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Notas informativas 27 de julio de 2020

Escribe: Cécile Blouin (*)

La historia del Perú Republicano siempre ha estado marcada por fenómenos migratorios, internos e internacionales. Los procesos de inmigración desde China y Japón desde los inicios de la República y hasta los principios del siglo XX están entre los más conocidos[1]. En la década de los 80, el conflicto armado interno produjo un desplazamiento interno forzado en todo el país[2]. Este conflicto así como la grave crisis socioeconómica que atravesó el Perú lo convirtió en un país de emigrantes[3]. A lo largo de los años, los destinos de la migración internacional peruana han ido variando y diversificándose para conformar una diáspora diseminada en todos los continentes. Si bien la emigración ha conocido un descenso desde el 2010, sigue siendo una realidad de dimensión importante.[4]

Antes del año 2000, el Perú no era atractivo para la migración extranjera. Se calcula que hasta antes del año 2003 la cifra de personas extranjeras en el país no superaba los 20 mil. A partir de la segunda mitad del año 2000, vivimos también una reconfiguración de los corredores migratorios que convirtieron el país en uno de tránsito para distintas nacionalidades entre las cuales destacan la cubana y la haitiana[5]En 2007 eran 40 446 las personas extranjeras que residen en el país, y ya en 2012 la cifra ascendía a 89 320.  Entre los años 2007 y 2017, en el Perú había un total de 152 631 extranjeros residentes[6]. Asimismo, Perú se convirtió también en un lugar de acogida para personas con necesidad de protección internacional. Si bien en 2010 solamente 274 personas habían pedido ser reconocidos como refugiados en 2015 había 432 personas. Las nacionalidades prevalecientes entre los solicitantes son la cubana y colombiana[7].

«Toca acercarse a la migración recordando el pasado en el que Perú se ha visto fortalecido y renacido por ella para construir un país que reconoce y valora a todos/as sus migrantes.»

A la par de estos cambios en los flujos, se vivió una etapa prolífica y compleja de idas y venidas en materia normativa desde el principio del 2000 con la adopción de normas relacionadas con el retorno, la adopción de la Ley del Refugio y recientemente la adopción de la Ley de migración[8]. Asimismo, estas normas fueron acompañadas por políticas públicas tales como los Planes Nacionales de Derechos Humanos y la Política Nacional Migratoria 2017 – 2025[9].

Los últimos tres años han sido para el Perú, muy desafiantes. La migración venezolana, sin duda, convirtió al Perú en un país de recepción masiva. Un hecho sin precedentes. Recibir personas con necesidad de protección internacional, o bien porque sufren un cierto tipo de persecución o, porque huyen de violaciones a sus derechos y de una situación política inestable[10], no es fácil ni anodino. Tampoco lo es huir de su país. No obstante, habiendo repasado la historia, aunque muy someramente, es posible pensar que el Perú sabe muy bien de los procesos migratorios complejos.

Pasando de la bienvenida inicial a esta población a un giro (in)esperado hacia un mayor control afirmado, la agenda migratoria ha tomado un lugar central en los últimos años. La voluntad de cerrar las puertas a una migración ya no deseada, lejos de ser original, hace eco a las políticas cercanas del Norte Global. Haber optado por la imposición de una visa en un espacio sudamericano que defiende la libertad de tránsito, marca un giro preocupante. Este retroceso ha ido acompañado por una xenofobia galopante. Ello evidencia “las fracturas de la sociedad peruana y los procesos truncos de relacionamiento entre las personas -aun siendo de la misma nacionalidad- así como las limitaciones por parte del Estado peruano para incluir a todos y todas bajo una misma noción de comunidad”.

Si bien la crisis sanitaria ha marcado la agenda de los últimos meses y nos lleva a un contexto sumamente incierto, toca acercarse a la migración recordando el pasado en el que Perú se ha visto fortalecido y renacido por ella para construir un país que reconoce y valora a todos/as sus migrantes. A un año del Bicentenario, pensar y repensar la migración en el Perú es indispensable.


