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12 de noviembre de 2018

[Escribe: Mariella Villasante*] El 11 de noviembre de 2018 se conmemora en Europa el centenario de la firma del armisticio, de la paz, entre Alemania y los países Aliados, en particular Francia y Gran Bretaña. El cese del fuego comenzó a las 11 a. m. del undécimo día del onceavo mes de 1918. El acuerdo paz fue confirmado el 28 de junio de 1919, y se conoce con el nombre de Tratado de Versalles, en el cual se establecieron sanciones contra Alemania y sus aliados de la Triple Alianza. Sin embargo, estas sanciones, consideradas demasiado altas, portaban en sí el germen de la Segunda Guerra mundial que comenzará en 1939.

Citemos la pérdida de territorios y la independencia de Polonia, Checoslovaquia y Austria; la restitución a Francia de los departamentos de Alsacia y Lorena; las restricciones militares (el servicio militar es abolido); en tanto responsable de la guerra, Alemania debe pagar reparaciones financieras a Francia (principal teatro de la guerra) y Bélgica; en fin, Alemania debe renunciar a su imperio colonial (Camerún, Togo, Namibia, Nueva Guinea y Samoa). Esos territorios fueron repartidos entre los países aliados, Japón y Australia. En el Tratado de Versalles se estipula igualmente la creación de la Sociedad de Naciones, que será remplazada por la Organización de Naciones Unidas en 1945, ambas con base en Ginebra.

El Imperio Otomano, que había empezado su decadencia en el siglo XVIII, se desplomó al final de la Primera Guerra mundial. Los Otomanos entraron en esta guerra en 1914 como aliados de los alemanes, contra los rusos, sus enemigos de siempre; pero sufrieron pérdidas militares en Europa (Bulgaria, Bosnia, Hungría) y luego en Chipre, Arabia, Egipto, Siria y Palestina que pasaron a la dominación británica y francesa. El desmoronamiento del Imperio Otomano dio paso al nacionalismo turco y a la afirmación de la religión musulmana; la república turca fue proclamada en 1923.

En algo más de cuatro años, la Gran Guerra, como se la conoce en Europa, ha costado la vida a 10 millones de soldados, y ha dejado 20 millones de heridos. Esta guerra fue realmente mundial pues en ella participaron más de diez naciones que cubrían la mitad de la población mundial en ésa época, es decir más de 800 millones de personas. Sólo una veintena de países permanecieron neutros a lo largo del conflicto en América Latina y en Europa del norte.

¿Cuáles fueron las causas de la Gran Guerra? Las causas profundas son muy complejas y están enraizadas en la historia de Europa y de sus relaciones conflictivas con el Imperio Otomano; y también con el sentimiento nacionalista que crecía desde fines del siglo XIX como resultado de la guerra de 1871, durante la cual Alemania anexó dos territorios de Francia (Alsacia y Lorena). En los imperios austro-húngaro y otomano los nacionalismos crecían también y los pueblos “minoritarios” reivindicaban su independencia. Se trata pues de un periodo de transformación y de emergencia de los nuevos Estados-naciones europeos. Por lo cual podemos considerar que este evento histórico marca la modernización política y la recomposición territorial de Europa, del Medio Oriente y de Rusia que variará por última vez durante la Segunda Guerra mundial (1939-1945).

¿Cómo empezó la Gran Guerra? La causa inmediata, y el casus belli, fue el asesinato del archiduque Francisco-Fernando de Austria y de su esposa el 28 de junio de 1914 en Sarajevo [Bosnia-Herzegovina, ex Yugoslavia]. El autor del doble atentado fue el nacionalista serbio Gavrilo Princip, que luchaba contra la ocupación de Serbia por el Imperio Otomano [Turquía actual]. El imperio austro-húngaro se aseguró de la alianza del imperio alemán de Guillermo II y declaró la guerra a Serbia el 28 de julio. Siguiendo el juego de alianzas ya establecidas, los otros países europeos entraron en la guerra progresivamente.

Veamos un poco de esta historia. La Triple alianza estaba compuesta por la Gran Bretaña, Francia y Rusia; pero ésta ultima decidió aportar su apoyo a Serbia. El diputado socialista Jean Jaurés, partidario de la paz, fue asesinado por un estudiante nacionalista el 31 de julio; este asesinato político aceleró la entrada en guerra de Francia, luego de la declaración de guerra de Alemania a Rusia. En 1915, Alemania, el imperio austro húngaro y el imperio otomano afrontan la Gran Bretaña, Francia, Bélgica e Italia que abandonó la Triple alianza. El desarrollo de esta guerra mundial implicaba una nueva repartición de los territorios coloniales, y la ambición de destruir definitivamente el Imperio Otomano de Turquía (ex Constantinopla) que controlaba todo el Medio Oriente, el Norte del África y Europa oriental.

En el curso de la Gran Guerra se utilizaron medios bélicos inéditos: aviones de combate, tanques y ametralladoras, así como armas químicas. Todo lo cual aumentó considerablemente la capacidad de muerte de los combatientes. Durante la batalla de Verdun (de febrero a diciembre de 1916), cerca de 160 mil franceses y 143 mil alemanes murieron o desaparecieron; durante este periodo conocido como el “infierno de Verdun”, fueron lanzados mas de 60 millones de obuses. Los soldados luchaban en trincheras y sobrevivían en condiciones sanitarias espantosas. Otro ejemplo del tipo de enfrentamientos de esta Gran Guerra: en la batalla de la Somme (Francia), que duró desde julio hasta noviembre de 1916, murieron más de 200 mil británicos, 66 mil franceses, 170 mil alemanes; es decir más de 400 mil muertos.

