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1 de marzo de 2022

Una mujer ucraniana reza en la Plaza de la independencia de Kiev, 25 de febrero de 2022 (AFP)

Luego de dos años de pandemia, en 2022 empezamos una nueva era de enfrentamiento bélico entre el autoritarismo ruso y los países vecinos que, como Ucrania, están afianzando los valores de la democracia luego de siglos de sometimiento, primero al imperio zarista y luego al régimen comunista soviético.

El 24 de febrero de 2022 el dictador que gobierna Rusia desde 2000, Vladimir Putin, ha lanzado un vasto operativo militar de ocupación y de ataque bélico a Ucrania (603,549 km2, 44 millones de habitantes), exrepública soviética que declaró su independencia cuando la Unión Soviética se desmoronó en 1991. La guerra que empieza ahora es la primera gran conflagración bélica en Europa desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945. Las consecuencias son y serán terribles en pérdidas de vidas humanas, en destrucción de edificios militares y civiles, en migración forzada de cientos de miles de ucranianos a los países limítrofes y en sufrimientos injustos. Los efectos serán igualmente visibles a nivel geopolítico y económico, tanto en Europa como en el resto del mundo.

La estrategia de Putin desde 2008 es reconstruir el imperio soviético por la vía de la violencia militar. Con ese fin, anexó a Rusia los territorios georgianos de Osetia del Sur y Abjasia en 2008. En 2014, invadió y anexó Crimea, una provincia de Ucrania. En esas ocasiones, la comunidad internacional se limitó a condenar las anexiones, sin tomar medidas importantes. Por ello, Putin se atreve a invadir Ucrania, previendo que las respuestas serían tibias y que de ese modo podrá afirmar sus planes de retorno al imperialismo ruso.

Desde su independencia de la URSS en 1991, Ucrania ha empezado a afirmar su voluntad de democracia y de adhesión a la Unión Europea (UE, 27 Estados, 446 millones de habitantes), y también a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), creada en 1945 contra el bloque soviético. La entrada a esas dos instancias de defensa y de cooperación en Europa necesita un largo proceso de adhesión a los valores democráticos y de homologación con los estándares sociales, económicos y políticos de los países de Europa occidental. Por razones de inestabilidad política, Ucrania no ha logrado avanzar en ese camino y tampoco ha recibido la invitación directa de parte de los países de la UE. Esas son las causas reales de la guerra de Rusia contra Ucrania. Una guerra típica de los siglos XIX y XX, y totalmente anacrónica en 2022.

A partir del 24 de febrero, los primeros objetivos rusos han sido militares (edificios, aeropuertos, pistas de aterrizaje). La población ha reaccionado siguiendo las medidas de seguridad. Muchos descendieron a los refugios subterráneos remanentes de la época de la Segunda Guerra Mundial; otros buscaron refugio en las estaciones subterráneas de los metros, mientras otros buscaron aprovisionarse de gasolina para huir a los países vecinos, sobre todo Polonia.

Situación de Ucrania al 24 de febrero (AFP)

Reacciones internacionales

Todos los países occidentales, Estados Unidos, Canadá, la UE, la ONU y la OTAN han condenado enérgicamente la invasión armada de Ucrania por las fuerzas rusas. Joe Biden, que era el único presidente que estuvo alertando sobre la inminencia de la guerra desde el mes de noviembre, declaró que “el presidente Putin ha escogido lanzar una guerra premeditada que traerá graves sufrimientos y pérdidas de vidas humanas catastróficas. (…) Rusia es la única responsable de la muerte y la destrucción que este ataque provocará.” El presidente francés Emmanuel Macron ha conversado con el presidente Zelensky y le ha ofrecido el apoyo y la solidaridad de Francia. Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha declarado: “Es el momento más triste de mi mandato. ¡Presidente Putin, en nombre de la humanidad, regrese sus tropas a Rusia! El Consejo de Seguridad sometió a voto una resolución de condena la ofensiva rusa, pero esta no fue aprobada por el veto de Rusia (Le Monde del 24 de febrero de 2022).

No sorprende que los países que tienen regímenes dictatoriales hayan aportado su apoyo a la guerra de Putin contra Ucrania: Bielorrusia, Kazakstán y Siria. En América latina: Cuba, Venezuela y Nicaragua. El resto de la región, incluyendo al Perú, ha declarado su apoyo a Ucrania. La China, aliada tradicional de Rusia, no le dio su voto en la ONU y adopta una posición ambigua (como de costumbre) sobre la guerra ruso-ucraniana. Según el periodista Frédéric Lemaître, después de haber insistido sobre el respeto del “principio” de soberanía nacional, Xi Jinping cambió de tono y afirmó que existe una historia “complicada” entre Ucrania y Rusia y acusó los Estados Unidos de “echar leña al fuego”. Los países occidentales querían firmar una resolución de “condena” a Rusia, pero China exigió que se “deplore la agresión contra Ucrania.” China rechaza emplear el término “invasión” y prefiere hablar de “operación militar”; además parece desgarrada entre su socio estratégico Putin, y su afecto por la noción de integridad territorial (Frédéric Lemaître, Le Monde 25 de febrero[1]). Esta perspectiva absurda deja de lado el derecho de los Estados soberanos a decidir sus alianzas internacionales.