(*) Investigadora en IDEHPUCP, especialista en movilidad humana

[1] Maguiña, Salinas, Ernesto (2010) Un acercamiento al estudio de las inmigraciones extranjeras en el Perú durante el siglo xix y las primeras décadas del siglo xx. En: Revista “Tierra Nuestra” UNALM Vol 8. Nº1. Pp 65- 96. Consulta: 15 de mayo de 2020. http://revistas.lamolina.edu.pe/index.php/tnu/article/view/100
;Lausent-Herrera, Isabel (2013) New inmigrants: a new community? The Chinese community in Peru in complete transformation en: Chee-Beng, Tan Routledge Handbook of the
Chinese Diaspora pp. 375-402 London y New York: Routledge.
[3] Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Organización Internacional para las Migraciones (OIM) (2013). Estadísticas  de  la  Emigración Internacional de Peruanos e Inmigración de Extranjeros, 1990 – 2012. Consulta: 5 de mayo de 2020. Disponible en:  https://peru.iom.int/sites/default/files/Documentos/Estadistica%20de%20Emigracion%20e%20Inmigracion%20Peru.pdf
[4] Berganza Setién, Isabel (2016) “Ciudadanía Migrante. Rutas, costos y dinámicas de los flujos mixtos en tránsito por Perú”, UARM, Lima; Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Superintendencia Nacionales de Migraciones (MIGRACIONES) y Ministerio de Relaciones Exteriores (MREE) (2018). Estadísticas de la Emigración internacional de peruano e Inmigración de extranjeros, 1990-2017. Instituto Nacional de Estadística e Informática. Consulta: 5 de mayo de 2020 Disponible en: https://peru.iom.int/sites/default/files/Documentos/EST19902017.pdf
[5] Blouin, Cécile Alice. 2018. «La Normativa Peruana En Materia De tráfico De Migrantes a La Luz Del Derecho Internacional: ¿Hacia Una protección De Los Derechos De Las Personas Migrantes?». Revista Espiga16 (34), 215-30; Vásquez, Tania, Busse, Erika y Izaguirre (2015) Lorena Migración de población haitiana a Perú y su tránsito hacia Brasil desde el año 2010 Consulta: 24 de julio de 2020 https://repositorio.iep.org.pe/bitstream/IEP/884/1/Vasquez_Migraciondepoblacion.pdf
[6] Ibídem.
[7] UNHCR Refuge data finder Consulta: 24 de julio de 2020 https://www.unhcr.org/refugee-statistics/download/?url=kNA9
[8] La Ley de Extranjería de 1991 fue vigente durante más de 25 años sin contar con un Reglamento. Ver: Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del Perú (IDEHPUCP) Encuentros Servicio Jesuita de la Solidaridad, Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM) (2017). “Informe Alternativo al Comité de Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares”. Consulta: 08 de agosto de 2019. < https://idehpucp.pucp.edu.pe/wp-content/uploads/2018/10/informe_idehpucp-alternativo-al-comite-de-proteccion-trabajadores-migratorios.pdf>.
[9] Blouin, Cécile y Button, Emily (2018). “Addressing Overlapping Migratory Categories within New Patterns of Mobility in Peru” En Anti-Trafficking Review, vol.11, pp. 69–84 Consulta: 11 de diciembre de 2018. Disponible en: ‹http://www.antitraffickingreview.org/index.php/atrjournal/article/view/351/290›.
[10] Me refiero a las dos definiciones de refugio previstas en la Ley del Refugiado de 2002: la definición tradicional de 1951 y la definición ampliada de Cartagena de 1984. Para mayor información ver Blouin, C., I. Berganza, and L.F. Freier 2020 “The Spirit of Cartagena? Applying the extended refugee definition to Venezuelans in Latin America”, Forced Migration Review, (63), 64-66.