Foto registrada en 1916, en ella aparecen soldados que lucharon en la batalla la Somme.

En abril de 1917, Estados Unidos declara la guerra a Alemania; hasta el final del conflicto llegaron mas de 2 millones de soldados a combatir en Europa.

En ese contexto de guerra exterior y de desmoronamiento del Imperio ruso, el 7 de noviembre de 1917 se produjo la “revolución de octubre” en Rusia (pues usaban el antiguo calendario juliano), bajo la dirección de Lenin y de sus bases bolcheviques. En diciembre, Trotski firmó la paz con Alemania y con su aliada Austria-Hungría. En marzo de 1918, Lenin aceptó retirarse de la guerra y ceder territorios a Alemania (Países bálticos), al Imperio Otomano (sur del Cáucaso) y acordar su independencia a Ucrania.

En agosto de 1918, Alemania empezó a perder terreno ante los Aliados que habían desplegado cerca de un millón de soldados en el suelo francés. Viendo esta situación, el emperador Guillermo II abdicó el 9 de noviembre.

La Gran Guerra ha movilizado cerca de 70 millones de soldados, mas de 8 millones lucharon en Francia; 13 millones en Alemania; 9 millones en Austria-Hungría, 9 millones en Gran Bretaña; 18 millones en Rusia; 6 millones en Italia; 4 millones en Estados Unidos. En esta época donde los imperios coloniales europeos controlaban el África y una parte importante del Asia, el imperio británico movilizó dos millones de soldados, sobre todo en la India; y 600 mil hombres fueron movilizados en las colonias francesas.

El número de muertos de esta Gran Guerra es alucinante, sobre un total de 10 millones de víctimas podemos distinguir las víctimas militares según los países: Rusia (2 millones), Alemania (2 millones), Francia (1,4 millones), Austria-Hungría (1,4 millones), Gran Bretaña y su imperio (960 mil), Italia (600 mil) y el Imperio Otomano (800 mil). Hubieron además más de 18 millones de heridos.

Los movimientos de éxodo, las hambrunas y la guerra civil en Rusia, así como los conflictos regionales, provocaron entre 5 y 10 millones de muertos entre los civiles. Entre ellos se cuentan entre 1,2 y 1,5 millones de armenios masacrados por los turcos; se trata del primer genocidio de gran envergadura de la historia europea. Hubieron además 10 millones de refugiados, 3 millones de viudas y 6 millones de huérfanos. Al final de la guerra, entre marzo de 1918 y marzo de 1919, hubo además una epidemia atroz de la llamada “gripe española” que costó la vida a más de 100 millones de Europeos, como una doble sanción luego de cuatro años de horror [Radio France International y Le Monde, 11 de noviembre].

Reflexiones finales

  • Desde hace cuarenta años, la conmemoración de la Gran Guerra es una ocasión de celebrar la paz en Europa, sobre todo porque este conflicto horrible, que causó tanto dolor y sufrimiento a millones de personas, marcó también el inicio de la construcción europea tal como existe actualmente. Esto puede parecer paradoxal pues, al mismo tiempo, la pérdida de la guerra por los alemanes ha alimentado el resentimiento y el revanchismo que fue perfectamente utilizado por Adolf Hitler desde los años 1930; con las terribles consecuencias que conocemos: la emergencia del nacional-socialismo hitleriano, el nacionalismo racialista, las persecuciones antisemitas, y los ataques a países vecinos que llevaron al estallido de la Segunda Guerra mundial (60 millones de muertos).
  • Para afianzar la unión europea, la ceremonia de conmemoración de la Gran Guerra que se ha desarrollado en Paris el 11 de noviembre, ha contado con la presencia de todos los representantes de los países beligerantes, y de los presidentes de los países que fueron colonizados por Francia y Gran Bretaña; es decir más de 70 personalidades.

Luego de la ceremonia, la canciller de Alemania, Angela Merkel, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el secretario de la ONU, Antonio Guterres, participaron en un Fórum por la paz que deberá realizarse anualmente. Para estas personalidades, se trata de luchar activamente contra los ultra nacionalismos populistas de extrema derecha que se han expandido en el mundo y que están poniendo en duda el equilibrio de la paz y el respeto de las convenciones internacionales, logrados con tantos esfuerzos después de las dos guerras mundiales [Le Monde del 1ro de noviembre de 2018]. Recordemos en efecto que los ultra nacionalismos de derecha se han afirmado en Polonia, en Hungría, en Italia, en Estados Unidos, y ahora también en Brasil, donde el ex capitán del Ejército Jair Bolsonaro acaba de ganar las elecciones presidenciales.

  • La esperanza de debilitar estos movimientos nacionalistas, parecidos a aquellos que emergieron durante el periodo de crisis ulterior a la Primera Guerra Mundial (1920-1930), anti modernos, anti democráticos y peligrosos para la paz es muy fuerte entre los ciudadanos del mundo que defienden los valores de paz, de igualdad social, de justicia y de democracia representativa. Esperemos que seamos capaces de luchar por esos ideales en nuestro país que atraviesa un periodo de crisis institucional particularmente grave.

* Mariella Villasante, es antropóloga, investigadora independiente, asociada al IDEHPUCP. Especialista del Perú y de Mauritania