Ante esta deriva belicista de Putin, la reacción de la Unión Europea es, por primera vez, firme, unánime y valerosa. Ucrania no es miembro de la OTAN, razón por la cual la cláusula de asistencia mutua es inaplicable. No obstante, a pesar de que un despliegue de soldados europeos en Ucrania es impensable por las consecuencias dramáticas de una escalada nuclear, los países de la UE han decidido ofrecer una ayuda militar muy importante e inédita en la historia de esta organización federal europea. El 27 de febrero, la presidenta de la Comisión de la UE, Ursula von der Leyden, ha declarado que van a facilitar el acceso a armas letales a Ucrania con un aporte de 450 millones de euros. El 28 de febrero, el presidente Zelensky ha exhortado a la UE a integrar a su país en el espacio comunitario de inmediato a través de un procedimiento especial. Esperemos que esta demanda sea aceptada. Por lo pronto, se ha dispuesto el envío de municiones, de sistemas de defensa aéreos, de armas antitanques y de aviones de caza. Polonia será la base logística. También se aportará ayuda en ciberdefensa, material de protección y ayuda médica de urgencia. Estas medidas deben obligar a Putin a cesar las operaciones militares, aceptar un cese del fuego y empezar las negociaciones en condiciones satisfactorias para Ucrania. Además, todos los Estados de la UE, los Estados Unidos, Canadá y Suecia han cerrado su espacio aéreo a Rusia, han prohibido los canales rusos Russia Today y Sputnik. El gobierno de Biden ha anunciado también une nueva ayuda financiera de 350 millones de dólares. Zelensky ha agradecido esta vasta movilización de esta “coalición antiguerra” y ha llamado a los europeos a combatir en Ucrania contra el invasor ruso. Desde el punto de vista financiero, la UE ha congelado la mitad de las reservas de la Banca central rusa en devisas extranjeras y ha prohibido las transacciones de esa institución que controla la economía rusa. La desconexión de los bancos rusos del sistema financiero Swift está en preparación (Le Monde, 28 de febrero[2]).

La resistencia ucraniana sigue siendo fuerte. El presidente Zelensky ha ordenado la movilización general de todos los hombres entre 18 y 60 años. El 28 de febrero, las autoridades ucranianas anuncian 352 civiles fallecidos, entre los cuales hay 14 niños. Se estima además que hay 368 mil refugiados que huyen la guerra en Ucrania, la mitad han llegado a Polonia. Ante esta nueva crisis humanitaria, los Estados europeos y miles de ONGs se están organizando para ayudar a los refugiados de guerra en los países limítrofes, en Alemania, Italia, Francia y en otros países de la UE.

Reflexiones finales
  • Debemos prepararnos a un nuevo ciclo de empobrecimiento y de tensión política mundial comparable a la época de la Guerra Fría. En efecto, en nuestro mundo globalizado, las guerras de gran magnitud como la que empieza ahora tienen consecuencias económicas en Europa y en el resto del mundo. Los precios de las materias primas que ya habían aumentado por la pandemia van a aumentar todavía más, en particular el petróleo (el precio del barril alcanza 100 US$), el gas y el trigo. Los efectos de la guerra en Ucrania serán visibles en América Latina en ese marco económico.
  • Esta guerra internacional en Europa ha dejado atónitos tanto a los dirigentes como a los militares y a las sociedades civiles europeas. Por vez primera, la respuesta a la agresión organizada por Vladimir Putin contra Ucrania ha suscitado la unión política de todos los países europeos que han comprendido, por fin, el peligro que significa el régimen de Putin en el espacio europeo. La consecuencia inesperada, sobre todo por Putin, es la cooperación —inédita de Europa desde hace 75 años— para oponerse a un enemigo común en defensa de un Estado soberano que defiende su sistema democrático contra viento y marea. Hemos cambiado de era en todo el mundo. Del desorden mundial organizado alrededor del conflicto económico y político entre Estados Unidos y China, estamos pasando a un nuevo orden geopolítico en el cual la UE afianza su rol de defensora de los valores de democracia, de paz y del derecho internacional en sus vertientes políticas y humanitarias. Los eventos en Ucrania nos llevan a constatar que para mantener la paz es necesario, ineluctablemente, llevar a cabo guerras… Pero ello implica también la unión, la cooperación y la solidaridad entre naciones aliadas para oponerse a las dictaduras y al totalitarismo. Los peruanos debemos también mostrar nuestra solidaridad con la nación ucraniana que lucha por su libertad, por su democracia y por un futuro mejor para sus ciudadanos, anhelos y valores que son también nuestros[3].

[1] Frédéric Lemaître, Le Monde 25 de febrero, La Chine “comprend” la Russie mais ne la soutient pas lors d’un vote à l’ONU, https://www.lemonde.fr/international/article/2022/02/25/la-chine-comprend-l-operation-militaire-speciale-de-la-russie_6115190_3210.html
[3] Para seguir las mejores informaciones sobre esta guerra recomiendo ver France24 en español: https://www.france24.com/es/tag/ucrania/ ; Euronews en español: https://es.euronews.com ; y BBC Mundo, https://www.bbc.com/mundo