amaru es visto en los libros de historia escolares como una historia menor, a pesar que en la década de 1970 fue considerado como un personaje muy importante».

En torno a la importancia de las humanidades, el director de Noticias SER indicó que «se construyó la idea que las humanidades no sirven para resolver problemas. Nosotros no empezamos con la República, tenemos varias fases de la Colonia y nuestro pasado prehispánicos. Algunos siguen buscando un Inca y hay otros que quieren seguir siendo vasallos del virrey. Hay allí una tensión. Por mas que no te enseñen historia, hay corrientes subterráneas». También se refirió a la necesidad de inclusión en el país: «en la historia del mundo rural se encuentra gente que trata de entrar a la fiesta y que no puede porque se le cierra la puerta. Aquí no hubo separatismo, salvo el intento fallido de Loreto hace 120 años. Cuando ocurrió el Baguazo, los apus de la etnia awajún decían que estaban en colisión con el gobierno de García, pero no con el Estado peruano».

Torres también señaló las brechas existentes entre Estado y sociedad en el Perú: «El Estado ha ido una velocidad mucho menor que la sociedad peruana. La sociedad esta hiperconectada. Nos hemos despreocupado mucho a pesar que hay un discurso sobre lo indígena, sobre problemas en el campo. En el campo hay mas viejos y más niños. Cada vez que pasa el frío, la reacción desde Lima es donar frazadas, en lugar de contar con una política de Estado para que la gente tenga calefacción. Para el Estado, el problema es ver como lo sacas de la pobreza con un programa social».

Esta idea de desigualdad la conectó con un caso reciente: la injusta sentencia que impuso una sanción menor al agresor de la ciudadana Arlette Contreras: «Se decía que el joven agresor era hijo de una familia notable de Ayacucho. Esa idea de notable ni siquiera habría que mencionarla. En la burocracia peruana hay gente que tiene claro que hay ciudadanos, pero conforme se va bajando en el escalafón, la cultura en las regiones va impregnada del ADN del que hablábamos. Nuestras prácticas y modelos de autoridad en muchas partes de nuestro país son el gamonal y el general. Ayacucho estuvo gobernada por los jefes del comando político militar durante años. Por ello, es necesario incorporar en los cursos de Educación Cívica la historia de Paniagua, un hombre comprometido con su región y su país».

El antropólogo también resaltó la celebración de elecciones consecutivas en nuestro país: «Es un logro tener cuatro gobiernos democráticamente elegidos. Desde 1980 hemos elegido alcaldes sucesivamente hasta el día de hoy. Tenemos ya una cultura de la elección, dos de las instituciones es que funciona mejor es la RENIEC y la ONPE. El trabajo que hizo Fernando Tuesta para tener elecciones limpias en tres meses en 2001 es excepcional. Los debates se han ido convirtiendo en algo normal. Ya las campañas electorales no se resuelven a balazos o a pedradas. Se ha creado una cultura política distinta». En esa línea, resaltó que, pese a sus graves errores de su segundo gobierno frente a su actuación durante el conflicto armado interno, Fernando Belaúnde no solo fue austero, sino uno de los primeros en enfrentarse al gobierno autoritario encabezado por Alberto Fujimori.

Finalmente, Torres Seoane se refirió al horizonte del gobierno de Pedro Pablo Kuczynski, a dos días de asumir el mando. «PPK tiene la oportunidad y las condiciones para hacer un gobierno donde se demuestre que un presidente puede tener un comportamiento distinto donde se remarque que no es un Inca, ni un Virrey, sino un presidente de la República. Yo espero la idea del mandatario. Me gusto que vaya al Cusco, ya visitó Ica, Piura y La Oroya, para hablar con la gente. Es necesario que salga de la burbuja».

Tiempo Global toca temas de actualidad nacional e internacional, vinculados con las materias de trabajo de nuestro Instituto. Puedes escuchar aquí el bloque completo:

(26.07.2016)