Enrique Bernales Ballesteros vivió intensamente sus convicciones políticas y una visión social demócrata que buscaba impregnar en todos los cargos que asumió. En el Idehpucp lamentamos su sensible fallecimiento, ocurrido el sábado 24 de noviembre a los 78 años, reafirmando nuestro profundo sentido de agradecimiento para quien fue parte de la Asamblea de Miembros desde la fundación del instituto, hace 14 años.
Formado en Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), y con un doctorado en la universidad de Grenoble, en Francia, por la misma especialidad, Bernales Ballesteros partió de esa base para especializarse en derechos humanos, relaciones internacionales y ciencias políticas. Todo ello le permitió mantener lucidez y un agudo sentido crítico a lo largo de su carrera, en la que se desempeñó en dos oportunidades como senador en la década de 1980; fue Relator Especial para el Mercenarismo de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas entre 1987 y 2004; y miembro de la Comisión de la Verdad y Reconciliación entre 2001 y 2003. En el 2007 fue designado miembro de la Comisión Consultiva Adhoc para la delimitación marítima entre Perú y Chile.
En toda esa trayectoria nunca se desligó de la PUCP, en la cual se ha desempeñado a lo largo de los años como docente e investigador de la Facultad de Derecho, en efecto, dicho vínculo lo llevó a escribir como última publicación un texto poco habitual a su producción literaria concentrada mayormente en temas jurídicos, políticos y sociales. «60 años en la PUCP: una vida universitaria«, publicado por el Fondo Editorial PUCP este año, es un texto autobiográfico en el que Bernales Ballesteros celebra sus vivencias como estudiantes y docente de la PUCP, así como su carrera política e internacional. El intelectual también dejó registrado en este texto su amor por la cultura, lo que explica su compromiso como presidente de la comisión de las celebraciones del Bicentenario, cargo que asumió hasta su último día de vida.
Su brillante intelecto y extraordinario compromiso con la política peruana lo hizo merecedor de las más altas condecoraciones como la Orden del Sol cedida por el Estado peruano; el Comendador de la Orden al Mérito Civil y la Gran Cruz al Mérito Civil, ambas de España; la condecoración Bulgaria Milenio de la Nación; la Orden Cruz Peruana al Mérito Naval; y la Medalla del Centenario de Karl Marx de Alemania.
Enrique Bernales falleció con un espíritu deseoso de seguir construyendo un mejor país, pese a que en sus últimos meses de vida, como todos, mantenía una acentuada desazón por la realidad política. En su última columna, publicada en un diario local, aseguró que «el problema [del Perú] radica en las deficiencias educativas, en el débil trabajo que se hace para la formación histórica de la población, en las diferencias sociales (que son muchas y que, por ello, parecieran ser un mal menor), en el desconocimiento de la Constitución o en la inconsciencia de que somos un país pluricultural». Previamente a esa afirmación, Enrique Bernales explicaba que a veces, frente al caos y a la ambigüedad discursiva en la política, es más grande el silencio. Desde el Idehpucp, el instituto cuyo desarrollo alentó constantemente, creemos que es ahora oportuno que su legado reemplace a ese silencio que deja y contribuya a iluminarnos en la penumbra.