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Nacional 27 de febrero de 2020

Replicamos la columna de Iris Jave, investigadora del IDEHPUCP, publicada por el Instituto de Opinión Pública (IOP).


Ciertamente la escuela La comparación entre el 2018 y el 2019 que plantea la nueva encuesta del IOP resulta reveladora para comprender como la migración venezolana se va asentando en el país, en medio de barreras institucionales – alimentadas tanto por medios de comunicación como por algunos sectores estatales- y algunas formas de integración con sus pares peruanos, que se va generando en los espacios donde se produce mayor cercanía, como la escuela y el trabajo.

En ese sentido, la encuesta revela una mayor interacción en el espacio público (2. Interacciones) entre personas peruanas y venezolanas, ante la pregunta sobre si ha sido atendido por una persona venezolana, se registra un incremento de 10% respecto del año anterior. Igualmente, el porcentaje crece cuando se consulta sobre la presencia de vecinos venezolanos en el barrio, de 13% (2018) a 27.5% (2019). Un incremento mayor se observa en relación a los personas venezolanas que se conocen en la escuela o el centro de trabajo: de 3% (2018) a 10% (2019) cuando se pregunta si conoce a muchas personas venezolanas en estos espacios y, de 14.3% (2018) a 31.6 % (2019) cuando se pregunta si conoce a algunos.

es un espacio dinámico de interacción, no solo para los niños y adolescentes, sino para los padres. Como se ha señalado en un estudio sobre la migración venezolana en Lima[1], aproximadamente 1 de cada 4 personas venezolanas encuestadas que viven en Lima tiene un hijo/a en edad escolar (24%). Aunque acceder a un centro de estudios presenta diversas barreras para las familias venezolanas, como la falta de matrícula para los niños o la pérdida del año escolar, el encuentro entre los niños peruanos y venezolanos y, por ende, de los padres, produce una mayor integración. Este proceso de mayor interacción, permite generar mayor confianza y reconocer a las personas migrantes con sus aportes y costumbres. Trae también nuevos desafíos acerca de la confrontación permanente que las propias autoridades generan hacia la migración venezolana[2].

Así, la encuesta muestra también una necesidad de las personas peruanas por diferenciarse de las personas venezolanas, tenemos que el 2018 un 22.3 % decia que las costumbres peruanas y venezolanas eran “algo parecidas”, mientras que el 2019, ese porcentaje bajó a 16.9% En el mismo sentido, un 44% señalaba el 2018 tener costumbres “bastante diferentes”, mientras que ese porcentaje se incrementó en el 2019: 51.3 %.  La necesidad de diferenciarse se reafirma en contextos sociales y culturales con poblaciones migrantes, como una manera de afirmarse en su identidad; sin embargo, sino se acompaña de políticas de inclusión para acoger a la población migrante, esas actitudes pueden caminar hacia la xenofobia, como se ha observado en algunos países con migraciones históricas.

En el Perú, la encuesta nos alerta acerca de un cambio en las percepciones sobre la población venezolana, incluso cuando se destacan los aspectos positivos. El 2018, el 74% señalaba que “los venezolanos que han llegado al Perú son personas muy agradables”. El 2019, esa percepción ha disminuido al 57.6%. Del mismo modo, el 2018 el 73.5% afirmaba que “la mayoria de venezolanos…son personas trabajadoras y emprendedoras”, para el 2019 esa percepción ha disminuido al 51.6%. Igualmente, el 2018 el 69% decia que las “personas venezolanas… han tenido una buena educación en su país”, hoy ese porcentaje ha bajado a 45.1%.

Este resultado puede explicarse, en parte, por las narrativas de actores políticos –autoridades y líderes de opinión- que responsabilizan a la población venezolana de los problemas de desempleo e inseguridad –como señala esta encuesta- pero tambien, es responsabilidad de las instituciones sociales, iglesias, academia, trabajar sobre estas actitudes. Es en la convivencia social, donde los prejuicios se van asentando o se abre paso a las formas de reconocimiento, inclusión y acogida hacia otros sectores que como la población venezolana, puede aportar y enriquecer nuestra ciudadanía y nuestra cultura.

[1] Estudio sobre el perfil socio económico de la población venezolana y sus comunidades de acogida: una mirada hacia la inclusión, Idehpucp y PADF, Lima 2019. Ver: https://idehpucp.pucp.edu.pe/lista_publicaciones/estudio-sobre-el-perfil-socio-economico-de-la-poblacion-venezolana-y-sus-comunidades-de-acogida-una-mirada-hacia-la-inclusion-2/

[2] En una anterior columna sobre la encuesta del IOP del 2018, se daba cuenta del inicio de este proceso. Ver: https://idehpucp.pucp.edu.pe/lista_publicaciones/estudio-sobre-el-perfil-socio-economico-de-la-poblacion-venezolana-y-sus-comunidades-de-acogida-una-mirada-hacia-la-inclusion-2/